Últimamente está muy de modo el concepto de Data Driven Decision o decisiones basadas en datos.
Eso es la manera en que los ordenadores toman decisiones, pero los humanos funcionamos un poco diferente. Todas nuestras decisiones están basadas en emociones.
Esta forma de decidir es muy eficiente, porque en la vida real nunca hay suficiente información para tomar la decisión perfecta.
Si queremos acercarnos a las decisiones basadas en datos, lo que hay que hacer es alimentar nuestras emociones y nuestra intuición con esta información, como dice Paz Garde:
La gran mayoría de las decisiones que tomamos en cada momento sobre qué hacer y qué dejar sin hacer son intuitivas. Y por eso es tan importante crear las condiciones necesarias para poder confiar en nuestra intuición.
Un buen sistema de productividad personal tiene que permitirnos producir más valor con menos esfuerzo y tiene que ayudarnos a pensar mejor, pero, por muy buen sistema que sea, nunca podrá pensar por nosotros.