Confiar o no confiar, he aquí la cuestión

Por Alfredolopez

La confianza es una especie de apuesta en el otro, en tu pareja, tu amigo,  tu empleado, tu jefe,  tu equipo y como apuesta que es, unas veces se gana y otras se pierde pero lo que está claro es que no admite niveles, se confía o no se confía.

Depositamos la confianza e otra persona porque no nos defrauda pero también porque sentimos que esa persona confía en nosotros, como podéis ver hablo de algo recíproco. Las relaciones personales son ciertamente muy complejas y esa confianza que nos costó tanto conseguir se puede perder rápidamente y, lo que es más importante, es muy difícil de recuperar.

Pero en estos momentos “revueltos” que nos toca vivir, donde el factor humano, el talento y el equipo es tan importante en las empresas, la confianza cobra un protagonismo que quizá antes no tenía, porque  es un elemento generador de compromiso y cuando hay compromiso, aparecen los resultados de calidad.

Los profesionales que gestionamos equipos humanos debemos trabajar claramente la confianza dentro de la organización para que esta sea el germen y la energía del “YO QUIERO”, del que tanto habla Reinhard Sprenger,  y donde confluye una fuerte motivación, una alta satisfacción y un alto rendimiento.

Cuando los colaboradores (o uno mismo) piensan en términos del “yo debo”  caminamos generalmente en los territorios pantanosos del descontento y del bajo rendimiento.

En esta disposición en torno a la idea del  ”YO QUIERO” está muy presente la confianza, la confianza que depositas en tus compañeros, en tu jefe y ellos en ti -recordemos que la confianza es verdadera cuando es recíproca- esta confíanza nos permite hacer cosas nuevas o distintas para conseguir buenos resultados. Nos permite estar en un ambiente motivacional donde los errores sirven para aprender y no como arma arrojadiza, se celebran los éxitos, se valoran planteamientos nuevos que surgen en el staff.

No olvidemos que  en los buenos resultados de un equipo juega un papel fundamental la unión de sus componentes que es fruto en gran medida de  la confianza.

Hace algún tiempo escribí un post titulado “LA CONFIANZA O SI TU ME DICES VEN, LO DEJO TODO”  donde afirmaba que un equipo sin confianza y sin autoestima nunca podrá llegar a posiciones de éxito, posiciones que se logran sólo con la fuerza que genera la unión que produce esa confianza.

Las escuelas de negocios han formado una generación de directivos que se manejan con soltura (o no) construyendo planes estratégicos, reformulando planes de ventas con objetivos ambiciosos, mucha estructura financiera, etc  y se han olvidado formar  líderes emocionalmente competentes, con empatía, con capacidad de escuchar y de aprender para invertir en el principal activo de las compañías, las personas.

Hay una frase de Walt Disney que me encanta y que ya utilice en el post “COLABORADORES MOTIVADOS, LIDERAZGO E INNOVACIÓN”  que dice algo así como que  ”Puedes soñar, crear, diseñar y construir el lugar más maravilloso del mundo… pero se requiere de personas para hacer el sueño realidad” y ese sueño nos ayudan a realizarlo  sólo personas en las que confiemos y que confíen en nosotros.

Un saludo.