Cuando nos dejamos acoger por nuestro corazón
todo es posible ... por eso educar desde el corazón
es dar alas a nuestros hijos y alumnos.
José María Toro nos sorprende en su ponencia del “Primer Congreso de la Excelencia: mente y corazón”, celebrado en Barcelona los días 14 y 15 de mayo del 2011, diciéndonos que no va a ser una conferencia, sino una confidencia del corazón. Con esa luz que pone en las palabras, haciendo de sus frases auténticas constelaciones en las que contemplar la grandeza de nuestra humanidad, sitúa al público física, mental y emocionalmente en el título de su ponencia: “El corazón como espacio para la excelencia”. Su discurso no tendría ningún merito sin la creación de ese espacio, desde él nos hace recordar a todos los presentes en la sala cuál es nuestro auténtico hogar; se percibe que José María lo habita muy frecuentemente, por eso sus palabras son reconocidas y no sólo escuchadas. Ya todos pisando nuestra casa, nos disponemos a oír sus confidencias … Entre ellas está la historia de Baltasar que, como el mismísimo rey mago, traía envuelta en la negrura de su expediente académico un gran regalo. José María confiesa su pérdida de paciencia con el alumno difícil, estamos seguros, en nuestro hogar… las confidencias no tienen pena, todo lo contrario, son reveladoras. El maestro no se rinde ante su impaciencia y recuerda que todo proceso tiene sus ritmos, que la lentitud, lejos de ser un obstáculo, es algo a celebrar. Precisamente esa celebración conjunta hizo que años más tarde el alumno le llamase … En la ponencia nos sacaron la lengua como ejemplo de que el maestro siempre tiene recursos, aunque nuestra propia educación nos haga pensar lo contrario. No os entretengo más, sentaos cómodamente y preparaos para entrar en vuestro auténtico hogar y sentir, desde allí, todo el amor que puede encerrar la palabra maestro.
Si queréis saber más de José Maria y su trabajo haced clic en las siguientes direcciones:
Blog: "José Maria Toro. La Sabiduría del Corazón"
Más entradas dedicadas en el presente blog al "maestro de corazón"