Los correos electrónicos indican que la iniciativa liderada por Francia de la intervención militar de la OTAN en Libia también fue impulsada por un deseo de tener acceso a una mayor parte de la producción de petróleo de Libia y minar un plan a largo plazo por Gadafi para suplantar Francia como potencia dominante en la región africana de habla francesa.
El email de abril 2011, enviado a la secretaria de Estado Hillary por el asesor no oficial de Clinton, y desde hace mucho tiempo confidente, Sidney Blumenthal con el título de encabezado "cliente de Francia y el oro de Gadafi", revela las depredadoras intenciones occidentales.
Foreign Policy Journal informaba :
El correo electrónico identifica al presidente francés, Nicolás Sarkozy como el líder en el ataque a Libia con cinco propósitos específicos en mente: obtener petróleo de Libia, garantizar la influencia francesa en la región, aumentar la reputación de Sarkozy a nivel nacional, afirmar el poder militar francés, y evitar la influencia de Gadafi en lo que es considerado el "África francófona”.
Lo más sorprendente es la extensa mención a la gran amenaza que las reservas de Gadafi de oro y plata, que se estima en "143 toneladas de oro, y una cantidad similar en plata, (valorados en 7 mil millones de dólares)" representan para el franco (CFA) que circula como moneda principal en la zona.
El correo electrónico deja claro que las fuentes de inteligencia indican el ímpetu detrás del ataque francés en Libia fue un movimiento calculado para consolidar una mayor potencia, utilizando la OTAN como una herramienta para la conquista imperialista, no una intervención humanitaria como fue falsamente vendida al público.
El correo electrónico proporciona un vistazo detrás de la cortina revelando cómo se realiza la política exterior en la práctica. Si bien se informó en los medios de comunicación que la intervención militar en Libia occidental era necesaria para salvar vidas humanas, el verdadero factor motriz de la intervención ha demostrado ser el hecho de que Gadafi tenía previsto la creación de una nueva moneda panafricana que proporcionaría un alto grado de independencia económica, lo que disminuiría la influencia francesa en la región.