Confitura de Mzah a la menta

Por Cocinamarroqui

Confitura de Mzah a la menta

Esta, es una de las clásicas grandes confituras, especialmente en Marrakech.

Hasta hace poco, era muy habitual comprar en la city las confituras y mermeladas a granel, también habían mujeres, que las vendían a modo artesanal, era muy fácil saber donde podías comprarlas, porque esas calles o zonas donde se vendían, eran un hervidero de abejas. Aunque aún quedan sitios donde siguen vendiéndolas, cada vez son menos.

Esta confitura, la mayoría de veces, era probada por el consumidor final, sin saber exactamente de qué fruto se trataba, después empezaron a incluir dibujos alegóricos y finalmente, las grandes superficies, ya se encargan de ello. Lo que nos resulta curioso, es que esta confitura, no se encuentra en las estanterías de esas grandes superficies, donde encontramos una variedad increíble, tanto en marcas, tamaños y frutos.

Nosotros, la hacemos muy ligera de azúcar ya que la solemos utilizar como acompañamiento de algunos platos, tanto dulces como salados y también, porque no nos gustan en demasía las confituras y mermeladas demasiado dulzonas.

El problema principal de los Mzah, es su gran contenido en agua, circunstancia esa, que convierte en complicado hacer una confitura consistente, más aún, si rebajas la cantidad de azúcar. Para todo hay remedio.Ingredientes1 Kg de Mzah1 Manzana tipo reineta1 litro de agua de azahar50 grs de azúcar1 cucharadita de gelatina en polvoUn ramillete de menta frescaPelamos los Mzah y limpiamos bien, sobre todo el telo donde se acopla el hueso, pelamos la manzana y troceamos. Calentamos el agua de azahar sin que llegue a hervir, añadimos la fruta y removemos sin cesar, cuando empiece a deshacerse, añadimos el azúcar, seguimos removiendo. Finalmente, prácticamente cuando esté lista esa especie de compota (10 mn.) añadimos la gelatina en polvo y seguimos removiendo. Finalmente añadimos diez o doce hojas de menta fresca, aún en caliente pero fuera del fuego.Podremos conservar siguiendo las indicaciones de cualquier confitura o mermelada, frascos esterilizados, hervor…

Aquí se aprovecha todo

Hace un tiempo, nos dejamos olvidado un plato con los restos de Mzah, que acabábamos de comer en el jardín, sobre la mesa. Nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente, observamos que no quedaba ni un solo hueso, mientras que las pieles, estaban todas esparcidas sobre la mesa.

El desierto es mal lugar para malhechores y amigos de lo ajeno, es imposible no dejar huellas. Seguimos el rastro, pensamos que se trataba de algún gato. No, esas pisadas no son de gato. Un perro pequeño. No, tenemos controlados a los pocos perros que hay en el pueblo. Finalmente, descubrimos que se trataba de huellas de Fenec (Feneco) el astuto y conocido “Zorro del Desierto”, totalmente inofensivo. Antes había muchos, ahora, cada vez menos debido sobre todo a los muchos vehículos que circulan por las dunas, la fauna y flora se resiente por ello. Ahora, salvo por la noche, resulta difícil verlos, salvo que les pongas comida en sitios determinados. Podemos asegurar, que al Fenec, le encantan los huesos de Mzah.

Empezamos a buscar, Google en marcha, no encontramos nada, pero nos llamó especialmente la atención que encontramos a gente, que hablaba de las ardillas coreanas y su gran afición en comer huesos de níspero. Alguna explicación debe tener.

También hemos visto, ahora que proliferan en Marrakech esas tiendecitas “Chic” para turistas, la presencia de collares y joyas, elaborados con huesos de níspero, algunos pintados en plata y otros en oro, se ha de reconocer que son originales.

En fin, que no solo el galufo puede gozar de la fama de que se aprovecha todo, del níspero también, si no que se lo digan al Fenec.