Este conflicto, enmarcado dentro del contexto de la Guerra Fría (por las mismas fechas tuvo lugar la revuelta húngara) puede considerarse la segunda guerra árabe-israelí.
En 1952, el militar egipcio Gamal Abdel Nasser dio un golpe de estado cuyo triunfo significó el derrocamiento del rey Faruq I. Cuatro años más tarde, Nasser fue elegido presidente de la República. Las decisiones y actuaciones de Nasser dieron un vuelco a la política internacional:
- Su política panarabista alejándose de las posturas pro-occidentales de la monarquía y su campaña anti-imperialista preocuparon mucho a los dirigentes del bloque capitalista.
- Nasser había requerido ayuda de Estados Unidos y su aliados para construir la faraónica presa de Asuán, al no conseguir los fondos, Nasser reaccionó decretando la nacionalización del canal de Suez lo que fue un duro golpe para los intereses económicos franceses y británicos. Esta nacionalización fue acogida con gran alborozo en Egipto y le granjeó prestigio en en otros países árabes de la zona.
- Además, Nasser ordenó el bloqueo de los estrechos de Tirán, el único acceso al puerto israelí de Eilat, salida del comercio hacia el Índico.
La Aventura de la Historia
Las presiones de la Unión Soviética (que amenazó con intervenir) y de Estados Unidos, así como la condena de la agresión en la Asamblea General de la ONU hicieron que los aliados detuvieran la ofensiva. Franceses e Ingleses abandonaron las zonas ocupadas y poco después, en 1957, lo hizo Israel.Israel tuvo que ceder y retirar sus tropas de la Península del Sinaí, sin embargo, a cambio, consiguió que la ONU estableciese soldados en el Sinaí (una especie de garantía para evitar un posible ataque de Egipto) y el aval internacional de paso por los estrechos de Tirán.
Nasser, a pesar de su fracaso militar, acabó como claro beneficiado de este conflicto: consolidó la nacionalización del Canal y fue aclamado como un héroe en el mundo árabe por haberse enfrentado a Francia, Gran Bretaña e Israel y no haber sido derrocado.