Ya hemos terminado de recoger las judías verdes, bien buenas que han sido, aparte de todas las que hemos comido han quedado un montón. Unas las he hecho conserva para tener en la aldea, y las demás las he congelado en Madrid. Ya tengo judías para dar y tomar.
Hay quién las escalda antes de congelarlas. Estas, al ser tan frescas y recién cogidas no les hace falta. Lo primero será lavarlas un poco bajo el grifo y las dejaremos secar bien en una bandeja. Las cortamos las puntas y como son muy tiernas las hebras laterales no hace falta quitarlas. Ya secas, se cortan en varios trozos si son grandes y se ponen en una bandeja que quepa en el congelador.
Las metemos así, en la misma bandeja en el congelador hasta el día siguiente que estén bien congeladas
Y ya las metemos en bolsas y se cierran bien. El motivo de no congelarlas directamente en la bolsa es porque con su propia humedad se nos llenarían de escarcha. Así, dispuestas en una bandeja quedan perfectamente congeladas. Si tenemos más volveremos a proceder del mismo modo. O bien si tenemos un par de bandejas lo haremos al mismo tiempo. En mi caso congelé cuatro bandejas como esta. Cuando las encontréis más baratas de lo normal ya sabéis lo que hacer.