Después de conocer el casco antiguo de Oporto, en nuestro segundo día cruzamos a la otra orilla del río: Vila Nova da Gaia. Para llegar desde Oporto basta con cruzar el Puente Luis I. Nosotros lo cruzamos a pie, disfrutando de unas vistas espectaculares, además tuvimos una suerte con el tiempo...
Para llegar desde la parte de arriba del puente, nosotros cogimos un funicular, desde donde las vistas de nuevo son preciosas...
Después del paseo en barco, y de camino al hotel pudimos dar un paseo por la Ribiera de día, y las calles de Oporto, llenas de encanto.
A mi Oporto me enamoró... ese aire decadente, el bullicio de las calles, el vino y el buen tiempo... ¡¡qué tengáis un muy buen fin de semana!
Ce.