¿Conoces a Gonzalo Ribot?... ¿Y a su ONG?

Por Aisha


Hace unos meses saltó a nuestras pantallas a través de Masterchef un tipo singular. Deslenguado y mordaz, el personaje televisivo de Gonzalo Ribot no dejó indiferente a nadie y despertó más odios que pasiones. Ha pasado el tiempo y ahora lo traemos aquí por razones muy distintas; Gonzalo publica libro y, como no podía ser de otra forma, no es un libro de recetas al uso, sino que además es un repaso por su intensa trayectoria vital, así que, aprovechando la ocasión, intentaremos conocer un poco mejor a la persona que se esconde detrás del personaje.
Este post-entrevista lo publico junto con Javi, de Cocinar con-ciencia. Ambos publicamos la misma entrevista ya que la hemos realizado en conjunto. Esperamos mostraros más del auténtico Gonzalo, pero sobre todo haceros llegar un proyecto que nos pareció muy interesante y fascinante... a la par que muy social.
¿En qué se parece el verdadero Gonzalo Ribot al que conocimos en Masterchef?
La televisión, no lo olvidemos, es puro entretenimiento y, por este motivo, no todo lo que muestra es real. Si lees mi libro descubrirás que soy solidario, alegre, ingenioso, amable y divertido, exactamente opuesto al personaje que me ha tocado interpretar.
¿Qué has estado haciendo en los últimos seis meses?
Dar los últimos retoques al libro, presentar el programa de radio, diseñar, cocinar por encargo. Pero quizás la mejor decisión ha sido instalarme de nuevo en España.
Empecemos por el libro. Me ha llamado mucho la atención el título ¿Por qué “Sin límites”?
Hoy es posible ser cocinero y diseñador gráfico, ser aventurero, viajero y solidario, ser comunicador mediático y escritor, ser firme y bromista, ser profesor de yoga, ser apasionado, visceral, romántico y vehemente, ser justo, ser desafiante… y no perder nunca la sonrisa. Hoy es posible ser un hombre SIN LÍMITES.
Publicas el libro a través de crowdfounding ¿Cuál es el objetivo y cómo podemos participar?
En Diseño para el Desarrollo (DPD) todos lo años hacemos una gran campaña de captación de socios. Este año, a cambio de la donación entregamos un libro, nos parece una idea distinta y original. Con el dinero recaudado financiaremos el nuevo taller textil de Calafate, Salvador de Bahía. Comenzamos a trabajar en Calafate en 2004 y ahora, tras muchos años de trabajo, necesitamos financiación para actualizar el taller y ampliar los cursos de formación.
En estos momentos estamos trabajando en América latina, en Asia, en África y en España. Tenemos muchos proyectos abiertos y nuestro recursos son limitados. ¡Necesitamos ampliar el número de colaboradores!
Cualquiera puede colaborar. Tan sencillo como entrar en la web y elegir la donación/colaboración: www.disenoparaeldesarrollo-libro.org
Háblanos de cuáles son los objetivos de tu ONG. ¿Habéis llegado donde queríais?
No hay nada más emocionante que sentir la generosidad de quién no tiene nada; nada más gratificante que ver sonreír a la gente a la que ayudas. Si nuestro trabajo sirve para ayudar a una mujer a salir adelante todo el esfuerzo habrá valido la pena. En DPD no tenemos límites. Seguiremos trabajando para erradicar la pobreza y conseguir una verdadera igualdad social, hasta que podamos, hasta que el cuerpo aguante.
Cuéntanos un poco en qué consiste la labor que realiza DPD, en los lugares donde trabaja.
Trabajamos con comunidades, ubicadas en entornos rurales o suburbiales, que fabrican un producto de alto nivel artesanal pero que carecen de los medios y la información - técnica y estética - para que su producto genere ventas. Dicho en otras palabras, ayudamos a artesanos, a través del diseño y la calidad, a traer prosperidad a sus comunidades y familias, lo que genera desarrollo local.
En definitiva, creamos empresarios en el campo textil que buscan salir adelante por si mismos y ser auto gestionados.
¿En qué consiste concretamente, el proyecto de Calafate, que sería el beneficiario final de la ayuda obtenida?
Yo tuve la suerte de iniciar este proyecto. Y digo suerte pues a pesar de haber pasado por mil y una situaciones muy duras, Calafate es mi niño pequeño y tengo un especial cariño por esta comunidad.
Calafate es una comunidad suburbial de Salvador de Bahía. Presenta los típicos problemas de cualquier favela de Brasil: falta de alcantarillado, energía, pobreza, drogas y miseria. Es un mundo duro, agresivo y violento. En Calafate trabajamos con mujeres violentadas, todas ellas negras, pobres y en su mayoría analfabetas. La forma más rápida que tienen para salir de este círculo de pobreza es dedicarse a la prostitución. Nosotros les ofrecemos una salida alternativa a través de la costura.
Cuando llegamos en 2004 nos miraban con recelo. Otros niñatos que vienen a explotarnos, decían. No había forma de disimular que éramos blancos, europeos y ricos. El primer año fue difícil, muy difícil y violento, pero con ahínco, tesón, mucho cariño y sobre todo con el esfuerzo de varias mujeres de la favela, conseguimos sacar adelante la primera colección de moda. Fue un éxito de ventas. Por primera vez para ellas todos los beneficios revertían en la cooperativa. Nosotros no cobrábamos nada. No podían creérselo. Sus lágrimas de agradecimiento todavía las llevo grabadas a fuego en mi piel.
Volvimos al año siguiente. Pero, ¿De verdad volvéis a este infierno? nos preguntaban. Era nuestro compromiso y allí estábamos para cumplir con nuestra promesa. Un nuevo equipo de DPD pasó, de nuevo, un tiempo trabajando, dando clases, cosiendo, enseñando a las mujeres a luchar por sí mismas, a esquivar problemas y a sonreír frente a las adversidades. Creamos otra colección nueva. Arrasó en las tiendas.
A partir de aquí, hemos venido desarrollando diferentes colecciones y trabajos. Calafate sigue avanzando, poquito a poco, paso a paso. Ha habido logros importantes - cambiamos a una sede más espaciosa, se abrió una tienda de comercio justo en el centro de la ciudad - pero también tropiezos: la crisis obligó a cerrar la tienda, han robado las máquinas en el taller, la humedad destroza todo, seguimos sin sanitarios pues no hay agua en la sede, etc. Es complicado trabajar en estas condiciones.
Nuestro objetivo es dinamizar el taller de costura. Hay que renovar maquinaria y materiales. Nos gustaría reforzar la seguridad con rejas en todas las ventanas para evitar robos. Queremos contratar profesores locales para continuar la formación de las mujeres. Es muy importante formar a las mujeres en unas bases mínimas de marketing y ventas, para aprender a hacer presupuestos, a calcular costes. También nos gustaría poder crear una guardería para los niños para que sus madres, las beneficiarias del proyecto, pueden trabajar. ¡Queremos hacer tantas cosas!
Fotos: 001- En nuestro segundo año (2005) en Calafate inauguramos una nueva sede. Esta vez, una sede más grande pero con las mismas carencias de siempre: con humedades y sin agua. Las mujeres para el día de la inauguración nos sorprendieron con un uniforme (las camisetas amarillas).
002 - Por las tardes, damos de merendar un vaso de zumo y unas galletas o un batido y un bollo, a los hijos de las beneficiarias del proyecto. Al principio, sólo vienen los hijos de las cooperandas pero, en cuanto se corre la voz, damos de merendar a toda la favela. Para algunos niños es la única comida del día.
003 - El taller de costura no sólo sirve como lugar de formación sino como punto de encuentro y de apoyo entre las mujeres del barrio. Es un centro cívico y social.
004 - Trabajamos con mujeres violentadas (física y psíquicamente) de todas las edades. Mujeres maltratadas por la vida: violadas, abandonadas, ex prostitutas, madres solteras... El clima que nos encontramos es muy violento y muy duro.
005 - Al finalizar cada viaje celebramos una fiesta. Realizamos una pasarela de moda donde las participantes lucen las prendas cosidas, los trabajos realizados. Es un día muy emocionante. Bailamos, comemos y repartimos regalos. Las mujeres lucen, por primera vez, una sonrisa de orgullo. Lo pasamos bomba. ¡Hasta yo acabo desfilando!

¿Qué otros proyectos está realizando actualmente DPD?
Una de las características de la Cooperación al Desarrollo es la continuidad. Es decir, el seguimiento y control de los trabajos. Por ejemplo, construir una escuela infantil es fantástico, admirable y necesario, pero de nada sirve si detrás no hay seguimiento: un proyecto de escolarización, presupuesto para profesores y material escolar.
Los proyectos de DPD siempre están activos. Trabajamos de forma continua con todos nuestros beneficiarios. Desde 2003 trabajamos con Creative Handicrafts en Bombay, India. Comenzamos a trabajar con 70 mujeres y hoy en día trabajamos con más de 800, lo que supone multitud de familias beneficiándose del proyecto.

Fotos: 001 - Trabajar en un Slum es adentrarse en un mundo de contrastes, lleno de colores, de sonrisas y a su vez, rodeado de miseria. India es muy especial y a nadie deja indiferente. Los primeros días nos parece sorprendente que trabajen en el suelo pero pasadas un par de semanas, estamos todos tirados en el suelo, cortando, cosiendo y aprendiendo unos de otros.
002 - Las mujeres de Creative Handicrafts se traspasan los conocimientos de unas a otras. Comenzamos con 70 mujeres y hoy trabajamos con más de 800.

En Nepal, realizamos colecciones de moda, de bisutería, de papel de arroz y, por primera vez, una colección cerámica. Nepal es un país bucólico, precioso y místico. La única pega es que son extremadamente pobres, pero son tan generosos que nos encanta viajar allí.

Fotos:001 - El taller de costura en Nepal es pequeño pero lo mantienen súper ordenado. Gracias al trabajo que desarrollan con nosotros todos los niños de la comunidad están asistiendo al colegio. Para las mujeres es un orgullo que sus hijos puedan, por fin, jugar y estudiar, en vez de trabajar.
002 - En Nepal, además de una colección textil, desarrollamos también una línea de bisutería, otra de artículos de papel y una preciosa colección de cerámica. Todos los productos son artesanos. Los beneficios revierten en la comunidad, en la cooperativa.
003 - Estas son las cocinas del taller de Nepal. Aquí se cocinan espectaculares y apetitosos platos para todos. Eso si, si me toca cocinar a mi sin patatas. De las cocinas sale un fabuloso olor a especias que inunda todo el taller. Cocinar aquí si que es una verdadera master class!

Trabajamos en los cinco continentes, allí donde nuestra ayuda es bienvenida y solicitada. Haití, Camboya, Guinea Bissau, Kenya, España... todos nuestros proyectos tienen algo especial. En estos momentos tenemos equipos desplazados en varios países: en Perú, donde trabajamos la lana de alpaca con las mujeres Aymaras a los pies del lago Titicaca; en Melilla, en un novedoso e integrador proyecto para mujeres musulmanas y en Filipinas, donde estamos desarrollando una colección de ropa deportiva.
Mientras, aquí en España, nuestro equipo continua la labor de seguimiento y apoyo de todos los talleres, cada uno con su problemática y sus necesidades específicas. Es un trabajo continuo. Desde las oficinas en Madrid se hacen labores de sensibilización, intentando concienciar de la importancia de un compromiso social general con el fin de erradicar la pobreza y las diferencias sociales. DPD es pionero en el cumplimiento de unos parámetros de ética y sostenibilidad en todos los niveles de nuestro proceso, desde el creativo, al de producción, así como el respeto por los derechos de las trabajadoras y el respeto por el medio ambiente.
Si deseas saber un poco más, nada como navegar un rato por nuestra web: www.disenoparareldesarrollo.org
En el libro mezclas recetas y vivencias, ¿Por qué crees que puede resultar especialmente interesante tu experiencia vital?
Libros de recetas hay muchos, pero libros sobre cocineros, pocos. Me parecía interesante, diferente y divertido explicar mis trucos de cocina, mis fobias, mis manías, los motivos por los que prefiero tal o cual ingrediente o por qué me gustan tanto las especias. Explicar por qué no como patatas o cual fue ese plato de mi madre que marco mi infancia.
Mi cocina, si es que podemos llamarla así, es un reflejo de mi experiencia vital, de mi bagaje cultural. Me guste o no, me he convertido en un personaje mediático. Si esta fama efímera sirve para ayudar a la ONG, bienvenida sea.

Ahora que hemos visto en Top Chef a un tipo como Carlos con una vivencia infantil radicalmente distinta a la tuya, ¿cómo crees que influye esto en el cocinero en el que te acabas convirtiendo?
Uno plasma en sus platos las experiencias vividas. Sin una madre como la mía, inquieta, atrevida y dispuesta a sorprendernos cada día a la hora de sentarnos en la mesa, yo no cocinaría como lo hago. Mi pasión por la especias es consecuencia de mi infancia, de mis vivencias. Si hasta cuando viajábamos en familia, a Damasco, a Budapest o Granada, una parada obligatoria era el mercado central.
Mi madre es quién me ha enseñado a comer, en el amplio sentido de la palabra y esa influencia se nota en mis platos, en mis recetas.
En Masterchef dejaste entrever este enorme bagaje culinario ¿Qué te gusta cocinar y qué te gusta comer?
Jajaja... Las recetas del libro son un reflejo de lo que me gusta cocinar, por lo cual, si quieres saber que me gusta cocinar deberás hacerte con un ejemplar.
A la hora de cocinar mezclo ingredientes de diferentes países. Soy muy atrevido en la cocina, combinando sabores a priori imposibles. Mezclo dulce y salado. Carne y pescado. Juego con las temperaturas. Y disfruto, y mucho, con los picantes y las especias.
Intento utilizar las técnicas que mejor se adaptan a mi forma de entender la cocina, a mis posibilidades. Si algo me funciona, lo pongo en práctica. No tengo Ronner, no tengo un horno industrial, ni un congelador ultra rápido, ni cacharritos para convertir mi cocina en un laboratorio de la NASA. Tengo una cocina normal y corriente y, por eso, a la hora de cocinar, adapto las técnicas a mis posibilidades. Mis recetas reflejan esta normalidad. Aportan soluciones y trucos para cocineros amateurs como yo.
Como de todo. Cuando viajo voy probando todo lo que me ponen en el plato. No hago ascos a nada. He comido las cosas más sorprendentes e imaginables. Sabores fantásticos y, a veces, sabores repugnantes. La única forma de aprender es probando. Eso si, no puedo comer patatas, por lo cual me he visto obligado a sustituir las patatas por otros ingredientes.
Me gusta cocinar y me gusta comer. En ese sentido soy muy agradecido. Unos buenos huevos fritos me parec¬en un manjar.

El buen paladar, ¿se tiene o se educa?
La sensibilidad para apreciar o valorar una cosa se puede educar, pero desarrollar una buena sensibilidad conlleva tiempo, esfuerzo y cierta dosis de delicadeza innata. De todas formas, ¿Qué es un buen paladar? ¿Quién define el buen gusto?

¿Crees que en el programa pudimos apreciar algo de tu cocina o quedó totalmente anulada por todo lo que pasó paralelamente?
Yo no creo que tenga una cocina propia. Quizás tengo una forma personal de cocinar y de entender la cocina. Mostrar esa forma de cocinar en un programa de televisión es bastante complicado ya que no soy yo quien asigna el personaje que me toca interpretar ni las imágenes a mostrar. La productora ha jugado sus bazas para que el programa tuviese audiencia. El concurso, las reglas del juego, y sobre todo, la cocina, han pasado a segundo plano.
Este aspecto llamó la atención mucho en su momento, quizás mucha gente se hizo a la idea de que tu serías algo así como el profesor de yoga de las ricachonas de Dubai. Pero, ¿cómo era tu realidad cuando trabajabas allí?
Dubai es la ciudad ficticia, la ciudad de los contrastes. Un lugar donde ricos y pobres conviven pero no se mezclan. Es una sociedad hipócrita y falsa donde manda el dinero. Un asco, la verdad. Culinariamente para mí ha sido un paraíso, con una cocina llena de especias y de sabores alucinantes. Social y laboralmente complicado. Yo no sé si ahora volvería pero, a pesar de todo, disfruté de la experiencia.
Si quieres saber más, compra el libro. Dubai da mucho juego y hay ciertos pasajes muy mordaces y realmente divertidos, además de mi versión de unas cuentas recetas árabes para chuparse los dedos.
Háblanos de los demás proyectos en los que estás metido, ¿cómo va tu empresa de catering?
Siempre tengo proyectos entre manos, es mi naturaleza. Acabo de poner en marcha Gonzalo Cooking / Events (www.gonzaloribot.com), donde hacemos cocina por encargo, a medida, personalizada. Nos encargamos de cualquier tipo de evento, desde la producción, hasta las flores, las bebidas, la música o, no podía ser menos, la comida. Tu sueña, nosotros lo hacemos realidad.
He creado uno retiro vacacional para el próximo mes de septiembre en Formentor. (www.bikrammallorca.es) Cocina sana, yoga y la mejor localización posible para desconectar y descansar. (Nota: la web estará operativa en breve)
Si quisiera contratar un cóctel con tu empresa, ¿qué menú me propondrías?
Antes de nada me gustaría charlar contigo para conocer tus gustos, tus platos favoritos y tus inquietudes. ¿Qué quieres hacer? ¿Una comida especial o un cóctel para 200 invitados? ¿Una cena temática o un brunch? ¿En una galería de arte o en la playa?
Me gusta que cada propuesta sea especial y diferente; personal y única.
Y ya que ha salido el tema, no puedo resistirme. Gonzalo, ¿en tu boda, con tu marido, hubo cócteles?
Jajaja... Dice mi marido que lo que pasó en mi boda queda entre nosotros y nuestros invitados. Ahora en serio, este tema causó mucha controversia y polémica y no es baladí. Se incendiaron las redes sociales por mi reacción. Se pudieron leer comentarios a favor y en contra, además de muchos insultos y salidas de tono.
Normalizar es preguntarme por mi boda. Etiquetar mi boda es una falta de respeto. Yo soy el primero que normaliza. No hay más que leer mi perfil en la web del programa. Siempre he hablado alto y claro. Soy gay. Estoy casado. Y a partir de aquí, cualquier etiqueta extra sobra.
Ahora también presentas un programa de radio por internet, cuéntanos como está siendo la experiencia.
Pues la verdad, muy divertida. La radio me ha permitido descubrir a Paloma (Paloma Ayensa, MC1), con quien he trabado una buena amistad. Además, que me hayan ofrecido un micrófono para poder soltar la lengua y decir lo que pienso, sin censuras, de los programas de cocina es un lujo. A veces me pregunto cuando me van a mandar a la Mafia y hacer que parezca un accidente.
Intentando ser lo más objetivo posible, ¿Qué opinas de los concursos de cocina que están tan de moda?
¿Qué puedo decir? Yo participé en uno. Si lo pienso en frío son un poco absurdos. Juegan con el beneplácito de la audiencia. Los espectadores ni catan, ni huelen los platos, por lo que deben fiarse del criterio de unos jueces que han demostrado, en más de una ocasión, que imparciales no son.
Como cocinero amateur me gustaría que fuesen más didácticos, más serios. El interés debe centrarse en los platos. Los protagonistas son los concursantes no los jueces. No todo vale por la audiencia. La televisión es entretenimiento y los concursos de cocina cumplen su misión. Cubren un hueco de mercado que había libre, pero creo que en estos momentos hay una cierta saturación.
A la hora de participar en cualquier juego me gusta seguir esta premisa: tu pones las reglas, pero jugamos los dos. Si cambias las reglas a tu conveniencia, si haces trampas, conmigo no cuentes. Me levanto y me voy.
Por cierto, no soporto los concursos con niños. Los niños deben estar en el colegio o en casa jugando, pero no en un programa de televisión. Estamos creando monstruitos. Ver a esos padres sacar jugo de sus retoños, exprimiendo la gallina de los huevos de oro, me produce rechazo. ¡Y nos quejamos del trabajo infantil en otros países! Qué hipócritas. Qué asco de sociedad.
¿Cómo te ha cambiado la vida Masterchef?
A estas alturas ya he aprendido que las cosas no vienen regaladas. Pretender cambiar de vida por participar en un programa de televisión es bastante ingenuo. A mi edad, hay ciertas cosas que ni quiero ni pretendo hacer, y luego hay otras por las que no voy a pasar. Mi vida sigue igual. Igual de divertida. Igual de sorprendente.
¿Cómo es tu relación actual con los concursantes de Masterchef?
Estamos casi todos en contacto. Hemos pasado un tiempo juntos y, al final, nos hemos cogido cariño. Nos apoyamos unos a otros en nuestros proyectos. Nos consultamos cosas y nos pasamos pistas culinarias. Cuando voy a Madrid, cenamos y nos vamos de copeo y parranda... y hasta aquí puedo leer... jajaja
¿Volverías a participar sabiendo lo que sabes hoy?
No. Lo puedo decir más alto pero no más claro. Ha sido una de las peores experiencias de mi vida. Yo fui con la ilusión de asistir a clase y aprender de cocina. Nada más lejos de la realidad.
Una pregunta, ¿realmente estaba salada la crema de alcachofas de Jordi Cruz?
Otro tema polémico. ¡Como te gusta meter el dedo en la llaga! Por caballerosidad, respeto y admiración a Jordi, no voy a contestar a esta pregunta.
Bueno, tenía que intentarlo.
Por último, Gonzalo… véndenos tu proyecto en una fras
e.
Colabora, ellas te lo agradecerán.