Las primeras interacciones entre la mamá y el bebé se producen a nivel molecular y en los intercambios celulares durante los primeros días de la gestación (Moratalla, 2009). Es ahí, en el origen de la vida, donde el ser humano comienza a relacionarse con su madre gestante.
La música se transforma en el puente que le permite vincularte con tu bebé antes del nacimiento, lo que lleva a disfrutar más del embarazo, a la vez que puede elaborar los diferentes aspectos que, de forma consciente o inconsciente, ejercen cierta influencia en el mismo.El bebé escucha por dos vías: la auditiva y la sensitiva. Pero existe un elemento que deberemos tener en cuenta: lo que la madre siente al escuchar y al hacer la música.
La música ayuda a crear un espacio, podríamos decir invisible, que se construye antes del nacimiento del bebé y que perdura en el tiempo.Beneficios:A nivel físico:Crea espacios corporales a través de la voz. Favorece la consciencia y el conocimiento corporal y ayuda a mejorar la postura.Trabaja de manera consciente la respiración y su uso en la etapa prenatal.Actúa como analgésico natural.
Permite comunicar al bebé sentimientos y emociones a través de la voz y la vivencia musical. El bebé percibe la voz de la madre desde las primeras semanas en su vientre, primero con vibración y más adelante con sonido.Crea un vínculo fuerte con el bebé desde el primer momento.Potencia la expresión emocional a través de la voz cantada.En definitiva:Permítete vivenciar el bienestar que te aporta tu voz cuando te relajas y la dejas fluir intuitivamente y comunícalo a tu bebé, tu niñ@ interior y a tu entorno.