[Conociendo a...] El Undécimo Doctor [Doctor Who] #SemanaWhovian
Alberto Galisteo 22 noviembre, 2013 0
Después de repasar la trayectoria del Décimo Doctor en Frikimalismo, hoy toca centrarnos en el que, hasta el próximo 25 de diciembre, es el último Doctor: el Undécimo (o Eleventh, si lo preferís en inglés).
En 2010, Matt Smith recogía el testigo de David Tennant, uno de los Doctores más queridos de la serie. Su llegada a la serie coincidía con la toma de las riendas de las mismas por parte de Steven Moffat, que había sido uno de los guionistas mejor valorados durante la época anterior, liderada por Russell T. Davies. Comenzaba así una etapa que fue reclutando a un enorme número de nuevos fans pero que no ha estado exenta de polémica entre aquellos que vieron las anteriores temporadas.
Resultaba gracioso cómo en The Eleventh Hour, el primer capítulo protagonizado por el Undécimo Doctor, éste se pasaba la mayor parte del tiempo con las ropas del anterior y le quedaban enormes. El Doctor busca en esta aventura quién es y quién va a ser, con la pesada sombra de su pasado cayendo sobre él, hasta que al final encuentra su lugar (simbolizándolo muy bien con la elección de su vestuario final), toma su herencia con orgullo y se pone a la altura del mismo, dando lugar a algo nuevo muy especial.
Larguirucho, nariz grande, barbilla prominente y una perturbadora ausencia de cejas. Vestuario de anciano profesor. Tanto dolor en su interior que hace pensar que su cuerpo es como la Tardis, más grande por dentro, para poder albergarlo. El dramático final del Décimo Doctor da pie a una versión más furiosa, triste y arrogante. Es el Doctor que utiliza su leyenda para infundir terror a los malvados. Es el que los hace regresar solo para reñirles.
Su llegada fue tan fuerte que provocó una ruptura en el tejido espacio-temporal, de la que fueron víctimas sus primeros acompañantes, Amy y Rory. Ella, con una vida que se escapaba a través de la grieta de su habitación; él, desapareciendo de la existencia (para luego regresar, eso sí). Con ellos vivió multitud de aventuras y formó una relación familiar de lo más extraña: sus mejores amigos fueron los padres de su pareja, River Song.
La relación del Undécimo Doctor con River Song es de lo más alienígena. Si la conexión del Doctor con Rose Tyler era gradual y evidente, Moffat ha dejado deliberadamente ausente el lado más romántico del Undécimo, para que tanto River como la relación tengan ese carácter misterioso y extravagante propio del protagonista.
Lo mejor de la relación entre el Undécimo y River es que empezamos a saber de ella antes de que él haga acto de presencia. River aparece por primera vez en los capítulos Silence in the Library y Forest of the Dead, escritos por Moffat para presentar su futura temporada. Gracias a River, nos preparamos para un Doctor cansado, más cínico y hastiado (aunque nunca se rinde) que el Décimo. “Eres tan joven”, le dice ella a él.
El Undécimo y sus frases gancho
Bow ties are cool – Las pajaritas molan.
In nine hundred years of time and space and I’ve never met anybody who wasn’t important before. – En 900 años de tiempo y espacio nunca he conocido a nadie que no fuese importante.
Geronimo.
Doctor Who?
Para bien o para mal, el Undécimo Doctor ha tenido una serie de frases gancho que, repitiese o no, llevaban buena parte del peso de su personalidad y algunas de sus escenas. Era su lado más juguetón, más infantil y más encantador. Por suerte, Matt Smith nunca olvida el lado trágico del personaje y aun cuando el Doctor intenta ser la criatura más adorable del universo, la tristeza trasluce a través de sus ojos.
Una curiosidad acerca de la pajarita del Undécimo: fue idea del propio Matt Smith (al igual que chaqueta de tweed). Moffat no quería que la llevara, pensando que era “una idea caricaturesca de lo que Doctor Who es”. Pero en cuanto se la puso, resultó obvio que el Undécimo Doctor tenía que llevar pajarita.
La Tumba del Doctor
Éste fue un movimiento arriesgado por parte de Steven Moffat. El showrunner llevó al Undécimo Doctor hasta el misterioso planeta Trenzalore, donde está la Tumba del Doctor y ante la cual la Primera Pregunta fue respondida (aunque nosotros no escuchamos la respuesta). Dejando a un lado el peligroso jugueteo con el Nombre del Doctor (el gran misterio de la serie, que si fuese resuelto ésta ya no tendría sentido), Moffat nos presenta una Tardis destrozada que va expandiéndose y sirve como tumba para el Doctor en un misterioso planeta. Un montón de preguntas que se plantean con el Undécimo aunque poco tiempo le queda para responderlas: ¿Por qué Trenzalore es tan importante como para ser la última morada del Doctor? ¿Qué ocurrió allí exactamente?
Consciente de su lado oscuro
El Undécimo Doctor se ve a sí mismo como el origen de muchas desgracias. La muerte lo acompaña allá donde vaya, haciendo daño a sus seres más queridos. Pero no puede renunciar a estar acompañado, lo necesita. Y, al mismo tiempo, sabe el bien que también provoca, las vidas que ha salvado, la dicha que ha llevado a otros.
El capítulo The Rings of Akhaten es en el que se hace explícito este concepto que tiene sí, con el paralelismo que crea el guionista Neil Cross entre el propio Doctor y el dios-parásito que atemoriza el planeta.
Vale, eso es lo que haré. Te contaré una historia.
¿Puedes oírles? Toda esta gente que vive aterrorizada por ti y tu juicio. Toda esta gente cuyos ancestros fueron devotos y se sacrificaron a sí mismos a ti. ¿Puedes oírles cantar?
Oh, te gusta pensar que eres un dios. Pero no eres un dios. Sólo eres un parásito, comido por los celos y la envidia y el deseo por la vida de otros. Te alimentas de ellos. De los recuerdos de amor y pérdida y nacimiento y muerte y alegría y dolor. Así que vamos. Coge los míos. Coge mis recuerdos. Pero espero que tengas un gran apetito porque he vivido una larga vida y he visto unas cuantas cosas.
Salí adelante en la Última Gran Guerra del Tiempo. Marqué el final de los Señores del Tiempo. Vi el nacimiento del universo y observé agotarse el tiempo, momento tras momento, hasta que nada quedó. Ni tiempo, ni espacio, ¡solo yo! He caminado por universos donde las leyes de la física son creadas por un hombre loco. He observado universos congelarse y creaciones arder. He visto cosas que tú no creerías, he perdido cosas que tú nunca entenderás. Y sé cosas. Secretos que nunca deben ser dichos. Conocimiento que nunca debe ser revelado. Conocimiento que haría que un dios parásito ardiese. Así que, vamos. ¡Cógelo! ¡Cógelo todo!
El tiempo se agota, Undécimo. Tu reloj se queda sin cuerda y tu adiós me romperá el corazón. Pero aún queda algo. Tus últimas grandes aventuras. Así que colócate bien la pajarita y salta conmigo.
Gerónimo.
[pinit]