Aunque la ciudad por excelencia de las bicicletas es Amsterdam, lo cierto es que Berlín no se queda corta. Muchas personas se desplazan en este medio de transporte, sobre todo los turistas, ya que por 6-10 euros puedes alquilar una todo el día y es la mejor manera de conocer cómodamente el centro. Lo más recomendable es coger alguna compañía que dispongan de guías (normalmente el precio se eleva a 15 o 20 euros) ya que así podrán explicarte la historia en cada parada. Además, seguro que éste te enseñará sitios que igual no aparecen marcados en la mayoría de las guías.
Habitualmente las salidas en bici se realizan por grupos dependiendo del idioma: castellano, inglés, alemán, francés e italiano, entre otros. El tiempo medio de los tours es de unas 4 horas y media, ya que se suele visitar los puntos más relevantes de la ciudad y se va parando por el camino para las respectivas explicaciones del lugar. En ese tiempo, también se realiza una parada para reponer fuerzas. Lo mejor es intentar ir en grupo reducido, ya que así podréis sugerir al guía los sitios que os gustaría visitar y podréis entreteneros más en las explicaciones.
La ruta suele ser siempre muy parecida, aunque lógicamente el orden dependerá del lugar donde se salga. Postdamer Platz, CheckPoint Chalie, el Muro, la Puerta de Brandenburgo, Monumento al Holocausto, el lugar donde antiguamente se encontraba el búnker de Hitler, la Isla de los Museos, Gendarmenmarkt, la Universidad Humboldt y la plaza en donde en 1933 tuvo lugar la quema de libros. Por supuesto, este recorrido puede variar según la compañía.
No todas las agencias parten desde el mismo sitio. Algunas como Fat Tire Bike Rentals salen desde Alexander Platz; también las hay que tienen salidas desde el ayuntamiento, como Hola Berlin; u desde Postdamer Platz como Vive Berlin Tours. Otras agencias que realizan también estos tours y que están muy bien son Insider Berlin y Berlín on Bike. Algunas de ellas, como Vive Berlín Tours, disponen también de tours en bicicleta por Postdam, donde se encuentra el campo de concentración más cercano a la ciudad.
Fotografía | Miguel Roa