Conociendo el método Dalcroze, III, por María del Mar Cabezuelo, autora invitada

Publicado el 30 noviembre 2013 por Agustin @TecleaTeCrea
EL PULSO MUSICAL CON EXPRESION MUSICAL!!! Los músicos enseñamos música y por ello tenemos que distinguirnos de los mátemáticos cuando contamos hasta cuatro siguiendo un tempo y sabiendo lo que en la teoría explicamos sobre el primer y tercer tiempo son fuertes y el segundo y el cuarto débiles. Los músicos tenemos que demostrar y enseñar que esto se convierta en música, de esa que nos conmueve y nos hace vibrar. 

Desde el punto de vista de la interpretación, sobre todo en la música clásica, no podemos pretender que quien nos escuche siga sólo el ritmo con el pie y sea siempre igual, arriesgando además a que deje de hacerlo y termine aburriéndose, como por desgracia a menudo pasa en algunos conciertos. La grandeza invisible pero latente que lleva intrínseca la música clásica pasa también por entender de esta otra manera el pulso musical y para enseñar este aspecto nada fácil, el método Dalcroze lo aplica haciéndolo vivir y experimentándolo a través de tantas actividades y juegos, sí, juegos, porque si nos divertimos, es sabido, aprendemos más, y no sólo los niños, también los adultos.


Sobre el pulso sabemos bien que puede ser regular o irregular según los acentos, pero pocas veces oímos que el pulso es también flexible (como cuando la distancia entre un pulso y otro se hace progresivamente más grande en el rallentando o progresivamente más corta en el accelerando). 

Para hacer un buen rallentando o un accelerando, con el método Dalcroze primero lo experimentamos cantando o escuchando la melodía en movimiento y sintiendo como esos pasos se hacen cada vez más grandes en el primer caso o más cortos en el segundo.  La energía cambia. Podemos experimentar tantos rallentando diferentes según en qué punto decidimos hacerlo y cómo cambia el valor expresivo. Podemos usar un instrumento de percusión para seguir el pulso e incluso golpear una parte de nuestro cuerpo diferente para entenderlo de otra manera, sin olvidar mantener una escucha activa en todo momento.

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