Ayer fue día de ambulantes para mí. Al menos por la mañana. Me tocó con uno de los adjuntos más accesibles del servicio. Será porque siempre me ha caído bien la gente con hoyuelos que le dibujan la sonrisa. Es un rasgo que se marca mucho en la gente alegre será por eso que dicen de que la cara es el espejo del alma.
"¿Qué experiencia tienes?" -Me dijo-. Y yo: "Tú, mejor parte de la base de que no sé nada, que no irás mal encaminado..." Y poco a poco fui conociendo como se trabaja, y me dejó coser varias veces, incluso manejando el prolene, que es un hilo al que aún le tengo un poco de manía. Lo bueno de ser una hoja en blanco es que puedes disfrutar mucho viendo como se escribe la historia con esas pequeñas cosas que ahora me parecen un mundo. Una de ellas fue aprender cómo se quitan uñas, que tengo que decir, que menos mal que la paciente no me veía la cara, porque me estaba doliendo a mí más que ella, que ya estaba perfectamente anestesiada por mi adjunto. Es que tengo que decir que me recordaba a una de esas pelis que le gustan a mi padre. No sé si alguien habrá visto "El crimen de Cuenca", pero si es así sabréis a lo que me refiero, aunque ya os digo que la anestesia había sido muy eficaz y a ella no le dolió nada. Creo que debía verse reflejado en mi cara, porque al llegar hoy me ha preguntado si he soñado con uñas y es que no se puede ser tan transparente a veces...
Al final de la mañana mi residente todoterreno (aunque yo prefiero llamarla 4x4, porque además es erre cuatro) me dejó coser una ceja de una abuelita que se había caído y estaba en la urgencia, y oye, después de tener tan buen maestro a primera hora, tengo que decir que no quedo mal, y que sorprendentemente estaba bastante segura de lo que hacía. Aunque claro, con compañeros así al lado es imposible no estarlo.
Como ayer era una buena guardia, porque estaba 4x4, y Carter (el adjunto más joven del servicio), y yo estaba súper motivada, decidí quedarme a comer. La verdad es que no hubo tiempo para el aburrimiento, porque estuvimos toda las tarde trabajando y me enteré un poco de cómo se hacen esas cosas que por la mañana y con tanta gente son difíciles de procesar. También estoy contenta porque le perdí un poco el miedo a eso de historiar y escribirlo en la urgencia, y es que no hay nada como empezar a hacer las cosas para descubrir que puedes hacerlas. Vamos, que seguiré pidiendo ayuda para todo, pero me siento un poco menos inútil...
Esta mañana, con la sensación de no haber salido del hospital, porque como ya os he dicho antes he pasado una noche regular, hemos ido a pasar planta con miss-surgery. Rubia, ojos verdes, guapísima y todo elegancia. Vamos que si tiene algún defecto yo aún no lo he encontrado, y resulta que además es simpática y muy buena con los pacientes, y he de decir que también con los resis. Sólo siento no haber estado un poco más despierta, para haberlo aprovechado más, porque ahora mismo, como veis soy una pequeña esponja dispuesta a absorber todo lo que pueda de los que me rodean.
Después y con un nuevo ataque de tos me he ido a neumo, el resto ya lo sabéis...