¿Una sola? Imposible… y ya va implícita la respuesta. Faltarían como mínimo: rosarina, persona, mujer, hija, nieta, hermana, esposa, directora, lectora, pero no me definen, señalan facetas de lo que soy o hago.
2.- ¿Cuándo se inicia tu aventura con la literatura narrativa?, ¿Fue un amor a primera vista o un romance al paso de los años?
De nena escribía las “redacciones” para la escuela, intenté varias veces un diario pero nunca me entretuvo escribir sobre lo real; en el secundario algunos relatos pero enseñé uno a una compañera que le gustaba leer y me dijo que no era bueno. Lo encontré hace no tanto, y lo cierto es que era tal vez demasiado complejo pero no malo. Siempre he estado invadida por historias, ocurre que pensé que era algo usual en todos; llevarlas o no al escrito no hace que dejen de existir.
No tengo hábitos, me siento y escribo; poseías a mano, y la narrativa en el ordenador porque necesito rapidez. Lo ideal es estar sola y que nadie me interrumpa, pero a veces se logra y otras no.
4.- Para escribir es necesario leer, así que ¿Cuál es tu escritor favorito? ¿Algún libro o libros imborrables en tu memoria?
Los que leí de nena continúan resultando los mejores, tal vez porque debía esperar que me los compraran. Son cantidad, desde Papaíto Piernas Largas a Huckleberry Finn o Mi planta de naranja lima y Jane Eyre, Corazón… Cuando iniciaba con un autor quería leer todos los que escribió, de M.L. Alcott leí hasta “Una chica a la antigua”. Lugones, Poe, Dickens, Verne, Salgari, Sawyer –el primer seudónimo que utilicé en el secundario, recién de adulto advertí que era el apellido del escritor- son los que primero vienen a mi memoria porque de ellos leí la mayoría que escribieron y se me fijó el nombre del escritor, en esa época no me fijaba mucho en los autores. Ni podría decir cuándo capté que eran varias las Brontë; lo cierto es que mi memoria es casi un desaparecido sin acción, recién te mencioné a Papaíto Piernas Largas pero ni pagando recuerdo quién la escribió. ¨Violeta”, ¿quién escribió esa novela? Era desopilante, estaría nombrándote y nombrándote títulos, todos arbitrarios, encadenados uno al otro sin idea del por qué.
Te puedo señalar dos de mis novelas preferidas como adulto: 1984 de Orwell porque esa historia de amor me resulta absolutamente desgarradora hasta perturbar y El tren llegó puntual de Böll, perfecta en todos los sentidos que puedo mencionar.
5.- ¿Tu labor como docente te ha ayudado a componer mejor tus escritos o es una actividad que desligas completamente de tu faceta como escritora?
No sabría qué decirte, no lo sé. Yo asumí que mi escritura sería sencilla, de maestra que sabe explicar, sin embargo me han dicho que es compleja, que incluso el lenguaje es casi un personaje más.
6.- Con respecto a Las Perdices, ¿Qué te llevo a escribir sobre relaciones de parejas tan realistas y trágicas?
Inicié con Ceniciente, y las otras siguieron. ¿Qué me llevó? ¿Mi humor, mi cinismo, este solitario XXI? Lo ignoro, es cómo si pudiera explicar por qué en otras es la Maldad o un asesino serial.
No, los personajes no son reales, la realidad no puede controlarse.
8.- A pesar del humor con el cual presentas tus pequeñas historias en Los Perdices, es indudable el mensaje subliminal de re-enamorarse o no hacerlo. ¿Crees que eso del amor verdadero son supercherías provenientes de la cultura o, que a pesar de los innumerables tropiezos y las claras decepciones se puede aspirar a algo que se le parezca?
Creo en el amor verdadero pero no sé si puede ser eterno. Con mi marido llevo años de casados, ¿eso implica que siempre va a estar enamorado? Imposible saberlo. Mis padres se amaron toda la vida, hace dieciocho años que mi papá no está y mi mamá lo sigue amando, y mi papá se aferraba a la vida con dolores indecibles para no dejarla a ella. Convengamos que las historias lindas, simples y cotidianas se relatan en segundos y no serían material para una novela. Ahora pareciese que el tema se hubiese modificado pero en ese sentido creo que lo mejor será leer el libro de las perdices, si no, sería como decirte dónde está Wally.
9.- Cuando finalizaste Los Perdices, ¿deseaste cambiar algo? ¿Cómo esperabas que reaccionaran los lectores ante tu libro?
10.-Ademas de Los Perdices, tienes una novela (tu consentida sin duda) “No dejes que muera”. ¿Qué puedes decirnos de esta obra? ¿Qué encontraremos en ella? ¿El estilo es parecido a Los Perdices o completamente diferente?
No dejes que muera es mi primera novela para adultos que fue publicada, no la primera que escribí. Ocurre que me gusta más que las perdices porque a pesar de que la historia gira alrededor de un asesino serial es una historia de amor; es un protagonista que puede sostener varias novelas, es muy intenso; en las perdices los masculinos son cobardes, no sostienen más de unas páginas.
Mejor, Nyra, te comento lo que otros me han señalado, porque lo cierto es que mi opinión sólo interesaría como lectora, y en este caso, la subjetividad prima. Según mi amiga Diana, van a encontrar mi mente: un laberinto complejo que funciona vertiginoso y pasional –con marcado erotismo-; difícil e inteligente. Las perdices serían como una muestra, en minutos leés historias desde diferentes miradas y todas distintas. Tenés tiempo, leés un relato y seguís otro día; en No dejes que muera si la interrumpís, vas a tener que retomarla del inicio para entenderla, aún así, podés leer en cualquier punto y vas a encontrar una trama.
11.- En relación al futuro, ¿Qué proyectos narrativos tienes previstos para este año? ¿Algún avance para nosotros? Finalicé un ensayo el mes pasado; ahora estoy escribiendo dos novelas, pero ambas fueron iniciadas antes de las perdices, y sin embargo todavía no las terminé de escribir, aunque están en mi mente.
12.-No puedo evitar querer conocer tu opinión como escritora y docente, con respecto a la situación de la literatura latinoamericana actual. ¿Que puedes discernir cuando observas el panorama literario? ¿Hacen suficiente las editoriales o los organismos culturales encargados, para promover la lectura en nuestros países?
Fíjate que a todo lo que siempre se sumó, ahora compiten con los libros digitales, que en su mayoría son pirateados. Si seguimos así, el libro en papel quedará como un objeto de lujo; ya es muy oneroso por el cambio al euro o al dólar, más el envío. Nos terminará ocurriendo como con “el todo por dos pesos”, felices compramos baratijas inservibles casi regaladas y nos quedamos sin industria; bajamos música y películas gratis, y ahora un CD o un DVD original es menos usual que un disco de vinilo.
Y la cultura subsidiada por el estado puede resultar o no; ¿quién decidiría qué publicar, qué apoyar, que publicitar? ¿Habría que ser amigo, conocido o del partido de quién? O aún más horroroso escribir dentro de los parámetros de “…” Prefiero un estado que genere un bienestar económico que permita que las editoriales afloren y puedan arriesgarse con escritores inéditos porque les implica perder el empleo o fundirse y del mismo modo, lectores que puedan adquirir libros sin tener que privarse; un estado que provea una educación tan esmerada y de calidad que los alumnos resulten lectores exigentes y desde allí, determinen el éxito de un libro, no del paquete mediático; un estado que ofrezca un patrimonio de bibliotecas donde prime la diversidad para que el lector decida qué leer.
Y en cuanto a estimular la lectura, te aseguro que en estos tiempos de encierro urbano es una necesidad; mi libro de investigación en educación desarrolla el tema, y como los alumnos precisan leer y aún más: escribir. Y si el vicio de la lectura se inicia desde pequeño, ya se conoce el resultado.
- ¿Cuál es tu palabra favorita? Amor
- ¿Cuál es la palabra que menos te gusta? Envidia
- ¿Qué te enciende creativamente, espiritualmente o emocionalmente? Casi todo, mi curiosidad vino con un motor propio.
- ¿Qué te apaga? Suelo decir: “si no van a ayudar que al menos no molesten y se quiten del medio” pero de todos modos, terminan desgastando.
- ¿Cuál es tu insulto/palabra coloquial/forma de maldecir preferida? La c. de tu madre es la que más utilizo, no sé si fue elegida; es la que puede aparecer más veces; también la rep. madre que lo parió; y algún que otro boludo o boluda.
- ¿Cuál ruido o sonido te gusta o prefieres? La risa, la música, la lluvia.
- ¿Cuál ruido o sonido detestas? Las cumbias villeras y afines.
- ¿Qué profesión distinta a la actual te gustaría intentar? Pintora.
- ¿Cuál profesión no te gustaría intentar? Sepulturero.
- Si el cielo existe, ¿Qué te gustaría oír decir a Dios cuando te vea llegar a las puertas del cielo? Te extrañé
La encantada fui yo, fue muy entretenido. Muchas gracias. r Y a ustedes lectores, ¿Que les ha parecido esta breve tertulia? . Espero que hayan disfrutado. Hasta la próxima!