Conociendo la Historia…por César del Campo de Acuña
Breve historia de la bicicleta
BMX, estilo low rider, de montaña, de paseo, tamdems, eléctricas…si, lo han adivinado, les hablo de las bicicletas, ya que resulta que estoy buscando bici (algo nada sencillo para un tipo de casi dos metros…por cierto, os dejo aquí un link interesante), esos cacharrejos que cuando éramos niños ansiábamos, cuando fuimos adolescentes olvidamos y que ahora como adultos utilizamos tanto que haríamos palidece de envidia al mismísimo Contador. Prácticas, baratas, sanas, manejables son solo algunos de los adjetivos que se le pueden poner a estos vehículos de dos ruedas que circulan a toda mecha por las ciudades en los cada vez más numerosos y serpenteantes carriles bici. Pero más allá de modificar nuestros hábitos de transporte y de variar para siempre el aspecto de la vía pública tras estos artilugios se esconde una interesante historia, que aunque breve, merece la pena ser contada.
Si bien es cierto que hay datos que apuntan a que en el antiguo Egipto y en China (mejor de la falsa bicicleta atribuida a Leonardo da Vinci en los años 60 ni hablamos) ya existieron artefactos de dos ruedas unidas por una barra, no es hasta el año 1817 cuando el Barón Karl von Drais inventa una maquina a la que bautiza con el nombre de laufmaschine o maquina andante (también conocida como bicicleta draisiana o caballo de pasatiempo). Aquel aparato rudimentario, construido en madera, con una dirección, asiento y dos ruedas extremadamente incomodo de montar (era denominado en su época como el “sacude huesos” no les digo más) fue el precursor de la bicicleta tal y como la conocemos hoy y, evidentemente, de la motocicleta.
Curiosamente, el pedal para propulsar la invención de von Drais no fue introducido hasta 1839 por (supuestamente) el escoces Kirkpatrick Macmillan aunque nunca patento el invento y se lo robo Gavin Dalzell, el cual lo difundió y durante casi 50 años lo hizo suyo. Durante todos esos años (desde su creación en 1817 a 1885) la popular maquina no hizo sino evolucionar y reinventarse cada poco tiempo. Por ejemplo (mucho después de la creación de la bicicleta de rueda alta de James Stanley) John Boyd Dunlop, el creador de la marca Dunlop, invento la cámara de aire para las llantas y la cubierta de caucho para evitar pinchazos. John Kemp Starley fue el que en 1885 creo finalmente la bicicleta que todos conocemos hoy en día (dos ruedas del mismo tamaño, pedales, una cadena de transmisión de la rueda trasera, y llantas neumáticas) y la bautizo con el nombre de “Maquina segura” (entiendan que hasta el momento de su creación la gente pedaleaba por ahí en las bicicletas de rueda alta y caerse de una ellas podía llegar a matar a su usuario).
Pero no fue hasta el 1900 que el mundo vio cómo nació el cuadro en forma de diamante que termino por dar el aspecto (y sobre todo la estabilidad) a la bicicleta. A pesar de todo, con el auge del automóvil, el vehículo inventado por von Drais perdió mucha popularidad y comenzó a ser utilizado únicamente como modo de transporte de recreo o de carácter deportivo (de hecho la bicicleta de pista no fue creada hasta 1960) pero con el paso del tiempo, la concienciación sobre el fatal impacto climático que el automóvil ha causado y causa, la bici ha vuelto a gozar de una excelente salud y como dijo el genial H.G. Wells:
“Cada vez que veo a un adulto sobre una bicicleta, no pierdo la esperanza para el futuro de la humanidad”
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