Pero la nueva ISO 14067 está basada también y es compatible con otras normas ISO que analizan el ciclo de vida de los productos (CVP) como la ISO 14025 “Etiquetas y declaraciones ambientales” y la ISO 14044 “Evaluación del ciclo de vida”.
Está claro el interés por realizar estas mediciones y es por ello que existen diversos estándares para calcular la huella de carbono, pero el reto es sentar una única metodología que permita a las organizaciones hablar en un mismo idioma y poder realizar una comparativa entre organizaciones, productos y servicios.
Por ello, la International Standard Organization está trabajando en la norma de reciente publicación ISO 14067 “Huella de carbono de productos. Requisitos y directrices para la cuantificación y la comunicación”
El objetivo de esta norma es sentar los principios y requisitos para hacer más transparente y comparable el cálculo y comunicación de las emisiones de CO2 a lo largo del ciclo de vida de los productos y servicios, es decir, desde que se producen hasta que se eliminan.
Aparte del análisis de ciclo de vida, esta nueva norma también trata los GEI, ya que contiene requisitos que establecen los límites para evaluar las emisiones de estos gases, su transporte, almacenamiento, etc.
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La ISO es una organización que ha desarrollado más de 18.500 estándares públicos y privados con validez global. Tiene 162 países miembros que representan el 98% del PBI mundial.
La adopción de normas sobre medición de huella de carbono por parte de ISO será clave para evitar que la proliferación de normas voluntarias, y oportunamente obligatorias sobre etiquetado de huella de carbono, perjudiquen a los productos provenientes de América Latina. En la actualidad participan en los grupos técnicos, el IRAM (Argentina), el ABNT (Brazil), el INN (Chile), la DGN (México), el ICONTEC (Colombia) y el INTECO (Costa Rica).
Normas ISO aplicables a la medición de GEI
La ISO ha aprobado, además normas sobre diversas materias relacionadas con el cambio climático, y tiene otras en desarrollo, por ejemplo sobre:
- ISO 14064: Especificaciones para cuantificar, monitorear e informar sobre emisiones de gases de efecto invernadero (y su remoción) (Partes 1 y 2); y especificaciones para validar o verificar las afirmaciones sobre tales temas;
- ISO 14065: Requerimientos y principios para órganos acreditados para la validación y verificación de gases de efecto invernadero;
- ISO 14066 (en desarrollo): Una norma que especificará los requisitos de competencias para equipos de validación y verificación de gases de efecto invernadero, incluyendo guías para su evaluación;
- ISO 14067 (en desarrollo): Norma sobre el cálculo de la huella de carbono en producto, y su comunicación incluyendo el etiquetado;
- ISO 14069 (en desarrollo): Un documento guía para la cuantificación e informe de emisiones de gases de efecto invernadero para organizaciones.
La nueva norma ISO 14067 que está desarrollando la ISO incluye una metodología para el cálculo de la huella de carbono en producto, y su comunicación incluyendo el etiquetado. La norma bajo desarrollo tiene dos partes sobre las cuales están trabajando grupos técnicos, la parte 1 (cuantificación) y la parte 2 (comunicación). Se espera que ambas estén completas en 2012.
La norma ISO toma como base la metodología de ciclo de vida ya contenida en normas ISO 14040 y 14044. El borrador, que ya está en circulación, especifica criterios y requisitos específicos para los estudios que procuren cuantificar la huella de carbono a lo largo del ciclo de vida del producto. Los estudios de ciclo de vida deberán definir el objetivo y alcance de la medición, realizar un inventario de emisiones, y evaluar el impacto de las mismas de acuerdo a la metodología descripta en la norma. La huella de carbono en producto estará determinada por la sumatoria de impactos.
A su vez, la segunda parte de la norma detalla los requisitos y principios y guías para la comunicación de la huella de carbono en producto, basada en el informe y otra información a partir del estudio de la huella de carbono. Por ejemplo, indica que si los resultados del estudio de huella de carbono serán comunicados a los consumidores, el informe de impacto debe ser verificado por una tercera parte independiente. El objetivo de esta segunda norma es lograr que las declaraciones públicas sobre huella de carbono en producto sean precisas, verificables, relevantes y no engañosas, proveyendo una estructura robusta para proveer información sobre huella de carbono a las partes interesadas.
Compatibilidad entre metodologías
El desarrollo de normas ISO, por su alto grado de aceptación internacional, permite la compatibilización entre diversos sistemas de medición de huella de carbono. En la actualidad las metodologías más utilizadas para la medición de huella de carbono en producto son la PAS 2050 desarrollada por Carbon Trust (Reino Unido) la cual tiene un enfoque de ciclo de vida de las emisiones procedentes de las actividades relativas tanto a la producción de bienes como de servicios; y el GHG Protocol desarrollado por el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) y el World Resources Institute (WRI) en conjunto con empresas y ONGs.
Bregar por la compatibilidad entre diversos sistemas de medición de huella de carbono es clave para América Latina. Por ejemplo, la ISO 14064 es consistente y compatible con el sistema GHG Protocol (utilizado por varias empresas brasileñas – ver Brasil e Mudanças Climáticas: Ação de Governo, Empresas e Sociedade Civil), y el Voluntary Carbon Standard (VCS) está basado en la ISO 14064 (partes 2 y 3) e ISO 14065. El PAS 2050 por su parte se construye sobre los estándares ISO 14040 y 14044 sobre manejo ambiental y evaluación de ciclo de vida, desarrollando requisitos para la evaluación del emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo del ciclo de vida de productos.
Pero hay muchas metodologías más, incluyendo aquellas utilizadas en Francia para su normativa de huella de carbono obligatoria que comenzará a regir en 2011 para el ámbito doméstico (Grenelle II). La aprobación de una norma ISO sobre huella de carbono en producto será útil, ya que podría ser tomada como el estándar internacional aplicable en futuros conflictos presentados en el ámbito de la OMC, constituyéndose de esta manera en el estándar al cual deberán atenerse países como Francia al momento de implementar normas que pudieran discriminar a productos importados según su huella de carbono.
Fuente: Internet