"Hay un Dios, que es el modelo a imitar. Es un Dios
externo, que está en lo alto, por encima de nosotros. Este modelo da lugar a un
modelo social vertical que afecta a todos los campos del quehacer humano. Desde
aquí se justifica que algunos, pocos como Dios sólo hay uno, estén arriba y
tengan más poder o poder sobre los otros que están abajo. Desde aquí se puede
comprender también cómo tiene gran valor internamente
en uno todo aquello que está en lo alto, personajes de distintos campos que están
en lo alto de la pirámide social, que tratamos de imitar y que sentimos que
tienen más valor que nosotros, incluidos nuestros ámbitos.
El que sea externo tiene otras
consecuencias. Entre ellas, que lo que valoramos es externo también. Y en este
sistema tiene valor quien más bienes tiene, quien sobresale sobre el otro en lo
tangible o quien tiene más prestigio... Además supone también que la moral
implantada sea externa, con reglas externas que afectan a lo personal y también
a cualquier actividad social.
Este Dios es juez y castigador, y
se resiente cuando los humanos, a los que él ha creado, tratan de ser como él
comiendo el fruto del Árbol de la Vida, buscando convertirse en dioses. Como
respuesta, como venganza, como castigo los echa del Paraíso, perdiendo aquellos
la “unidad perdida”. Serán culpables siempre de aquel “pecado”, de aquello que
hicieron, serán culpables por lo que piensen, digan, hagan o dejen de hacer,
serán además culpables todos sus descendientes... y serán salvados por alguien,
el hijo de Dios, que sacrificará su vida por ellos... y aquí aparece otro
valor: el sacrificio, que justifica “vivir en este valle de lágrimas”; en
síntesis, justifica el dolor y el sufrimiento, como vías de liberación.
Los castiga también
esclavizándolos cuando dice “ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
Y esto también lo tenemos profundamente incorporado. Si no ¿Cómo es posible que
miles de millones de seres humanos trabajen por salarios miserables para
sobrevivir a duras penas y no se rebelen? ¿Cómo es posible que las poblaciones
“occidentales” miren hacia otro lado, consumiendo sin cuestionarse que lo que
consumen es producto de la esclavitud? Y ahora mismo, cuando ciertos colectivos
defienden una renta básica universal (38) para todo ser
humano por el hecho de haber nacido tal, que le permita cubrir sus necesidades
básicas ¿Cómo es que nos resistimos a defender abiertamente tal propuesta, que
sería absolutamente liberadora? ¿No será que esta venganza bíblica –con sutiles
justificaciones- nos tiene atrapados el pensamiento, el corazón y la acción?.
Ese Dios, apoyándose en ciertos
mandamientos, dice lo que es bueno y malo y nada ni nadie queda libre de esa
mirada y de ese juicio y, como consecuencia, del castigo que corresponda, castigo
que ha de ser público para escarmiento de todos.
Ese juicio permanente lo llevamos
en nuestras conciencias. Nuestro mundo interno está teñido por ese juicio
sistemático de lo que está bien y lo que está mal en uno mismo y en los otros,
y actuamos –aunque a veces sea muy sutilmente- vengándonos, castigando... para
“poner las cosas en su sitio”. 44
Desde
este modelo vertical, acepto que me “castiguen” o “castigar”, según si estoy
arriba o abajo. El mismo mecanismo que me puede permitir también ver cómo si
alguien “cae” internamente para mí, no valoro o no me importa su castigo.
Todo y todos quedan teñidos por
esa división, por esos bandos de buenos y malos. Queda dividido, teñido nuestro
mundo interno y queda teñido el mundo externo, todo el tejido social. Los
bandos están instalados y, por tanto, la “guerra”, la violencia, la imposición
de unos sobre otros... y la justificación de todo ello para que el mito siga
vivo.
Pero este mito que opera en
nuestras vidas va cayendo y en esa caída se ha ido externalizando aún más. El
racionalismo y el individualismo a ultranza corresponden con las últimas etapas
de este mito y son la expresión de la desconexión con lo Sagrado que hay en
cada uno.
¿Cómo no sufrir y generar
sufrimiento en un medio, en el que está rota la relación con los otros, en el
que para tener éxito y ascender en la escala social has de aislarte del otro o
aislarlo, en el que se justifica cualquier acción para conseguir ese objetivo:
en quedar “por encima” del otro como sea?. ¡Qué desconexión de la experiencia
de lo humano en uno mismo y en los otros!.
Esta forma gobierna nuestras
conciencias y nuestro mundo de relaciones, decíamos. Es el sistema, es la
cultura en la que vivimos, esta cultura occidental que ha invadido el planeta
entero, a la que aludiera tan claramente Silo en Grotte39. Nos
guste o no, es así. Tan es así que la hemos incorporado a nuestros proyectos
más queridos, a los que sin darnos cuenta hemos llevado los bandos, los juicios
y los castigos.
Y mientras no fracasemos a esta
forma mental, a este modelo, difícilmente podremos incorporar en nosotros otro
paisaje interno que se manifieste afuera. Es desde aquí que, para mí, toma otra
profundidad aquella frase de Silo cuando dice que “mi Mensaje es para los
que llevan el fracaso en su corazón”40.
Aceptar en profundidad que hemos
fracasado y comprender que no hay culpables, nos puede permitir que
internamente se desmonte este armado, y se incorpore en nosotros otra forma
mental, otro Mito que ya está presente, que se está desplegando y del que, por
tanto, no podremos observar todo su vuelo.
De este nuevo mito, rescatamos
algunas pinceladas. Es un Mito que habla de un ser humano que pone la
referencia adentro, en el registro, en una dirección que le lleva hacia una
creciente unidad interna buscando la trascendencia inmortal, sabiendo que lo
mortal y lo inmortal
son manifestaciones de lo mismo. Un ser humano que busca no oponerse a la
evolución de las cosas, no forzar ni oponerse a una gran fuerza, comprender que
todo está bien cuando marcha en conjunto (los distintos aspectos de su vida
pero también cuando va bien la vida de quienes le rodean, cuando toda la
humanidad vaya bien); un ser humano para el que todos los momentos y
situaciones que le tocan vivir –y que no elige tantas veces- son positivos, le
enseñan algo; que no niega el placer cuando a nadie perjudica; que disfruta de
cada momento cuando hace algo que siente que ha de hacer pero sin esperar
resultados; que va a la raíz de los problemas; que busca hacer desde la
libertad interna, que pone como máximo valor tratar al otro como quiere ser
tratado, que comprende que aquellos bandos en los que le toca vivir no los ha
elegido, como no los han elegido quienes están en bandos opuestos... que
considera que sus acciones válidas van acumulándose poniendo la base para la
trascendencia.
Este mito explica que la forma
mejor para liberarnos es ayudar a otros a eliminar la contradicción, el dolor y
el sufrimiento en el que viven.
Es un mito que habla de no
imponer a otros nuestro modo de ver las cosas porque esto es violentarlos y
violentarnos, y de no aislar al otro, entonces.
Es un mito que habla de que no
hay culpables, por tanto nos libra de estar juzgando y castigando, si fuera el
caso, los comportamientos o expresiones de los otros y de nosotros mismos.
Es un mito que propone un sistema
social horizontal, que corresponde con una forma mental que se agranda hacia
adentro de la conciencia con el mismo volumen con el que se expande afuera,
construyendo un mundo interno y externo en el que se experimenta esa máxima
Siloista de “nada por encima del ser humano y ningún ser humano por encima
de otro”.
Un modelo que ve al hombre y su
relación con el mundo en estructura. Es un modelo que une, inclusivo y
no violento, en el que todos sus miembros son necesarios para el Todo. Cada
cual desarrollando su función, ni mejor ni peor unas u otras si van en una
dirección humanizadora, sino todas aportando su nota a la gran obra de la Vida,
proponiéndonos que nos pongamos en disponibilidad para que el “otro” desarrolle
al máximo y del mejor modo posible su “Propósito” y cada cual el suyo."
Notas:
37 El judaísmo, cristianismo e Islam comparten mito y hunden sus raíces en Hammurabi. Para más información al respecto, recomendamos ver la charla de SILO en Grotte: https://www.youtube.com/watch?v=VzbAA3xco6w y la lectura de la monografía sobre Venganza, Violencia y Reconciliación de LUZ JAHNEN. Parque Schlamau. 2014.
38 www.redrentabasica.org/
39 SILO hablando con amigos en Grotte (Italia) 8/05/2008. Enlace: https://youtu.be/VzbAA3xco6w
40 SILO. Charla sobre “El espíritu y la opresión”. Valparaíso (Chile). 22 de Enero de 1969.
Tomado de:
Camino en la búsqueda decompletar el alma.
Juana Pérez Montero: juanaperezmontero@gmail.com
Centro de Estudios Parques de Estudio y Reflexión Toledo
Septiembre 2015