Consecuencias políticas de la crisis de 1929 y posterior recesión

Por Pedro
En política exterior, debido a la crisis, se interrumpió la atmósfera de cooperación y concordia iniciada en Locarno (1.925).  Se recrudecieron los nacionalismos y fracasaron los intentos de cooperación (un buen ejemplo fue el fracaso de la Conferencia de Londres en 1.933). Hacia 1938, las relaciones económicas internacionales estaban colapsadas lo que era un fuerte obstáculo para unas buenas relaciones políticas. Por otra parte, se observa un  descrédito de las democracias parlamentarias. Se tacha al liberalismo de su incapacidad para hacer frente a una crisis de estas dimensiones. Paralelamente, hay un auge de los movimientos de corte fascista ("hijos de la crisis") y de corrientes antipalamentarias y xenófobas.
El caso más claro de relación crisis y auge del nazismo se dio en Alemania. Si observamos la tabla adjunta de los resultados a las elecciones al Parlamento, vemos que el Partido Nazi era votado por un pequeño porcentaje de la población durante los años de la prosperidad (1924-28) y el gran aumento que experimentó desde la llegada de la crisis hasta convertirse en el partido más votado y propiciar la llegada de Hitler al poder (1933).
En varios estados se instauran regímenes autoritarios: Austria, Hungría, Yugoslavia, Bulgaria, Grecia, Japón, varios de América Latina... Y en otros, de fuerte tradición democrática, aparecieron grupos afines a las doctrinas fascista: Bélgica (Degrelle), Suiza, Dinamarca, Dinamarca, Noruega (Quisling)... No llegó a tener fuerza el fascismo inglés dirigido por Oswald Mosley. Bien es verdad que también se formaron frentes populares deizquierdas para frenar el avance fascista, como en Francia o España.
De todas formas, hay que señalar un aumento del poder del ejecutivo en la mayoría de los países democráticos: en los EE.UU. crece el poder federal y el del presidente, en Inglaterra aumenta el poder de los ministros en detrimento del parlamento, en Francia se nota un aumento de los decretos-leyes...