El ambiente está lleno de pronosticadores. De personas que por doquier están diciendo que una cosa será u otra no. Qué es lo bueno, lo que se debe hacer. En fin, consejeros del fracaso y como ya nos podemos imaginar, en el fútbol, esta no es la excepción; Por ello, quise dedicar este artículo a estos personajes, medio “aguafiestas” y explicar las consecuencias que sus comentarios pueden tener en los equipos y sus jugadores. Ahora bien, siempre que se aproxima un partido importante o para ser más específicos, ahorita en época del Mundial 2014, nunca puede faltar la presencia de estos personajes y sus comentarios sobre las distintas formas (que según ellos deben tener los jugadores) de entrenarse, jugar, alimentarse, entre otros. Rápidamente, estos comentarios empiezan a regarse y es allí cuando comienzan a entrar a la mente de los jugadores todo tipo de ideas, muchas que los distraen del propósito esencial (ganar) o pueden generar en ellos angustia. Por ejemplo, pueden pasar por sus mentes preguntas como: ¿El equipo habrá entrenado lo suficiente? ¿Habremos comido bien? ¿Nuestra dieta será la correcta? ¿Estaremos jugando de la mejor manera o nos estará faltando algo? Y así como estas, muchas más.
En este caso es necesario, que los jugadores o todo el equipo como tal, revisen sus propósitos, concienticen que todos se prepararon para lograr una meta (que como siempre, es ganar), que lo importante ante cualquier juego es mantenerse enfocado, mentalizado, visualizando la meta y convencidos de que se va a poder. Deben confiar en el plan de preparación que realizaron o están realizando funcionara: “Con esta dieta, este entrenamiento y con ayuda de todo el equipo vamos a lograr nuestro propósito”. Para concluir, es importante que los jugadores y sus fanáticos sepan que estos comentarios no les resultan útiles de ninguna manera, lo importante es que los equipos se sientan preparados para lograr su objetivo junto con el apoyo de sus fanáticos, ya que, el entorno puede conspirar con el éxito futuro que pueda tener un equipo. Así que, cada jugador debe actuar de forma firme, y convencido de que él y el equipo al que pertenece están preparados para obtener el resultado que quieren, de lo contrario ¿para qué lo van a intentar?