Consejos de blogging para pequeñas empresas

Por Lorena White @lorenagwhite

No hace mucho que hablé en otro post de este blog sobre la importancia que podía llegar a tener un blog para una pequeña empresa. En ese post había algunas razones por las que, partiendo casi de cero euros, una pequeña empresa podía empezar a labrarse una imagen mucho más completa en Internet; además de contaros cómo un blog podía ser útil para este fin o qué cosas buenas aportaría a la estrategia digital corporativa.

Hoy este post va dirigido a esos mismos pequeños (pero grandes) empresarios que YA han empezado a gestionar la imagen de su marca en Internet a través de un blog. Desde mi experiencia en el mundo del blogging y como consumidora de marcas y lectora de blogs, espero que estos 5 consejos express sobre blogging para pequeñas empresas, les ayuden a gestionar un poco mejor su pequeño espacio ;)

1. No expreses una idea, cuenta una historia:

Hace tiempo también escribí un post sobre storytelling en el que contaba la importancia de las buenas historias por encima de un mensaje de venta machacón y cómo esta técnica puede ayudar, sobre todo, a potenciar una marca a través de una regla básica: COMPARTIR HISTORIAS, NO SOLO IDEAS, y así tratar conectar de una forma sentimental con el consumidor, para que se sienta mucho más que eso. Para que se sienta parte de la historia.

2. Comparte contenido interesante para tu target:

En el post sobre blogs corporativos hablábamos de que un blog podía ser una buena herramienta para establecer una relación de confianza entre cliente-empresa. Y es totalmente cierto. Leyendo un blog interesante, con contenido relevante sobre, por ejemplo, el sector de la empresa o sobre el proceso creativo/productivo de la misma, un cliente desconecta y empieza a aproximarse a la empresa de forma muy diferente. Normalmente, un cliente es reacio a recibir mensajes corporativos, puesto que siempre o casi siempre hablan de que tienen que comprar o consumir el producto o servicio en cuestión, pero si esa aproximación al cliente, sin cambiar el principal objetivo que es generar ingresos para la empresa, se hace mediante un blog de contenido relevante, el cliente cambia el chip. Ya no sólo puede llegar a interesarle lo que vendes, sino también lo que dices y lo que tienes que contarle. El nivel de prescripción de la marca en cuestión, gana puntos en la medida en que cree contenido de valor en su blog.

3. Observa a la competencia:

Observando cómo la competencia gestiona sus blogs, qué tipo de posts suben o cómo cuentan las cosas que cuentan, se pueden encontrar vías de diferenciación (¿cómo puedo hacerlo yo para que sea diferente?) que atraigan a los clientes. Al igual que hay muchos blogs que hablan de temas similares y al final sólo triunfan aquellos que se diferencian, un blog de empresa tiene que diferenciarse no sólo por la empresa en sí (el tipo de producto o servicio, la marca, etc), sino también por la forma de hacer las cosas. Y eso se aprende, de inicio, observando.

4. Identifícate como autor:

Una de las cosas que más me gustan de las pequeñas empresas, es que generalmente las personas que trabajan en ellas son mucho más accesibles que en las grandes corporaciones. Identificar desde el primer momento al autor de un blog, decir cuál es su papel dentro de la empresa y que el lector le conozca, es una forma más de ir más allá de una página de “EQUIPO” o de “ACERCA DE NOSOTROS” de cualquier web. La forma en la que escribe alguien en un blog, la manera más o menos persuasiva o graciosa que tenga de contar las cosas, puede marcar la diferencia.

5. Alterna posts corporativos con posts más personales. Programa tu contenido:

“Un día dentro de la oficina” es una forma de crear un vínculo más personal con un post. Estos tipos de entradas, que permiten al lector ver más allá de los productos o servicios que vende una empresa, puede ser una buena forma de acercamiento y fidelización. Por supuesto, nunca está de más hacer posts sobre los últimos productos que hay disponibles en la tienda o sobre los últimos trabajos realizados. Lo mejor para saber cuándo subir según qué tipo de entrada, es programar varios días fijos a la semana e ir alternando temáticas.

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Post dedicado a mi amiga Elena, que sé que me lees :)