1-LEER LAS ETIQUETAS DE LO QUE TE LLEVAS A CASA: En las etiquetas de los productos elaborados debe figurar la cantidad de grasa que contienen y, además, especificar qué tipo de grasa (monoinsaturadas, poliinsaturadas, trans...). Procura decantarte por los que especifican que no contienen grasas trans, que son las que hacen aumentar el colesterol malo.
2-UN BUEN MASAJE: Recibir un masaje también ayuda a movilizar las grasas y permite atacar las zonas donde suele acumularse. En casa, hazte un automasaje, mucho mejor si es con una crema reductora. Y si lo haces tras hacer deporte, multiplicas los efectos.
3-ALIMENTOS IMPRESCINDIBLES: Hay alimentos que tienen un efecto termogénico, es decir, favorecen la aceleración del metabolismo y el cuerpo quema más grasa y de modo más rápido. -Alcachofa: su combinación de fibra soluble y fitoesteroles disminuye la absorción intestinal de las grasas. -Piña: La bromelina que contiene esta fruta (si es natural y no enlatada) facilita la digestión de las grasas. -Pomelo: Su riqueza en flavonoides, además, impide que se formen placas de grasa en las arterias.
5-DESAYUNA SIEMPRE: Para acelerar tu metabolismo. -Come cada cuatro horas: El cuerpo está constantemente quemando energía pero si no le aportas alimento durante horas, entra en estado de alerta y reduce la cantidad que quema por si pasa hambre. No te conviene. -Come despacio, ya que según un estudio japonés, esto activa el metabolismo y acelera el gasto calórico.
6-ESTRÉS: Tomarse las cosas con filosofía es bueno para todo. -Grasa abdominal: Si necesitas incentivos para apuntarte a técnicas de relajación o simplemente para buscar un rato para desconectar, piensa que según estudios, las mujeres estresadas, acumulan más grasa en el abdomen.