¿Y quién no quiere ahorrar? Todos, hasta los que tienen importantes cuentas corrientes con ilimitados ceros. No obstante, no es tarea imposible, todo es proponérselo. En este artículo, vamos a dar unos consejos para que ahorrar sea una tarea más fácil y llevadera:
Descartar la típica hucha casera es una buena idea, pues salvo en contadas excepciones a la regla, la mayoría de personas, romperemos nuestra promesa de ahorrar a las primeras de cambio que nos veamos con necesidades económicas (eso incluye la cervecita el domingo viendo el fútbol).
Lo más idóneo es contratar un seguro de ahorro con una compañía aseguradora, o bien un plan de ahorro en un banco, no obstante, se deben asegurar que los beneficios que se obtienen son a renta fija (salvo que los ahorradores conozcan los riesgos de la renta variable, y tengan conocimientos de los movimientos en el mercado bursátil, para una vez termine los plazos, no llevarnos un disgusto.
Por probar nada se pierde, se puede empezar por una cantidad más módica(30 euros mes), o incluso existen planes que no necesitan de un ingreso periódico, sino de un mínimo anual (300 euros año), con lo que le da un mayor margen al ahorrador.
Puede que ahora se vea como una hazaña complicada, pero "el hábito hace al monje", y el esfuerzo traerá la satisfacción el día que venza y dispongamos del ahorro acumulado.