Revista Boda

Consejos para Almacenar Tu Vestido Si Has Tenido que Posponer la Boda

Por Aranchawp @MeigayCaldero

Sólo hay algo peor que posponer la boda, y es cancelarla. Porque, efectivamente, el hecho de retrasar la fecha del sí, quiero es muy doloroso para cualquier pareja. 

Hay tanta ilusión, tantas expectativas y tanto esfuerzo detrás de cada boda que se organiza... Y tantas molestias para cambiar la fecha, no nos vamos a engañar. Hay que rehacer la lista de invitados, volver a negociar con los proveedores, incluso cambiarlos o modificar la decoración o el menú en muchos casos.

Y qué decir del vestido de novia. Porque muchas deben recogerlo de la tienda o del atelier y guardarlo en casa hasta que llegue el día de la boda. Al fin y al cabo los establecimientos no pueden almacenar decenas de vestidos ya confeccionados y adaptados durante meses, por lo que es necesario que las novias los retiren aunque falte mucho para el enlace.

Si es tu caso, en este post encontrarás una guía básica para almacenar tu vestido en casa si has tenido que posponer tu boda.

Consejos para almacenar tu vestido si has tenido que posponer la boda

Lo básico

Si te has visto obligada a retrasar la boda tendrás que plantearte almacenar tu vestido hasta el día en que te lo pongas, más allá de dejarlo en la percha y la funda que te hayan facilitado en la tienda. 

Pide consejo en la tienda o el atelier para conservar tu vestido hasta la boda. Ellos son los que mejor saber cómo mantenerlo en perfectas condiciones. 

Según el tipo de vestido

Los vestidos más ligeros y sin aplicaciones, bordados y pedrería resisten mejor el almacenaje colgados de una percha y en una funda. Al pesar poco el peso se repartirá mejor mientras están colgados y se deformarán menos.

Los modelos con capas, con tejidos gruesos y con muchos adornos no deberían almacenarse colgados de una percha. Incluso aunque tengan cintas para repartir el peso mientras están suspendidos, el tejido perderá su forma. Los hilos de bordados y abalorios soportarán demasiada tensión, por lo que hasta pueden llegar a romperse. Los hombros y mangas pueden terminar por adoptar la forma del borde de las perchas, incluso pueden llegar a rasgarse si se trata de materiales muy delicados. 

Los vestidos con corte al bies o con pedrería se conservan bien en su funda doblada a la mitad y colocada en posición horizontal.

Colgado de una percha

Tener el vestido colgado durante varios meses puede terminar pasándole factura. Puedes solucionarlo descolgándolo cada 1-2 meses y dejándolo bien estirado sobre una superficie horizontal durante 1-2 días y luego devolviéndolo a su percha y su funda. El sitio en el que lo deposites debe ser lo suficientemente grande para poderlo estirar  por completo, debe estar bien ventilado, resguardado de la luz del sol, sin humedad y a salvo de peques y mascotas. 

Vestido de novia estirado sobre una cama

Si tu armario no es lo suficientemente alto, es mejor que pongas un gancho en una puerta y lo cuelgues allí para que pueda estar completamente estirado.  

La percha

La percha debe estar acolchada y tener un material antideslizante. Es muy importante que el tamaño de la percha sea el mismo que el de los hombros del vestido. Si es muy corta, al colgar de ella el vestido terminará por hacer arrugas que se marcarán durante el tiempo que esté guardado. Si es muy larga, corres el riesgo de que se mueva y el vestido quede colgando de manera irregular, algo que generará arrugas y que deformará el tejido. Las perchas que te dan cuando lo recoges de la tienda no suelen estar pensadas más que para sostenerlo unos pocos días, por lo que es mejor que la tires y que te hagas con una adecuada. 

Vestido de novia colgado de una percha

La funda

La funda debe tener un tamaño suficiente para contener tu vestido. Si es muy pequeña aparecerán arrugas por todas partes y es muy probable que se mueva de su posición. 

El material debe ser transpirable, por lo que el plástico es la peor opción. Lo mejor es elegir una funda hecha con materiales orgánicos y sin teñir.

No te olvides de dejar una pequeña parte de la cremallera sin subir para que el aire circule.

Almacenado en horizontal

Si vas a almacenarlo en una superficie plana, necesitarás sábanas, toallas, papel de seda o cajas. Todos estos materiales deben estar libres de ácidos para que no amarillee el tejido.  

Al doblar el vestido hazlo con cuidado, colocando toallas, paños o papel entre cada uno de los pliegues para evitar las arrugas. Esto también te servirá para mantener a salvo los bordados, aplicaciones y abalorios. 

Termina envolviéndolo en una sábana blanca (mejor de algodón) para protegerlo.

Consejos de almacenaje

Almacénalo en un lugar oscuro, fresco y seco.

 

Evita la acción de los insectos. Para ello puedes colocar unas bolas de madera de cedro en el armario en el que lo guardes. O una bolsa con lavanda y otras hierbas aromáticas que repelan a los insectos. Los antipolillas comerciales suelen tener un olor muy fuerte que se impregnará sin remedio en el tejido. En cualquier caso, lo que utilices no debe estar en contacto directo con la funda, así no correrás el riesgo de que se manche o se deteriore el vestido.

 

Lavanda

Puedes colocar en la funda una o dos bolsitas de gel de sílice para evitar la humedad.

Guárdalo a salvo de malos olores, porque los tejidos los absorben con mucha facilidad.  

Si el vestido está compuesto de varias partes, guárdalas como piezas separadas. Me refiero a que falda y cuerpo no estén unidos, a que lleve una sobrefalda con cola, una chaqueta o una capa, etc.

La manipulación

Cuando toques el vestido, hazlo con las manos bien limpias, secas y libres de cremas. Los aceites y suciedad de la piel se traspasan fácilmente al tejido, produciendo manchas y decoloraciones. Si quieres un plus de seguridad a la hora de manipularlo, ponte unos guantes blancos de algodón.  

Pruebas y arreglos

Reserva con tiempo cita con tu modista por si hubiese que arreglarlo de nuevo. Puede que tengas que hacerle algunas modificaciones en caso de que cambie la temporada en la que te cases o si ha cambiado tu fisionomía. 

Revisa el vestido cada 1-2 meses y, sobre todo, 2 meses antes de la boda para comprobar su estado y si hay que hacer algún arreglo. 

Si te vas a probar el vestido mientras lo tengas en casa, hazlo siempre con mucho cuidado. Evita hacerlo si estás maquillada, si llevas perfume, desodorante o si estás sudando. Todo ello puede manchar el vestido en el momento, pero incluso aunque no lo hagan, las sustancias químicas pueden acelerar la decoloración del tejido.

Novia probándose el vestido y los zapatos

Guárdalo fuera de tu vista, porque si lo tienes delante a diario, terminarás por hartarte de él. Sácalo únicamente para revisarlo cada cierto tiempo, nada más.

El seguro

Consulta las condiciones de tu seguro de hogar, para saber si la cobertura del contenido afectaría al vestido almacenado en casa si le sucediese algo. Si si has contratado un seguro de bodas, mira también el condicionado por si cubre los daños a tu vestido. 

Tanto si vas a poder estrenar tu vestido ya como si tienes que guardarlo todavía unos meses más, te deseo que lo disfrutes muchísimo de él y de la propia boda.

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La primera vez que apareció el post Consejos para Almacenar Tu Vestido Si Has Tenido que Posponer la Boda fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?


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