Esta semana ha sido muy ajetreada, no os podéis imaginar cuánto. El piso se quedó vacío el domingo pasado y ya está alquilado de nuevo, y eso gracias al excelente trabajo de mi agente inmobiliaria, que ha conseguido todo un récord: alquilar de nuevo el piso en 5 días.
Al hilo de esta experiencia os dejo algunos consejos útiles sobre cómo volver a alquilar un piso.
Crea un fondo de gastos del alquiler
La última vez, el piso tardó bastante en alquilarse, no se si por la época del año o por la crisis, que hizo que finalmente hubiera que revisar a la baja la mensualidad. Fueron dos meses de incertidumbre, en los que tuve que reorganizar las finanzas familiares, ya que dejé de ingresar la mensualidad del alquiler, y hubo que desviar parte del dinero destinado a otros menesteres a pagar la hipoteca y otros gastos.
Como en cada situación nueva a la que te enfrentas, lo importante es sacar las conclusiones oportunas para mejorar la próxima vez. En este caso, decidí crear un fondo de gastos de alquiler en cuanto volviera a tener el piso alquilado. Y así lo he hecho, he ido guardando una parte de la renta del alquiler en una cuenta ahorro para cubrir los gastos en caso de que el piso se quede vacío durante una temporada.
Además, gracias a este fondo, es mucho más cómodo hacer frente a gastos que tienes cuando entra un inquilino nuevo: adecentar el piso, pequeñas reformas, las gestiones del agente inmobiliario o el nuevo certificado energético de la vivienda. Todos estos gastos se concentran en el intervalo entre la salida de un inquilino y la entrada de otro, pudiendo alcanzar una cuantía importante.
Empieza a moverte cuanto antes
Cuando un inquilino te llama para cancelar el contrato de alquiler, lo primero que piensas es cuánto tiempo tardarás en volver a alquilar tu piso y si es justo o no que incumpla el contrato que estaba acordado para un tiempo determinado. No te centres en si tiene que darte una compensación o no por cancelar el contrato antes de tiempo. El inquilino va a salir y tu dejarás de percibir la renta del alquiler, esa es la realidad.
Evita el conflicto, te conviene que el inquilino abandone el piso cuanto antes y de la mejor forma posible. Un discusión sólo puede acarrearte consecuencias negativas si te topas con alguien irascible.
Acuerda con él la fecha de salida y los términos de devolución de la fianza. En el caso de que la tengas depositada en la administración, adviertele que tardarás un mes en recibirla desde que avises que el contrato se ha resuelto. No olvides comentar que tendrás que restar de la fianza los suministros que queden por pagar o acordar con él el pago de los mismos.
Pon toda tu energía en buscar un nuevo inquilino, eso es lo que importa. Conseguir un nuevo inquilino es volver a poner la máquina en movimiento, así que, en cuanto sepas que el piso va a quedarse vacío, anuncia tu piso de nuevo, llama a tu agente inmobiliario o cuelga el cartel de “Se alquila”.
En contraprestación por la cancelación anticipada, pide al inquilino que te permita enseñar el piso mientras él sigue allí, obviamente, previo aviso y estando el inquilino en el inmueble. Si has mantenido una relación cordial y has evitado un enfrentamiento en este proceso, seguramente entenderá tu situación y no se negará. Esto te permitirá alquilar de nuevo tu piso en menos tiempo, si ya hay gente interesada en él.
No puedes hacerlo todo tú solo
Es cierto, salvo que estés en una situación en la que lo único que te sobre sea tiempo, no es lo mejor que te encargues de todo tú mismo. Puede que pienses que te puedes ahorrar algún dinero, pero si lo piensas detenidamente, en muchos casos el beneficio percibido desaparece.
Tener una persona que se dedica a gestionar el alquiler de tu piso es muy conveniente. Piensa en las horas que conlleva asistir a la salida del inquilino anterior, revisar el estado del piso, anunciarlo, atender las llamadas, realizar las visitas, organizar la firma del contrato, etc. Si además se da la circunstancia de que tu piso no está en la ciudad donde resides y tu trabajo te deja poco tiempo libre, cómo es mi caso, las ventajas se multiplican, tanto económicamente (gasolina, peaje, etc) cómo por lo que gano en tranquilidad y tiempo para mi familia.
Además, a veces, hay que realizar pequeñas tareas para que entre el nuevo inquilino: sacar algún mueble, reponer algún accesorio o limpiar de nuevo. Seguro que todo eso puedes hacerlo tú, pero si no tienes mucho tiempo puede ser ventajoso que lo hagan otras personas. Un buen agente inmobiliario tiene los contactos necesarios para que se lleven a cabo esas tareas.
Os cuento una experiencia. Como ya sabréis es necesario que las vivienda que van a ser alquiladas o vendidas a partir del 1 de Junio de 2013, tengan un certificado energético (hay algunas excepciones). Tras informarme y cómo soy ingeniero, decidí realizarlo yo mismo. No era complicado y lo terminé en poco tiempo, pero 2 días antes de la firma del contrato empecé a indagar sobre cómo registrarlo en la administración.
Os lo podéis imaginar, llamadas y llamadas a la Consejería, al Ministerio, al Colegio de Ingenieros. Así que corté por lo sano, llamé a mi agente inmobiliaria y le pedí que buscará a alguien que me hiciera el certificado y que lo presentará en el registro al día siguiente. Seguramente con un poco de tiempo hubiera podido terminar de hacerlo yo mismo, pero precisamente era eso de lo que no disponía, ya que el certificado tiene que estar registrado antes de alquilar el piso, y podría haberme expuesto a una posible sanción.