1. Motivación inicial¿Por qué vas a hacer un videojuego?¿Qué le vas a ofrecer al jugador? Parece de perogrullo, pero tener esto claro es básico para ponerse a hacer cualquier cosa. Al fin y al cabo, vas a invertir una gran cantidad de tiempo y esfuerzo en esto, y hay que dirigirlo correctamente. Céntrate sobre todo en la segunda pregunta. El mercado está saturado de juegos, y el tuyo tiene que tener algo especial para que lo pete. La innovación es la clave aquí: Los grandes genios cambiaron las normas y ofrecieron cosas completamente nuevas. Haz tu lo mismo.
No hagáis ni caso al tipo de aquí arriba; es un idealista que acabará debajo de un puente. ¿Por qué vas a hacer un videojuego? Pues está claro. Por la pasta, la fama y las mujeres. El orden puede variar, pero ya me entendéis. Os voy a contar un secretito: La innovación está sobrevalorada. Es un poco como la ecología: Si le preguntas a la gente, te dirá que le importa muchísimo y que hay que salvar el planeta, pero a la hora de la verdad, cuando nadie mira, se compran el cartón de leche no ecológico porque vale tres céntimos menos. La gente quiere jugar a algo que le sea familiar y que se parezca mucho a lo que ya han disfrutado. Así que juega con eso. Haz un plataformitas, o un arcade, con pixelotes y di que es súper retro. No te molestes en ajustar la dificultad, porque "es un juego difícil, como los de antes". Y a vivir.
2. Date a conocer
Afrontémoslo: por muy bueno que sea tu juego, si no lo conoce nadie no conseguirás nada. El márketing es una parte fundamental en la venta de cualquier producto, y el tuyo no va a ser menos. Durante estos años, la figura del propio desarrollador indie ha cobrado una gran importancia, ya que se percibe como un creador diferente, y mucho más cercano al usuario final que las frías y distantes compañías como EA, Activision y similares. Ni que decir tiene que esto es una gran baza a tu favor. Muéstrate. Interactúa con tus posibles clientes. Expresa tus opiniones, habla con otros como tú y deja que el boca boca haga el resto. Un producto se vende mucho mejor si detrás hay alguien de confianza. De la interacción sólo pueden salir cosas buenas. Aprende de las críticas y escucha las opiniones de los demás. Nunca se sabe de dónde puede venir la inspiracion para otro juego.
No escuches a la gente. Nunca, jamás. NEVER. Muéstrate distante, no pierdas el tiempo. Eres un creador de algo glorioso, y por lo tanto, estás por encima de todos los demás. La pose de artista es básica para comer caliente en este mundillo. No reconozcas errores, no aceptes consejos y mantén siempre un aire de autosuficiencia de los que dan ganas de darte con la mano abierta. El papel de tipo bueno ya está cogido, y nunca vas a ser más gordo y afable que Notch, así que no juegues a eso. ¿Sabes esa tía de clase que te caía como el ojete pero aun así te la sigue poniendo morcillona? Ese es el tipo de sensación que quieres que experimenten cuando piensen en tí (sin la parte sexual). Opina de todo, de lo que sea. Critica a otros desde tu torre de la soledad. Lloriquea, enfádate y vuelve después como si no pasara nada. Se un poquito Phil Fish, porque siempre hay sitio para más monguers.
3. Cuenta una historia
No sólo de jugabilidad vive el jugador de videojuegos. La narrativa ha pegado un salto de gigante en estos últimos años, y el medio es ahora capaz de contar cosas de una forma distinta. Atrás quedaron los tiempos de rescatar princesas, matar malos malísimos y salvar el universo. La sublimación del videojuego como arte es una realidad, y ahí hay mucho terreno que explorar. Juega con la interacción del usuario; proponle cosas e insinúa otras. Haz que sea parte de tu historia, e invítale a que tu historia sea la suya propia. No hacen falta gráficos nextgen para transmitir sentimientos y experiencias, sólo hace falta voluntad. Si has seguido mi consejo en el punto dos, esto es pan comido. Lo de la narrativa es una mentira tan grande como lo del arte abstracto. Lo importante es tener a la gente en buena disposición. Otro secretito gratis: la gente se siente mejor y más lista cuando se cree que entiende algo sin un significado claro. Se siente aun más lista si crea teorías propias sobre ese significado, aunque estén cogidas con pinzas. Esa es tu baza. Cuenta una milonga onírica. Poco texto, mucho feeling. Añade una banda sonora minimalista, evocadora, o que recuerde a música de ascensor. Tampoco te esfuerces mucho. Si la gente no lo entiende, haz que se sientan estúpidos por ello. Al rato lo entenderán de golpe, y te felicitarán por ello. ¿Conoces la fábula del rey desnudo? Pues a vender abrigos.
4. Financiación y distribuciónYa tienes tu juego hecho...ahora la gente tiene que conocerlo. Has hecho lo más difícil con diferencia, pero si no posicionas tu producto, no llegará a toda esa gente que quiere jugarlo. Afortunadamente, existen multitud de opciones para que puedas hacerlo, ya que muchos han estado en tu lugar antes y se ha generado un negocio muy vivo alrededor del juego independiente, basado en la solidaridad y en la aceptación de que un desarrollador tiene que poder vivir de la obra que ha creado libremente. Desura o Greenlight de Steam son sólo algunas de las opciones que tienes para que tu juego adquiera visibilidad y ventas, aunque también puedes intentar colocarlo en las tiendas online de las grandes consolas. Las grandes compañías están deseosas de contar con títulos distintos en su catálogo, y esa es una oportunidad que no puedes dejar escapar.
A mí me da algo. Que dice el tío que solidaridad y reconocimiento. Si, seguro. Mi consejo: vete llamando a los del Humble Bundle y similares, por que la gente no se va a dejar ni diez euros en tu juego. Esa misma gente que paga setenta euracos + season pass por un juego grande tiene muy metido en la cabeza que tu jueguecito es algo menor, y no está dispuesta a pagar ni las migajas por él. A lo mejor, si viene con cinco o seis juegos similares y puede comprarlos por lo que ellos quieran... ganarás algunos céntimos. Tendrás que hacer otra cosa para ganarte la vida, porque con las ventas puras del juego te vas a morir de hambre. Pero no te preocupes, que para eso están las revisiones, los DLC y las microtransacciones. La gente no quiere pagar de entrada, pero luego cuando ya están en faena, se dejan los cuartos que da gusto. Saca el juego a cachos, y haz que paguen cada vez. O también puedes hacer expansiones cutronas o trajes alternativos para los personajes y venderlos. Ah, y no te preocupes por la mala prensa: Eres Indie, que es el equivalente en los videojuegos a ser el cachas de la piscina.