Uno de los complementos más importantes que todo ciclista debería llevar siempre son unas gafas. En principio podríamos pensar que la función principal de las gafas es estética, pero tiene muchas otras funciones que son fundamentales en nuestras salidas con la bicicleta.
Una de las funciones más importantes que tienen las gafas es la de protección. Gracias a ellas vamos a estar protegidos del viento, del polvo, ramas o piedras que puedan saltarnos a los ojos. Además también van a proteger nuestra vista de los dañinos rayos ultravioletas.
Campo de visión
Cuando vamos en nuestra bicicleta circulamos a una cierta velocidad, por lo que el campo de visión tiene que ser lo más amplio posible. Esto en una gafas específicas para ciclismo se consigue sobre todo con aquellas que tienen las lentes grandes.
Con unas lentes de un gran tamaño estaremos seguros de que no nos van a molestar en nuestra visión otros elementos como las monturas.
Comodidad y sujeción
Otra de las características que toda gafa de ciclismo debe cumplir es una buena sujeción y comodidad. La sujeción es muy importante, sobre todo en el ciclismo de montaña.
Cuando vamos por un camino con el firme muy irregular vamos continuamente botando. Es fundamental que las gafas vayan bien sujetas para que no se muevan y por supuesto para que no se nos caigan.
También es fundamental que sean cómodas y no nos hagan daño las patillas.
Este punto va a ser muy personal de cada ciclista. Por este motivo es recomendable probarse siempre el modelo que estamos pensando en comprar para comprobar que van bien sujetas y que no nos hacen daño.
Calidad de la lente
El otro punto fundamental a la hora de elegir unas buenas gafas es la calidad de la lente. Es fundamental que las lentes nos protejan al 100% de los rayos ultravioletas. Todas las gafas de gama media y alta van a tener esta protección, pero tenemos que tener cuidado con las gafas de gama más baja.
Los rayos ultravioletas son muy dañinos para nuestros ojos, y a la larga pueden ocasionar diferentes problemas oculares.
Las lentes, además de protegernos de los rayos del sol, es muy importante que sean resistentes a impactos. Si la lente es de mala calidad y recibimos un golpe en ella, puede ocurrir que se astille, y esa propia astilla se nos puede clavar en un ojo.