Consejos para hacer el Camino de Santiago a pie

Por Virginia Cabrera @tuguiamochilera

Tras dos meses de un 2013 de experiencias de peregrina, te traigo consejos para hacer el Camino de Santiago a pie. Una información muy útil y completa, con detalles que a veces se pasan por alto o no se han tenido en cuenta por falta de experiencia. Para que tu mochila sea una fiel compañera y no una carga. Consejos que harán que disfrutes del camino sin pensar en llegar a la meta.

El Camino de Santiago te traerá grandes momentos y al mismo tiempo te pondrá aprueba en algunas etapas. Sus contrastes de tiempo y paisajes harán de tu camino, una de las más bella experiencias de tu vida. Un camino que te pondrá a prueba y que al llegar a la meta la satisfacción era inmensa.

El Camino de Santiago atraviesa fronteras…

El Camino a traspasado fronteras y es conocido en todo el mundo hace ya unos cuántos años. Unos lo gozan como experiencia aventurera, otros por el amor a la naturaleza o hay aquellos que van en búsqueda de encontrarse a si mismos.

Cada año, el Camino de Santiago trae a miles de peregrinos, bicigrinos y caminantes de miles de puntos del mapamundi. ¿Sabes por qué vienen de Corea del Sur o de EEUU? Para los asiáticos hacer el Camino de Santiago es un punto más a su currículum profesional. Una demostración a la constancia y la perseverancia a la hora de trabajar. En cambio, los norte-americanos llegan al Camino gracias a la película The Way, que le dio la fama al otro lado del charco.

Consejos para hacer el Camino de Santiago a pie

¿Qué camino escoger?

Hay miles de caminos que llegan a Santiago y no todos de las mismas características. Todo dependerá de lo habituado que estés a la hora de caminar, si nunca has caminado días seguidos o si eres de los que cada fin de semana se marca un trekking.

El Camino francés es el camino más explotado y se podría decir que con mayores facilidades y prestaciones en cada etapa. Un camino que puede convertirse en las Ramblas de Barcelona en épocas de vacaciones. En cambio, si eres de montaña, soledad y el silencio de la naturaleza quizás te convenga el Camino del Norte o el Primitivo.

Si quieres hacerlo por etapas y no tienes intención de llegar a Santiago en tu primer camino o tienes más de 15 días, te recomiendo que comiences el Camino Catalán y atravieses el Camino Aragonés.

Para escoger el Camino de Santiago debes tener en cuenta:

  • Tiempo que tienes para hacer el Camino.
  • Presupuesto para tu ruta.
  • Época en la que quieres realizar el Camino.
  • Si vas solo o acompañado.
  • Condición física
¿Solo o acompañado?

¿Y te preguntarás porque contemplar esto? Ya que no todos van con la misma finalidad personal al Camino, es de vital importancia tener un buen feeling con tu compañero de aventuras. Son casi 24 horas seguidas, día tras día y hay momentos muy duros. Por otro lado, es muy importante caminar entre montañas con mínimo un compañero de viaje, ya que puede pasar algún imprevisto.

Es por eso, que a la hora de escoger tu camino, debes contemplar si lo quieres hacer solo. También, cabe decir, que en caminos concurridos, encontrarás bellas personas con los que compartirás etapas e instantes imborrables.

Si vas por caminos con senderos marcados te recomiendo ir solo, al menos una vez en la vida. En cambio, si vas a caminar entre montañas de difícil terreno, un acompañante es muy importante.

¿En qué época hacer el Camino de Santiago?

Si eres de los afortunados que puede escoger sus vacaciones o un nómada de flexible horario, sin duda alguna la mejor época es primavera, entre abril y finales de mayo, y otoño, entre mediados de setiembre y finales de noviembre.

En la época de verano, es cuando más concurrido está, y por experiencias de otros peregrinos, resulta ser una cruz incluso para encontrar albergue. En el caso sobretodo de los últimos 100 kilómetros para conseguir la Compostelana. El comienzo desde Sarria hasta Santiago.

Además debes contemplar, que caminar con un sol al mediodía no es nada bueno. Y con capas de nieve puede ser un peligro, si no estas preparado. Además, que en invierno, hay otros caminos alternativos por esas dificultades y no todos los hospedajes están abiertos.

 ¿Cuánto tiempo se tarda?

El tiempo va de la mano con tu condición física, a qué hora comiences a caminar y que etapas quieres realizar. Así como si tienes ganas de hacer un alto en el camino o una parada de descanso.

Hay etapas de 20 a 40 kilómetros, donde las varias etapas en el caso del Camino Francés. En cambio, en el Camino de la Plata, hay etapas de 40 kilómetros donde no hay posibilidad de hospedaje.

Para calcular los días de tu ruta y vayas tranquilo te recomiendo:

  • Decidir ruta según kilómetros.
  • Marcar etapas y paradas de descanso.
  • Escoger donde dormir en cada punto.
  • Tener la posibilidad de parar en otro punto.
  • Parar para comer el tiempo suficiente e imprescindible.
  • Desayunar lo más temprano posible.
  • Comenzar a caminar junto con el amanecer o incluso antes.
  • Combinar largas y cortas etapas, si hay la posibilidad.
Preparación física antes de comenzar

Lo primero de lo primero, antes de comenzar nada se debe estar preparado y en el Camino de Santiago no es una excepción. Si eres primerizo en caminar y en hacer caminos largos, jamás empieces el Camino sin una preparación anterior.

Prepárate a consciencia cada día, comienza con rutas cortas y poco a poco alarga los kilómetros y aumenta su dificultad. Intenta llevar alguna mochila con un poco de peso, para ir acostumbrado y con el calzado que vas a usar para hacer tu camino.

El Camino de Santiago es un reto mental y físico, para muchos primerizos, y el cuerpo debe estar un mínimo preparado. Recorre tu ciudad y sus alrededores cada vez que puedas. Ves caminando al trabajo para comenzar. Aprovecha tus días libres para recorrer algún rincón de tu zona o país y dale a las piernas. Disfrutar de la naturaleza y hacer ejercicio, no sólo te ayudará a comenzar bien el Camino, si no que te hará buenos reset para tus días rutinarios.

¿Qué llevo en la mochila?

La regla de oro para cualquier mochilero, es la misma para cualquier caminante. Poco peso siempre es mejor, especialmente cuando se trata de caminar día tras día con la casa a cuestas. Aquí no valen “los quizás” y los “por si acasos”, a no ser claro que quieras maldecirla o tener un dolor de espalda descomunal.

Claro esta que la época en la que vayas influenciará notablemente, pero hoy en día San Quechua, tiene sus ventajas. Hoy en día la cultura de caminar se ha extendido mucho y es mucho más fácil encontrar ropa deportiva para todo los bolsillos.

Básicamente debes tener en cuenta a la hora de escoger tu ropa, estos consejos para hacer el Camino de Santiago a pie sin problemas. Ligera, de poco peso, que ocupe poco y que se seque rápido. Un máximo de unos 10 kilogramos. 

Un pantalón de recambio, otro pantalón de descanso, zapatillas para las duchas y otras de descanso, bastante ropa interior, dos o tres camisetas, botiquín, papel higiénico, bolsas de basura para tu basura, chubasquero, chaqueta impermeable, sudadera de entretiempo, saco de dormir, tapones para las orejas, toalla deportiva, cantimplora, navaja, gafas de sol, crema solar, gorra y frontal son de las cosas más importantes a destacar.

La misma lista que sería para hacer un viaje largo, sólo que con menos cosas, si no vas a acampar o no vas a tener todas las estaciones del año en tu ruta.

Además es muy recomendable…

Llevar algo de comida que te de energía por el camino según etapa, ya que en algunos no llegarás hasta a hora de la cena, y en otros en cambio llegarás para comer. Frutos secos, caramelos, chocolate o frutas, es muy recomendable llevar siempre a mano. Y en el caso de llegar a la noche, lleva tus bocadillos preparados. El día anterior, planifica si vas a comer en el albergue, por el camino o preferirás comer algún plato de la zona.

No te olvides el botiquín

Aguja e hilo para las ampollas o para cualquier imprevisto de costura. Alguna crema muscular, vaselina para el calzado y las rozaduras. Tiritas para posibles cortes con yodo y gasas. 

Para las mochileras, os recomiendo la copa vaginal en periodos de menstruación.

Intenta cargar agua siempre que puedas

El Camino de Santiago tiene sus largas etapas, donde es posible que no encuentres una fuente o un lugar donde calmar tu sed. Es por eso, que en la brevedad que puedas recarga tu cantimplora las veces que sea necesaria. Tu cuerpo lo agradecerá en momentos de intenso calor.

[TIP CAMINANTE] Bebe poco a poco y no en grandes cantidades, para evitar flato y quedarte sin agua cuando más lo necesites. Hidratarse es importante al largo del camino.
¿Cómo preparar la mochila?

Todo enrollado, lo de grande peso abajo, lo que más se utiliza arriba y las cosas que quieras tener a mano en la parte superior de la cabecera de la mochila.

Chubasquero, chaqueta de entretiempo, cantimplora, gorra (o pañuelo) y  frontal te recomiendo que lo tengas en la parte superior. Si vas en época de frío, los complementos de invierno también a mano.

En 20 trucos que te sacarán de apuros, te cuento cómo hacer una mochila más detalladamente.

También, no olvides que la mochila tenga la opción de ser impermeable, una buena sujeción para la cadera y hay que ajustarla lo más cercana a la espalda. Si la mochila no la sujetas bien puedes provocarte contracturas y dolores de espalda. Esta imagen te servirá mucho.

levántate bien temprano

Otra gran regla de oro para cualquier caminante. Para ir fresco sin que el sol sea un calvario, para avanzar y no te pille tarde, son motivos suficientes para levantarte bien temprano en el camino. ¡Ver amanecer revitaliza a cualquiera!

Entre las 7 y las 9 de la mañana, según donde estés alojado, es la hora que debes ya comenzar a caminar. Cargado de energía con un buen desayuno, con la mochila ya cargada y rumbo a seguir las flechas amarillas.

Hay albergues de peregrinos donde todos son levantados a la misma hora, para desayunar juntos o despedirse al mismo tiempo. Así nadie molesta a nadie. Suelen ser a las 8 o 9 de la mañana. ¡Una lástima que estos albergues vayan desapareciendo!

 Lava la ropa todas las veces que tengas ocasión

En muchos hospedajes hay lavaderos o lavadoras. No lo desaproveches, en algunos momentos no tendrás tiempo de ello y cargar ropa muy sucia, no es sano para el cuerpo. Es necesario un equilibrio para estar con energía a la hora de hacer el Camino de Santiago a pie. Es por ello, que comer, dormir e higiene son los pilares fundamentales para un buen camino y una buena salud.

Pregunta si hay algún lugar para lavar ropa por el pueblo o ciudad si vas a acampar en algún momento.

¡Lleva una pastilla para lavar la ropa dentro de tu mochila!

¿Qué calzado llevar?

Cada persona es un mundo y no va a ser menos en cada pie. Hay para todos los bolsillos y para todas las comodidades. Desgraciadamente, en mi camino tuve un tiempo de tendiditis pasados los 600 kilómetros. Llevaba unas botas de trekking y no fue hasta que una hospitalera en  un albergue por tierras leonesas, no me dió la pista y salvación. En plano, jamás atarse las botas hasta arriba. Sólo hasta el empeine.

A la hora de elegir calzado, debes tener en cuenta si vas a hacer montaña, senderos, caminos largos o será una breve ruta de pocos días. Debes tener en cuenta, tiempo de camino, tipo de lugar y sobretodo, que estés bien cómodo.

  • Hay que usarlas antes de empezar el camino.
  • Si son botas, en terrenos planos abrochar hasta el empeine.
  • Buena sujeción para evitar torceduras.
  • Cada vez que puedas introduce papel periódico para absorber humedades. Muy importante en lluvias.
  • Airearlas con la mayor frecuencia posible.

Cuida tus pies. Deja que transpiren de vez en cuando en tus descansos, refréscalos en un alto en el camino, elimina cualquier ampolla con aguja y hilo y usa calcetines especiales para caminar, te ayudarán a evitar cualquier malestar en el pie.

El desayuno es primordial

Frutas, pan, café, azúcar, frutos secos es esencial para comenzar a caminar con buena actitud y mucha energía. En la mochila, intenta llevar algo de café, fruta y frutos secos. Un truco que me contaron antes de empezar, que luego fue empleado y con buena razón, leche condensada. Leche y azúcar al mismo tiempo para dar aporte energético, así como menos peso. Un dos en uno que salva de muchas.

Claro esta, que el consejo es para aquellos que no van a desayunar a bares o no tienen un desayuno incluido. Para economizar en una ruta larga y para los que acampan donde pueden.

¿Dónde puedo alojarme?

Mil veces te recomendaría los albergues, lugares de la esencia del peregrino. No hay mejor lugar donde reconfortarse como un albergue donde todos comen en la misma mesa, cocinan juntos, se conocen entre una noche fría y se crean vínculos muy bonitos.

Desgraciadamente, como ya te comenté quedan pocos de estos albergues de voluntad y van desapareciendo por la falta de respeto y el abuso de confianza. Nada es gratis en esta vida y muchos aprovechan la voluntad como un lugar de paso sin darle ni un euro. Aunque viajes con poco jamás desvalores una mano que ayuda, caminante.

Los albergues municipales, son de los más económicos y concurridos. En muchos de ellos puedes cocinar, hay duchas y donde lavar. Recuerda, que se da prioridad a los que llevan la credencial del peregrino y en mcuhos de ellos, no se entra sin ella.

Según tu bolsillo y la comodidad que buscas, encontrarás – según el camino que elijas y la época del año- para elegir en muchas de las etapas de los caminos más concurridos. En cambio, en otros caminos de menos tránsito y en las temporadas bajas será más complicado encontrar hospedaje.

¿Cocinar o comer fuera?

Si algo se recuerda del camino, es la reunión entre personas desconocidas compartiendo una mesa llena de comida después de un largo día. La compañía y las amistades que surgen, e incluso de forjan, son de los momentos que más se recuerdan. Es por ello, que te aconsejo cocinar lo te que puedas o compartir entre peregrinos la comida. No sólo es más económico, si no que es más gratificante. Limpia lo que ensucias, ayuda a los que te ofrecen comida y respeta a otros caminantes que también desean cocinar, son de los detalles a remarcar y concienciar en el camino.

Hay paradas donde va a ser más complicado encontrar un albergue donde cocinar y hay opciones de menús muy económicos. Un plato caliente después de una larga ruta reconforta el cuerpo y lo recarga de energía. Si bien al mediodía, por tiempo según etapa, te será mejor llevar bocadillo o hacer una breve parada en algún restaurante.

Prueba de vez en cuando comida regional

Si no hay sabor en un viaje, falta algo. Hay menús muy ajustados donde se puede probar la comida de la zona. Un cocido de Logroño o un pote gallego por muy poco se pueden encontrar. No obstante, hay otros platos regionales como el cocido Maragato tiene precios estipulados en Astorga y no baja de los 20€.

INFÓRMATE de que haya tienda para prevenir

No en todo los pueblos hay tienda para abastecerse o lugar para comer un menú. Infórmate en la etapa anterior a la hora de planificar la siguiente. Así puedes abastecerte el día anterior o en algún punto de la ruta diaria antes de llegar. Más de una vez, me tocó comer en un restaurante porque la tienda del pueblo aún no había abierto.

Intenta no cargar guías y muévete a través de las flechas

Hoy en día las guías están en las aplicaciones, te las recomiendo para saber las etapas, alojamientos y servicios, pero más allá de eso, las flechas amarillas están bien señalizadas y si hay gente, ya no hay pérdida. Apurado, puedes recurrir a la guía. Gracias a las asociaciones del peregrino, las flechas amarillas siguen guiándonos por senderos, carreteras y caminos.

Aprovecha los rios y lagunas

Si es buena época, ¿por qué no zambullirse en un lago o río? Refrescar nuestros pies o relajarse unos instantes es parte de un camino pleno. Ya dicen que lo importante es el camino sin llegar a la meta. Disfrutar del instante y enriquecerse de él, recargar energías. Además, ¿no vives el momento?

Ves a tu paso, a tu ritmo. Disfruta del camino sin presiones, tarde o temprano llegas.

No olvides el bastón

No llevar bastón es sinónimo a que te falta una pierna. Ayuda a equilibrarte en las subidas y bajadas además de que una parte del peso de la mochila no carga sobre tu espalda. Realmente, se nota la diferencia al llevarlo. En Decathlon encontrarás económicos, si no puedes permitirte uno de madera.

Compra tu credencial y tu concha de vieira

La credencial además de ser de gran importancia para poder hospedarte en los albergues, es un precioso recuerdo de sellos de tu paso por el Camino. Cuestan 1 o 2 €, averigua si en tu ciudad hay o puedes adquirirlo en lugares del Camino.

Los antepasados peregrinos utilizaban la concha de vieira para calmar la sed en su travesía, tras la leyenda de que un joven con su caballo saliera del mar con vida en una embarcación y cubierto de la concha. Lo consideraron como un milagro y desde entonces se ha perpetuado como símbolo del Camino a Santiago. Pero, ¿por que no conseguirla al final de él? Como premio por tu esfuerzo y símbolo de una meta conseguida.

Lleva cámaras ligeras y captura momentos mágicos

Si tu ruta va a durar mucho tiempo, llevar una cámara Reflex constantemente puede ser una completa molestia, dependiendo de su peso y tamaño. Además de añadirle tarjetas, discos duros, cargadores y baterías. Llevar una pequeña cámara compacta con función manual puede captar igual de bien momentos. Con ella, quedé contenta de los resultados, además de poderla llevar en la mano todo el día. Creo que, si hubiera llevado mi 200 mm me hubiera supuesto un incordio en la ruta.

Visitar algún lugar


Si no tienes límite de tiempo, hacer un “stop” en la ruta y disfrutar de un día para visitar un lugar es muy recomendable. Como fan de las fotos, lo agradezco y como caminante, ya ni te cuento. Visita alguna ciudad y sus calles, ¡haz de turista un día!

Te renovará y tu cuerpo seguramente lo necesitaba. Además de recuperar alguna posible lesión. En caso de tenerla, te aconsejo que hagas alguna etapa en autobús y tomes reposo, si cabe la posibilidad.

Organiza tu viaje al Camino de Santiago
  • Vuelos para llegar y para regresar.
  • Hospedajes si no quieres albergues municipales.
  • El tren de regreso.
  • Reserva un autobús
  • Alquila un coche para volver o seguir otro camino.
  • Una guía muy completa.