Para conseguir las mejores fotografías del bebé es mejor estar preparados y saber cuáles son los mejores momentos. Lo primero que hay que hacer es tener siempre la cámara a mano, con la batería cargada o pilas y con la suficiente memoria para hacer fotografías. Hay teléfonos móviles que hacen muy buenas fotos, pero mejor optar por algo de mejor calidad. Cualquier momento puede ser bueno y en ocasiones no se sabe cuándo va a ser ese momento.
La iluminación es muy importante, sobre todo es mucho mejor utilizar luz natural, sin que el sol esté frente a la cámara ni frente al niño. Mejor luz natural que la del flash.
Hay que buscar las emociones, y no sólo al bebé con una sonrisa en la boca. Pueden ser igual de bonitas las fotos con fruncido de ceño, pucheros, llorando o serio, existen muchas emociones que se pueden captar y quedar genial. También pueden ser buenas las fotos robadas, aquellas en las que el bebé no posa, cuando está jugando o haciendo cualquier otra cosa.
No hay que esperar a que el bebé consiga la foto ideal, ya que se pueden hacer varias fotografías y así elegir una que sea lo que se espera. Para una buena fotografía de cerca hay que acercarse lo máximo que se pueda, especialmente con un objetivo de 125 mm. También se recomienda ponerse a la altura del bebé, enfocando a los ojos. Otra opción es enfocarse en algún detalle o característica del bebé.
Mejor hacer muchas fotos, para descartarlas siempre hay tiempo, no es como antes que había un carrete que se acababa pronto y con fotos más costosas.
El fondo también es muy importante, así que hay que cuidarlo, eligiendo bonitos fondos, fotos al aire libre o espacios cuidados, y no sitios sucios o desordenados.
Para hacer buenas fotos, la ropa también puede ser clave, se recomienda utilizar tonos lisos y alegres, olvidando los crema, rosa y azul celeste.
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