Aunque muchos de nosotros sabemos cuáles son las consecuencias negativas de una exposición al sol sin control, lo cierto es que el 38% de los españoles desconoce que la exposición prolongada es perjudicial para la piel. La gran mayoría se preocupa únicamente de las quemaduras y su efecto a corto plazo, sin preocuparse por las consecuencias a medio y largo plazo que el sol puede provocarnos en la piel. Por este motivo, se hace completamente necesario que tengamos en cuenta algunos consejos de protección solar; y es que la exposición crónica a los rayos ultravioletas e infrarrojos puede provocarnos, entre otros, manchas, arrugas e incluso problemas muchísimo más peligrosos como el cáncer de piel.
Be+ de Cinfa cuenta con protectores solares realmente interesantes para todo tipo de pieles, pero además, ha querido recordarnos, de cara a este verano, un decálogo de consejos para una correcta fotoprotección.
Lo primero que debemos hacer es preparar a conciencia nuestras defensas con una dieta rica en antioxidantes; y es que estos antioxidantes refuerzan las defensas naturales de nuestra piel frente a las agresiones del sol. ¿Qué alimentos son buenos para ello? Pues la fruta y la verdura, ante todo, pues cuentan con un alto contenido de vitamina E y C.
Debemos usar fotoprotectores avalados científicamente que nos protejan ante la radiación UVA, UVB e IR-A. Todo dependerá de nuestro tipo de piel, pues hay pieles más resistentes al sol. Aun así, no es recomendable usar un producto con un factor menor a 30. Además hay que fijarse bien, pues sólo unos pocos incluyen activos para combatir los efectos de la radiación infrarroja A.
Usar fotoprotectores está bien, pero también debemos saber cómo hacerlo. Lo ideal es aplicárnoslos media hora antes de tomar el sol y volver a aplicarlos nuevamente cada dos horas o tras el baño.
Es interesante que antes de exponernos al sol nos informemos a través de canales como la Agencia Estatal de Meteorología de los índices ultravioletas e infrarrojos, así podremos evitar los días en los que la radiación sea más alta.
Es necesario evitar la exposición solar de 12 de la mañana hasta las 4 de la tarde, pues es cuando los rayos solares son más fuertes y perjudiciales.
Intentemos proteger nuestra cabeza con sombrero y también algunas zonas más delicadas como los pies y las orejas.
Debemos usar gafas de sol para evitar los daños oculares, además, estas deben contar con cristales de protección 100% frente a los rayos UV.
En la mayoría de las piscinas existen zonas de sombras, y en las playas podemos usar sombrillas. No prescindamos de estos elementos de sombra tan útiles.
Por último, aunque no lo pensemos, el sol puede afectarnos todo el año. Por este motivo es bueno adquirir productos de belleza con factor de protección solar, pues así estaremos defendiéndonos de las consecuencias negativas todos los días del año.