La recesión económica, esa pequeña desaceleración que nos tenía que llevar a sufrir un pequeño bache allá por el año 2007 ha acabado convirtiéndose en un monstruo de una magnitud tal que ni los propios políticos sabes que decisiones tomar para afrontar las soluciones que sean necesarias para seguir comiendo de su suculento pastel. No se engañen, no lo hacen por nosotros, sino por sus familias que pueden dejar de jugar al golf, ir en yates y montarse fiestuquis con robo-pilinguis (Bender dixit).
Recuerdo como cuando todo esto empezó muchos de las mentes pensantes del mundillo se frotaban las manos. Éstos afirmaban, y con razón, que era muy rentable destinar parte de nuestro parné en el “ocio digital” ya que en relación a otros era más barato y más rentable que llevar a toda la familia a disfrutar de un fin de semana, o de un cine con su correspondiente parón póstumo al “burger” de turno e incluso más barato que tener relaciones esporádicas con señoras de dudosa reputación e higiene o viceversa. Sí, las mujeres también hacen uso de los robo-pilinguis.
La alarma ya la dio hace unos meses Nintendo, esa compañía que se ha empecinado en meter aparatos en casa que sólo son una evolución de su consola anterior. La Nintendo 3DS ha sido un fiasco, y entre muchos otros motivos – entre ellos la catástrofe de Fukishima – está la cantidad de juegos repetidos que muchos de los usuarios ya tienen y que no creen necesario volver a reinvertir en estos tiempos que corren. ¿Un Final Fantasy VII HD o comida para mis hijos? Sin duda, algunos dudarían.
- ¿Cuando aprenderán a ofrecer algo más que un remake?
Hace pocos días Ubisoft – esa gran compañía – y Bethesda salían a la palestra diciendo que el actual sistema de peritaje de los videojuegos estaba desfasado. El precio, siempre cercano a los 70 euros, parece que empieza a ser el primer escollo para el crecimiento de un sector que no registra las ganancias deseadas y que sólo “salva el culo” cuando salen al mercado grandes títulos. Conclusión, la gente no arriesga tanto en comprar juegos que luego pueden causar muerte por colapso neuronal.
Todo ello contribuye a que muchos de vosotros ahora mismo llevéis una depresión de tres pares de narices, que veáis que no podéis afrontar tal gasto y que hace tiempo que pensáis que por culpa de la crisis no vas a poder disfrutar de este ocio que tanto te entretiene. Piénsalo bien, seguir invirtiendo en videojuegos como fuente de diversión te puede sacar de la crisis y además seguro que dentro de unos años tendrás muchos temas que compartir con la gente que comparte tus mismas aficiones, vamos los “freaks”.
- ¡En serio existe una solución!
Para ello daré unos cuantos consejos que de ser seguidos a pies juntillas seguro que darán la posibilidad a más de uno de “Seguir jugando a videojuegos a pesar de la crisis”. Antes quiero recordar que todos y cada uno de los pasos expuestos a continuación pueden ser acumulables – que no canjeables – y que cuantos más realices, mejor saneada estará tu economía doméstica sin perder un ápice de diversión.