En el mountain bike es muy habitual tener que superar algún obstáculo durante la ruta. Generalmente estos obstáculos serán piedras, troncos o escalones que tenga el propio terreno.
Para poder superarlos habrá que posicionarse encima de la bicicleta de una forma determinada, y dependerá si el obstáculo lo vamos a afrontar en llano, en una subida o en una bajada.
Obstáculo en llano
Si vamos rodando en llano a una cierta velocidad y nos encontramos por ejemplo con una piedra que hay que superar tenemos la ventaja de la inercia para poder afrontarlo.
En estas situaciones tendremos que levantar con fuerza el manillar para elevar la rueda delantera. Una vez está la rueda en el aire habrá que desplazar el cuerpo hacia adelante para quitar peso de la rueda trasera y que ésta pueda pasar el obstáculo.
Obstáculo en una subida
El concepto es el mismo que en llano. Habrá que superarlo elevando primero la rueda delantera y desplazando a continuación el peso del cuerpo hacia adelante. El problema que tenemos en una subida es la velocidad. Al no contar con la inercia no podremos superarlo sin dar pedales.
Obstáculo en bajada
En una bajada contamos con la velocidad, por lo que no habrá que dar pedales. En este caso también habrá que levantar la rueda delantera tirando enérgicamente del manillar hacia arriba.