Consejos para un vuelo cómodo y placentero

Por Sara @MindfulTravel_
Una parte importante de nuestros viajes la realizamos en avión; ya sea por placer o por trabajo. Es la manera más rápida de desplazarnos y de recorrer largas distancias en el menor tiempo posible. Nos encanta descubrir países lejanos pero, ¿cómo podemos evitar un vuelo incómodo y pasar el trayecto sin agobiarnos dentro del avión? Estos son algunos consejos para un vuelo cómodo y placentero:

Antes de viajar

A la hora de reservar un vuelo, siempre que tengáis la opción, coger el asiento situado en la salida de emergencia. Tendréis más espacio para mover las piernas y sin agobios, al no tener ningún asiento delante. Otra opción es elegir el asiento que está localizado justo después de Business en vuelos internacionales. También es más cómodo y espacioso.


Para mí es muy importante en vuelos de más de 4 horas llevar unos calcetines gordos en el bolso o una bolsa de mano. Ya que en el caso de que te quites los zapatos, lo más cómodo es ponérselos y así no tendrás los pies fríos a causa del aire acondicionado. También es bueno que no os olvidéis de llevar algún jersey o chaqueta, ya que, aunque os proporcionen mantas en el avión, el aire acondicionado está muy fuerte para las personas más frioleras.
Otro de mis básicos que nunca olvido antes del volar en avión, es una almohada hinchable. Normalmente las que ponen en el avión no son muy mullidas, por lo que la cabeza se cae cuando intentas dormir. Con estás almohadas hinchables que se adaptan al cuello, el sueño puede ser muy placentero.

En cuanto a la comida, a muchos viajeros no les agrada la que ponen en el avión; por ello, es conveniente llevar algo para picar, un bocadillo, una barrita o fruta. De esta manera si no coméis lo que os dan en el avión, no llegaréis hambrientos a vuestro destino. Si tenéis la tensión baja, meter también algo dulce. Y siempre llevar a mano chicles para el aterrizaje, ya que en el caso de falta elevada presión, evitaréis que se taponen mucho los oídos.

Si eres vegetariano, tienes alguna alergia o alguna restricción en cuando a los alimentos, no te olvides de llamar al reservar el vuelo y comunicarlo a la aerolínea. Así evitarás sorpresas desagradables durante el vuelo.

Durante el vuelo

La humedad en el interior de la cabina suele ser menor al 20%, lo que puede provocarnos  sequedad en la piel y molestias en ojos, boca y nariz; por lo que es muy recomendable tener siempre una botella de agua a mano e hidratarnos cada poco tiempo. Para los que usáis lentillas, os aconsejo que si el vuelo es muy largo, ese día llevéis gafas.
Una de las consecuencias de pasarse muchas horas sentado sin moverse, puede ser una mala circulación o que se duerman las piernas. Este es el famoso Síndrome de la Clase Turista. Para ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda moverse por la cabina cada dos horas y hacer ejercicios moviendo de forma circular los pies y tobillos, y hacer estiramientos de las piernas y el tronco.


Los asientos normalmente son bastante incómodos, por lo menos para mí; así que normalmente intento localizar una almohada que sobra en algún asiento en la cabina o pedir una extra a la azafata, y situarla en la zona de los riñones. De esta manera, la espalda se queda recta y resulta mucho más cómodo.

Es importante intentar dormir unas horas en el trayecto. A veces puede ser complicado, pero lo ideal sería ponerse música suave, cerrar los ojos e intentar relajarse. Para los que os moleste el ruido en el interior de la cabina debido al aire y a los motores del avión, es muy recomendable levar tapones.



Si hay turbulencias durante el vuelo, intenta relajarte, respira hondo y piensa en lo que vas a hacer cuando llegues a tu destino y en los días siguientes. Si vas con alguien, pídele a tu acompañante que te hable para así distraerte y no pensar en los movimientos bruscos del avión.
Para parar las horas muertas del vuelo, de la manera más entretenida posible e intentar no aburrirnos para que el trayecto pase más rápido, es imprescindible llevar revistas, un libro o ebook, un cuaderno de notas, música…y ¡no os olvidéis de los cascos! Personalmente no me gustan los que dan en el avión, ya que se me caen siempre. Si no viajas solo, otra solución contra el aburrimiento es llevar contigo algún juego de mesa portátil o una baraja de cartas.

Y sobre todo, no tengas miedo ni vergüenza por pedir ayuda a los asistentes de vuelo. Generalmente, te ayudarán en todo lo que esté en su mano.


Tras el vuelo

Una vez lleguéis al destino, lo recomendable es dar un paseo para estirar las piernas y beber agua para hidrataros. 
En otro post os contaré mis consejos para evitar el jet lag; otro de los efectos importantes de volar en avión y del cambio de horario.
Espero que estos consejos puedan serviros para un vuelo más placentero y agradable. ¡Feliz viaje!