Por Hogaradas
Los ańos son los grandes enemigos de la firmeza, ya que con ellos las fibras de colágeno y elastinas comienzan a perder efectividad, motivo por el que nuestra piel empieza a presentar síntomas de flacidez.
El tabaco, el sedentarismo y el estrés son factores que aceleran también este proceso, además de la duchas de agua demasiado calientes, de modo que si intentamos evitar ciertos hábitos, podemos contribuir a que nuestra piel tenga un aspecto más firme.
Las cremas específicas son también unas grandes aliadas, por lo que debemos elegir las ricas en colágenos, siendo especialmente recomendables las que en su fórmula contienen retinol o la vitamina A, la vitamina C y sicilio. Los aceites de macadamia y rosa mosqueta son también un gran acierto, así como los productos que contengan isoflavonas poropias de la soja, ya que con ellos compensaremos los efectos cutáneos que provoca la pérdida de estrógenos con el paso de los ańos.
También debemos tener en cuenta la alimentación, tomando alimentos que nutran nuestros tejidos, por ejemplo, proteínas, las cuales contribuyen a la fabricación de colágeno y nos ayudan a mantener la masa muscular. Lentejas, huevos, garbanzos, carne blanca, pescados… todos estos alimentos tienen un alto contenido en proteínas, y por tanto resultan unos aliados perfectos a la hora de sentarnos a la mesa.
Y por último, elimina toxinas, mantén tu piel depurada y así también conseguirás una piel más sana. Para ello nada mejo que incorporar fibra a nuestra dieta y beber al menos dos litros de agua al día.
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