El portabebés, en sus diversos tipos y formatos, ha sido uno de los complementos más utilizados a lo largo de la historia por las madres para llevar a sus bebés, gracias a ellos las mujeres podían tener los brazos libres para poder realizar todo tipo de actividades, trabajar en el campo, ir a buscar agua, etc. Evidentemente los tiempos han cambiado y ahora el portabebés no es un accesorio para facilitar que una madre cuide al bebé y además trabaje.
Son muchos los beneficios que ofrecen los portabebés en cualquiera de sus formatos, sean bandoleras, mochilas, fulares, etc. Con ellos se mantiene un continuo contacto, el bebé siente la respiración y el bombeo del corazón de la madre, siente su olor, sus palabras y sus caricias, todo un conjunto de factores que proporcionan al pequeño más seguridad y bienestar. De todo esto ya hemos hablado en otras ocasiones, pero nos quedaba en el tintero proporcionaros algunos consejos para utilizar correctamente el portabebés.
En primer lugar es interesante saber que no todos los portabebés son adecuados para todos los segmentos de edad, elegir un portabebés que no es el correcto puede provocar problemas en los niños, ya que los llevaríamos con una posición que no es la adecuada. En el mercado encontramos mochilas ergonómicas, ideales para llevar a los bebés a partir de los 5 meses de edad, en bebés más pequeños no es recomendable, ya que les obliga a realizar una apertura excesiva de piernas. Algunos portabebés incluyen un cojín reductor para poder utilizarlos con bebés más pequeños.
Un Mei Tai es una especie de mochila que se ajusta con nudos, básicamente es un rectángulo de tela que tiene cuatro tirantes, dos se atan en la cintura y los otros dos en la parte superior del torso, este tipo de portabebés se puede llevar desde el nacimiento y hasta los 36 meses de edad, aunque de nuevo se aconseja que se utilice a partir de los 5 meses por la excesiva apertura de piernas.
Un Fular es también un trozo de tela que se ajusta y se fija con nudos, en este caso el riesgo está en el tipo de tela, tiene que ser resistente, debe ceder en sentido diagonal, nunca de manera transversal o vertical, a fin de garantizar un mejor sostén del bebé. El fular se puede utilizar desde el nacimiento y hasta que el pequeño alcanza los 18 kilos de peso, según la edad del bebé se recomiendan diferentes posiciones, cuna, cadera, a la espalda…
Un Pouch es uno de los portabebés más sencillos de utilizar, están fabricados con una pieza de tela elástica que tiene forma de bolsa (de ahí su nombre), no tiene broches, ni anillas, ni cierres, por eso es muy importante elegir la talla correcta según las medidas corporales de la madre, como en la bandolera, el pouch se apoya sobre uno de los hombros.
Una bandolera con anillas es un portabebés confeccionado con una larga tela cuyas puntas están unidas mediante anillas, gracias a ello se puede ajustar perfectamente. En el caso de que haga frío, con el tejido sobrante se puede arropar al pequeño. Este tipo de portabebés permite colocar al bebé en diferentes posiciones en base al peso y la edad, delante, en la cadera, reclinado, en la espalda, en posición de cuna, etc. Se puede utilizar desde el nacimiento, reparte bien el peso y es cómoda de llevar.
Bien, teniendo ya una idea básica de algunos de los modelos de portabebés existentes, es el momento de conocer los consejos que nos facilitan aquí, sobre cómo usar correctamente un portabebés.
1. Hay que adquirir un portabebés adecuado al peso y la edad del bebé.
2. Es importante comprobar de forma frecuente el estado de la tela, los pliegues, las costuras, las cremalleras, las anillas, los broches y cualquier elemento presente en el portabebés que esté relacionado con la sujeción y seguridad del bebé.
3. A la hora de llevar al bebé, hay que vigilar su posición, debemos poder ver su cara y que su barbilla esté hacia arriba, sin que nada tape su boca o nariz.
4. Cuando llevamos al bebé en el portabebés es importante controlar que el pequeño respira correctamente.
5. Llevar un portabebés obliga a que vigilemos los movimientos que realizamos, no podemos agacharnos sin más, hay que doblar las rodillas y siempre procurando sujetar la cabeza del bebé. Un buen consejo al empezar a usar el portabebés, utilizar siempre el brazo a modo de protección ante situaciones inesperadas, como una caída.
6. Procurar evitar que la cara del bebé se apoye contra el cuerpo de la madre.
7. No es nada recomendable utilizar el portabebés para llevar al pequeño si se va practicar alguna actividad de riesgo o desplazarse por zonas peligrosas y resbaladizas.
8. El portabebés no es algo que facilite que una madre pueda llevar al bebé mientras hace las tareas del hogar o cocina, se puede producir un lamentable accidente, como por ejemplo que el pequeño se queme mientras se cocina.
9. Llevar al niño en la espalda con el portabebés supone no poder ver lo que hace, hay que tener cuidado de que no esté a su alcance algún producto, accesorio o utensilio peligroso.
10. En los portabebés que tienen bolsillos hay que tener cuidado con lo que se guarda en ellos, un móvil o unas llaves con un movimiento brusco pueden golpear al bebé, estos bolsillos son ideales para guardar el babero o un chupete.
11. Llevar al bebé en un portabebés obliga a pensar en la crema protectora contra el sol, algunas de las partes del cuerpo del pequeño, generalmente brazos y piernas, quedan expuestas al subirse un poco, sea con el movimiento o con la posición, protegerlo del sol es muy importante.
12. Por último, nunca hay que dejar al bebé sentado en el portabebés ya que en cualquier momento se podría volcar.
Estos son algunos consejos básicos que merece la pena tener en cuenta, para saber algo más sobre los distintos tipos de portabebés, modelos, formas de utilizarlos y beneficios que otorgan, os recomendamos acceder a la página web de Crianza natural.
Foto | hugabub.com
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Consejos para utilizar correctamente el portabebés