1. Fluidez cultural: todo lo que creemos debe ser compatible a todas las culturas.
2. Democratización de la creatividad
3. Hay que estar siempre conectado: estar “en la onda” está a un solo clic de distancia.
4. Colaboración global: todo lo que creemos debe invitar a la participación.
La creatividad no tiene límites: las buenas ideas están por encima de la edad, el tiempo y la tecnología, y además deben adaptarse a cualquier canal. Por ello, un buen creativo debe estar siempre alerta, escuchando y aprovechando cualquier oportunidad que el mundo le ofrezca.