Consejos útiles a la hora de elegir un seguro de coche

Por Xalfox @xalfox

Conducir sin seguro puede tener graves consecuencias, desde la inmovilización del vehículo hasta faltas penales. Entre la multitud de seguros que ofrece el mercado, hay que buscar aquel que ofrezca la mayor cobertura al mejor precio. Encontrar un buen equilibrio entre estas dos variables es la garantía de una buen contrato. Conducir un vehículo implica un riesgo de producir daños que todo conductor debe asumir. Esta es la razón por la que todos los automóviles- turismos, ciclomotores, motocicletas, etc.- deben estar asegurados. De esta manera, en caso de accidente, el perjudicado puede hacer frente al posible daño que se haya causado. Existen muchos tipos de seguros en las grandes compañías. En líneas generales se pueden observar tres grandes grupos. SEGURO A TERCEROS Se conoce popularmente con este nombre porque sólo cubre los daños causados a terceras personas o cosas pero no los propios. Consta de dos tipos de cobertura Reponsabilidad civil obligatoria. Su contratación es obligatoria y sin ella no se puede circular. Sus garantías de indemnización en caso de siniestro son muy limitadas. Según lo la ley vigente, se establecen de daños personales 56 millones por víctima y 16 millones por siniestro en caso de daños materiales. En caso de que se superen estas cifras, será el autor del accidente quien se haga cargo del gasto restante. Puede resultar ventajoso para aquellos conductores que tienen un historial impecable sin accidentes. De esta manera, pueden circular por las vías públicas sin pagar grandes sumas de dinero. En cambio para coches nuevos es totalmente contraproducente, ya que la póliza no cubre los daños del vehículo responsable del accidente. Responsabilidad civil voluntaria.Éste funciona como complemento del obligatorio. La diferencia reside en que, en caso de siniestro, las garantías de indemnización son ilimitadas tanto para daños personales como para materiales. Es conveniente leer bien las condiciones de la póliza. Algunas compañías establecen algunas limitaciones, aunque las cantidades siempre serán superiores a las que establece el seguro obligatorio. Esta póliza sigue sin cubrir los daños producidos en el vehículo causante del accidente. SEGURO A TODO RIESGO Es el tipo de seguro voluntario con más cobertura. Se le conoce con el nombre de seguro obligatorio, pero en realidad no existe como tal. Se trata de un amplio conjunto de coberturas que pueden llegar a abarcar todos los daños propios y ajenos de vehículo. Las pólizas adicionales que se añaden pueden cubrir daños propios, robo o incendio, rotura de lunas y parabrisas o seguro de conductor y ocupantes. Pueden incluso hacer frente a los gastos que se desprenden de la defensa jurídica, reclamación de daños y asistencia en viaje Para los conductores de motos o ciclomotores es muy difícil encontrar una compañía que les asegure su vehículo, por su alta siniestralidad. Más complicado les resulta si lo que buscan en un seguro a todo riesgo y si lo consiguen, suele ser a cambio de un precio desorbitado. Este seguro es más conveniente para aquellos que utilizan el coche habitualmente en la ciudad. El seguro cubrirá todos esos pequeños daños que se pueden producir en un estacionamiento o en pequeños roces. Sin embargo, siempre hay que pensar si compensa contratar este tipo de cobertura, ya que su precio suele ser muy elevado. Sobre todo para los grupos de mayor riesgo –los jóvenes-, para los que la cantidad a pagar puede resulta muy excesiva. Tampoco es recomendable para aquellos coches cuya vida supera los seis años. SEGURO A TODO RIESGO CON FRANQUICIA Con este seguro, el conductor queda comprometido a pagar una parte fija de los daños ocasionados al vehículo. Del resto, se hará cargo la compañía. Cuando el culpable del accidente es un tercero, será la compañía del responsable la que deba soportar los gastos. Hay que tener mucho cuidado con la cantidad de la franquicia. Las más habituales son de 200, 300 o 500 euros. Cuanto mayor sea la franquicia pagada, menor será la prima a pagar. Es una modalidad que cada vez tiene mayor aceptación en España, ya que permite disfrutar de pólizas a todo riesgo más económicas.