La noticia sobre el sacrificio de una cría antílope sana por falta de espacio en el Zoo de Barcelona ha impactado recientemente en los medios. Pero esta noticia es sólo la punta de un enorme iceberg, ya que desgraciadamente los zoos, y el zoo de Barcelona no es ninguna excepción, son un gran negocio pintado de conservacionista.
En segundo lugar, la mayoría de los animales no consiguen reintroducirse en su hábitat natural debido a que las condiciones en que viven en los zoos son totalmente artificiales, deficientes en cuanto a cubrir las necesidades físicas y mentales de cada animal y alejadas enormemente de su hábitat. Las estereotipias son comportamientos anormales causados por estrés que representan un gran reflejo del estado en que los animales en centros zoológicos se encuentran porque solo las desarrollan en cautividad, nunca en su hábitat natural, y en la mayoría de estudios etológicos en zoológicos las estereotipias resultan ser la mayor conducta que los animales llevan a cabo.
Aquí podéis ver un ejemplo de un oso con estereotipias:
Me pregunto qué clase de educación enseñamos a nuestros hijos cuando les hacemos ver que los zoos son sitios donde los animales deben estar y es la única forma de conservarlos. ¿Es mejor mantenerles oculta la verdad que hay detrás? Como esconder prácticas totalmente inmorales que realizan como el sacrificio de animales por falta de espacio. ¿Qué clase de excusa es esa? Y, supuestamente, estamos hablando de un centro diseñado para preservar la fauna salvaje y que vela por su protección.
Soy bióloga y NO APOYO A LOS ZOOS por todas las razones comentadas. Ha llegado el momento de avanzar y convertir los zoológicos en nuevos espacios que cubran de forma sostenible las necesidades físicas y mentales de cada animal en particular. Porque si existen alternativas reales de conservación como son santuarios, refugios y/o reservas naturales que los conserven sin privarles del derecho único que tenemos los animales que es la libertad.
Solo espero que con esta noticia la sociedad abra más los ojos y se quite la venda de una vez por todas.
Tolerancia cero contra el Maltrato Animal.
Eva Ríos