Siempre existe una forma "más correcta" de hacer las cosas, y para eso estoy hoy yo aquí, para aconsejarte y contarte algunos trucos para que la comida te dure más en la nevera y esté mejor conservada.
Me gustaría empezar con algo de información sobre los diferentes métodos de conservación, pero como sé que puede resultar un tostón conocerlos todos, os voy a poner unos cuantos para que esto no se transforme en una "vuelta al cole".
Hay diferentes métodos de conservación, bien sea por frío (refrigeración, congelación, ultracongelación), calor (escaldado, pasteurización, esterilización) u otros métodos de conservación (salazón, escabechado, deshidratación, etc).
El método más común y del que vamos a hablar hoy aquí es la refrigeración y la congelación.
Empezaremos por la congelación que es el más rápido de explicar. Básicamente lo recomendable es poner la temperatura del congelador a unos -18ºC, es importante que la congelación se produzca lo más rápido posible para que la calidad del producto no se vea afectada.
La refrigeración tiene mucho mas de lo que hablar así que, comencemos.
Ya sabéis que la refrigeración consiste en bajar la temperatura de los alimentos para que estos se conserven mejor y más tiempo. La nevera suele ponerse a unos 4ºC y ya que en casa no tenemos tanto espacio como en las cocinas profesionales, intentaremos organizarlo de la mejor forma posible.
Los pasos a seguir son muy sencillos.
Lo primero de todo, nunca metas un alimento caliente directamente en la nevera, podría amargar el sabor de la preparación o producto, además de cambiar la temperatura del frigorífico y los alimentos cercanos a este.
A la hora de ordenar los productos en la nevera, os aconsejo que guardéis los productos más perecederos, como la carne o el pescado, en las primeras baldas ya que suelen tener menos temperatura.
Para terminar y saliendo un poco del frigorífico, os quiero dar un último consejo y no por ello menos importante. SIEMPRE que saquéis un preparado del congelador o incluso del frigorífico, llevarlo a ebullición antes de comerlo siempre que sea posible. De esta forma conseguiréis eliminar todos los microorganismos que puedan quedar en el alimento y disfrutar de una comida libre de riesgos.
Recordad que el peligro siempre está en temperaturas medias, los gérmenes siempre se destruyen o bien a temperaturas muy altas o a temperaturas muy bajas.
Existen un sin fin de detalles que podríamos mejorar en nuestros hogares, pero como tampoco queremos ponernos en plan extremistas, creo que con estos consejos será mas que suficiente para tener una mejor salud alimenticia.