Consideraciones sobre el caso de Tareck El Aissami. La conspiración de las 4 patas (III)

Publicado el 22 abril 2024 por Jmartoranoster

Juan Martorano

Para el momento en que escribimos estas líneas, restan 98 días para las elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela. Hoy vamos a continuar con algunas consideraciones sobre el caso El Aissami.

Ya van a cumplirse dos semanas desde que se hizo pública la detención de El Aissami y creemos importante y basados en los datos oportunamente aportados por Eligio Rojas, refrescar las tramas de corrupción en el marco de esta Operación Especial Anticorrupción «Caiga Quien Caiga», iniciada el 17 de marzo de 2023.

Esas tramas, con la actualización correspondiente de este año, son seis y acá las recordamos:

1.- La trama PDVSA- Cripto.

2.- La trama CVG.

3.- La trama de Cartones de Venezuela o Cartoven.

4.- La trama del Circuito Judicial Penal de Caracas.

5.- La trama de las Tejerías.

6.- La trama de Fonden.

Estas seis tramas todas conducen a Tareck El Aissami. Esto porque el plan macro que se quería era la de implosionar al Estado para lograr un cambio de régimen y deponer a Nicolás Maduro como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.

En su momento, el periodista Eligio Rojas mencionó y catalogó este intento de implosionar al Estado como una conspiración de «cuatro patas», procedamos a mencionar cada una de ellas, para en la medida de lo posible y con detalle, desarrollar cada una de ellas.

La conspiración de las «cuatro patas» estaba caracterizada por estas facetas o partes:

1.- Caotización de la economía venezolana.

2.- Caotización de la sociedad venezolana.

3.- Estado que no combate la corrupción ( Estado Fallido).

4.- Presentar a Venezuela como Estado permisivo con el narcotráfico.

Pasemos de seguidas y en la medida de lo posible a explicar cada una de las facetas de ese plan.

1.- Caotización de la economía: Como introito de este elemento, cabe destacar que el destartalamiento, desmembramiento de la economía venezolana para propender al caos social fue parte de un plan esbozado por William Brownfield, quien el 21 de octubre de 2018 si la memoria no nos falla, señaló en entrevista para La Voz de América lo siguiente:

«Si vamos a sancionar a PDVSA, tendrá un impacto al pueblo venezolano entero. En este momento lo mejor sería acelerar el colapso aunque produzca un período de sufrimiento que puede durar meses, e incluso años». (Destacado y subrayado del articulista).

Es decir, que el plan que dibujó Brownfield ese día fue el que pretendía activar con la desaparición de 3.000 millones de dólares que en el año 2022 desaparecieron producto de la venta de petróleo venezolano a través de criptoactivos pero que nunca esos recursos ingresaron al tesoro nacional. Es decir, que estábamos en presencia de una conspiración distinta a las tradicionales para implosionar al Estado como hemos estado indicando.

Explicar con detalle como operaba esto sería demasiado extenso. Al respecto en el portal ensartaos, hemos estado publicando una serial que hemos titulado «Los compinches de Tareck El Aissami», donde además de mencionar actores y sus operadores, fundamentalmente los económicos, se puede comprobar las complejas redes y los tinglados que manejaba El Aissami para lograr el derrocamiento de Maduro y asumir la Jefatura de Estado de la República Bolivariana de Venezuela. Pero esto lo explicaremos con mayor detalle un poco más adelante, probablemente en entregas posteriores.

Pero lo que si podemos expresar es que esto no se trata de hechos aislados o montados. Todo esto forma parte de un plan muy bien diseñado por agencias de inteligencia extranjeras, en su mayoría estadounidenses, que astutamente han sabido ubicar, captar y utilizar funcionarios del gobierno y del Estado venezolano en puestos clave, y que los tocó, los toca y que tal vez seguirá tocando porque saben de sus debilidades y el uso y el rol que pueden darles en determinados momentos para la activación de este plan.

Repetimos, además del tinglado y entramados que montó El Aissami y sus cómplices para hacerse de estos recursos, la idea de esta faceta del plan conspirativo de acuerdo a las líneas gruesas dadas por Brownfield en el 2018 (año en el que por cierto EEUU estableció las medidas o agresiones más quirúrgicas si así pudiéramos catalogarlas sobre PDVSA y el sistema financiero venezolano) el plan era que además del bloqueo quitar además lo poco que ingresaba al Tesoro Nacional por concepto de factura petrolera. Todo ello de acuerdo a estos cálculos desencadenaría una serie de hechos violentos que conllevarían al derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro. No ocurrió así hasta ahora pero eso es parte del plan.

Y esa desaparición de 3.000 millones de dólares para hacer colapsar la economía venezolana ocurrió entre octubre y noviembre de 2022 (que es cuando el Presidente Maduro se da cuenta de esto e inicia las investigaciones preliminares muy a la calladita). Se supo de esta pérdida porque se comercializaba en criptomonedas para eludir el bloqueo financiero de EEUU sobre Venezuela. Y es ahí donde entra Sunacrip en esta trama de corrupción.

La llegada de un informe al Alto Gobierno sobre estas mafias incrustadas en PDVSA como en Sunacrip ñas reveló el Presidente Maduro en reunión ampliada del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) donde advirtió de los planes para provocar un caos social, un caos económico y financiero en el país.

Ya desde 2017 PDVSA venía presentando altibajos. Se denunció que muchos campos petroleros operaban sin las condiciones apropiadas y sin contar que dirigentes de la industria se apoderaron de los trabajadores y trabajadoras de la misma.

Asimismo cabe destacar la presencia de empresa de maletín y la falla en los pagos, además de las dificultades operacionales en la industria petrolera.

De igual manera se denunció sobre el llenado en centros de almacenamiento y sabotajes a la industria petrolera, además del cargamento de buques los cuales muchos de ellos se fueron sin pagar.

Esto representó una vulneración de los sistemas de PDVSA, todo ello durante las gestiones de Rafael Ramírez, Manuel Quevedo, Eulogio Del Pino, Nelson Martínez y Tareck El Aissami.

Y esto que no nos estamos metiendo con todo el conglomerado de empresas mercantiles para la legitimación de capitales por la venta de crudo cuyos dividendos no ingresaron a las arcas del Estado.

Pero acá me voy a detener sobre como operaban los esquemas con las estaciones de servico de PDVSA. Una de las mafias más grandes y donde también hubo un desangramiento importante de las finanzas del país.

Todo ello se determinó por denuncias sobre un cierre abrupto de una gasolinera en Santa Fe, que llevaba seis meses, además de la presunta deuda de PDVSA por las operaciones paralelas del crudo venezolano que ya hemos señalado sus dividendos nunca ingresaron al fisco nacional.

En el año 2020 entra en vigencia el nuevo esquema para la venta de combustible dolarizadas y la venta subsidiada, como todos debemos recordar. De ahí 200 estaciones de servicio eran controladas por empresas privadas de las cuales 150 eran «de confianza» de estos ladrones.

A estas se les cobraba una vacuna la cual debía hacerse en pago de efectivo ante la Dirección de Mercadeo Interno de PDVSA que dirigía nada más y nada menos que el teniente coronel Marino Lugo, recientemente fallecido. Y acá no se recibía ninguna factura, ni recibo ni documento que hiciera constar estos pagos por parte de los dueños de esas estaciones de servicio a PDVSA.

En caso de que el dueño o gerente de la estación de servicio no pudiera trasladarse a entregar los dólares, PDVSA enviaba funcionarios adscritos a la Dirección de Prevención y Control de Pérdidas a retirar ese dinero.

El beneficio que tenía el gerente o dueño de la estación de servicio que pagaba era que nunca la faltaba el combustible a su estación de servicio en sus tanques.

Si tomáramos en cuenta y sacásemos una cifra aproximada del desfalco, sería así: A los que pagaban se les despachaban 2 gandolas por día (1 en la mañana y 1 en la tarde) y se le suministraba entre 23 a 33 mil litros de combustible. PDVSA los vendía a 0,49 centavos de dólar pero para que los dueños de estas estaciones de servicio vendieran la gasolina a 0,50 centavos de dólar. Eso arroja la bicoca de aproximadamente 109.760 dólares cada semana por estación.

Y en esencia eso era lo que debían entregar cada semana los dueños de las estaciones de servicio dolarizadas a la Dirección de Mercadeo Interno de PDVSA en billetes de 20 dólares. Nada de transferencias ni cheques.

Mensualmente eso arrojaba una cifra de 439.040 dólares cada mes por estación de servicio.

Por ejemplo la estación Santa Fe que fue objeto de esta denuncia la gandola llegaba muy temprano e iniciaba sus labores a las 8 am y ya a las 3 de la tarde ya habían vendido casi toda la gasolina. Esa estación en 3 meses produjo la bicoca de 73.500.000 dólares en tres meses por un millón de litros vendidos.

Cabe destacar que este esquema inició en plena pandemia en agosto de 2020 y se cierra en marzo de 2023 cuando se activa la Operación «Caiga Quien Caiga».

Y en 32 meses de este esquema de operación en dólares, dejaron de ingresar a las arcas del Estado solamente por este concepto 2.041.563.000 dólares.

Definitivamente los que nos ocasionaron este daño no tienen perdón de Dios.

En la próxima entrega hablaremos un poco del desfalco en la CVG.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tutiteras Socialistas. http://Www.juanmartorano.blogspot.com , http://www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.  jmartoranoster@gmail.com       @juanmartorano