Consigue tus objetivos este verano

Por Lorena White @lorenagwhite

Normalmente, el verano invita (y más con este calor) a quedarse tirado sin hacer nada, refrescarse un poco cuando es posible y volver a no hacer nada el resto del día. Es difícil ser productivo cuando hace buen tiempo fuera, te invitan a la piscina hoy y a una barbacoa mañana o incluso cuando, a pesar de ser verano, tienes que trabajar. Sin embargo, es posible mantenerse enfocado en un objetivo que queramos marcarnos si aprovechamos bien el tiempo sin sacrificar los momentos de ocio y de tiempo libre. ¿Cómo? ¿Con magia? No, con técnicas fáciles y la mentalidad abierta ;)

Hoy te traigo 5 ideas para tener un verano productivo en el que plantearte objetivos que, además, vas a poder cumplir. Espero que te sirvan :)

1. Para empezar, libérate: cero presiones

Sí, se que suena raro en un post de productividad, invitando lo primero a la libertad, pero tiene un por qué: lo horriblemente mal que se trabaja bajo presión y / o estrés. Es verano: vas a tener tiempo, tanto si tienes que trabajar como si no, de hacer cosas y de ser productivo, de no hacer nada y de hacerlo, de ponerte en serio y de dedicarte al ocio, así que no te agobies con tus propios objetivos (que ya tenemos bastante con el calor).

2. ¿Qué querrías haber conseguido al final del verano?

Lo importante antes de ponerse manos a la obra con algo, es marcar la meta hacia la que tenemos que ir. Piensa en qué te gustaría emplear parte de tu verano y, sobre todo, el resultado que quieres conseguir. Puede ser desde hacer una pequeña reforma hasta escribir una novela, pasando por llevar a cabo un proyecto creativo (sea el que sea) o ponerte manos a la obra con tu marca personal. ¡Da igual lo que quieras conseguir! Pero antes de actuar piensa.

3. Traza un plan:

Una vez que tienes el objetivo fijado, toca empezar a planificar cómo vas a conseguirlo. Si tienes que trabajar en verano, puedes repartir tu tiempo libre entre tu objetivo y tu ocio. A lo mejor dedicarle un tiempo sólo por la mañana o sólo por la noche, para evitar las horas del día en las que hace más calor y es más difícil concentrarse. Busca horarios que se adapten a ti, para no tener que ser tú el que se adapte a tus horarios. Y ponte una pequeña meta diaria: ¿cuánto quieres avanzar? ¿Cómo puedes dividir tu objetivo en pequeños objetivos del día a día para llegar a conseguirlo? Recuerda contar también con los ratos de descanso que, por supuesto, te los has ganado.

4. Aprovecha los ratos muertos:

Seguramente (y más en verano) hay momentos en tu día que pasan sin pena ni gloria para ti, en los que no haces nada necesariamente interesante ni beneficioso y en los que incluso te gustaría hacer algo porque no te gusta aburrirte. Bien, pues aprovecha esos momentos para trabajar en tu objetivo o en tu proyecto, ya sea pensando o mentalizándote de los siguientes pasos a seguir, o bien, avanzando un poco en la medida que puedas, según el sitio donde te encuentres y el momento del día. A veces esos pequeños ratos son importantísimos y uno avanza más que cuando decide ponerse en serio a trabajar y le resulta imposible.

5. Y si te bloqueas, prueba esto:

Hay gente que me dice, sobre todo en el caso de los blogs, que se marca unas horas al día para dedicarse a él y que nota cómo las palabras no le salen (¡y mucho menos las ideas!); que se sienten totalmente bloqueados y que, al final, terminan dedicándole el tiempo que iban a destinar a su blog, a cualquier otra cosa. A lo que yo siempre les contesto que, una vez llegados a ese punto, lo mejor es distraerse: ahora en verano pega mucho darse una ducha, leer, ir a la piscina, escuchar música o ver algo interesante en la televisión (¡e incluso leer el periódico, aunque sea online). El caso es desconectar para que ese estado de bloqueo no pueda con nosotros. Pero si lo que realmente querrías es no llegar a ese punto, recuerda: aunque hayas marcado unos días y unas horas concretas para sentarte a escribir en tu blog, puedes utilizar ratos muertos en el día, viajes en transporte público o momentos en los que te sientas un poco más relajado, en pensar en ideas para posts o en mejoras para tu blog, para que así, en el momento en el que te sientas a trabajar, lo tengas todo en tu cabeza y sólo te haga falta desarrollarlo y plasmarlo. Créeme, al final no es tanto tiempo empleado y realmente funciona ;)

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Hasta el lunes, almas cándidas :)