Consolas portátiles que fracasaron (II): Sega Nomad

Por Juan Carlos Fernández

Sin duda, Sega Nomad ha sido una de las consolas más desapercibidas de la historia. Si bien técnicamente era bastante potente, ni alcanzó cifras de venta relevantes ni SEGA  se interesó nunca demasiado por ella. De hecho, fue una aventura en solitario de SEGA EE.UU, único país en donde se comercializó, ya que la casa matriz en Japón estaba demasiado centrada en dar soporte a la recién salida Saturn.

Como veníamos diciendo, la Nomad fue lanzada por SEGA Norteamérica en solitario en el año 1995 en lo que pretendía ser, simplemente, una versión portátil de la Mega Drive y que incluso podría utilizar los juegos y cartuchos de ésta. A pesar de ello, se basaron en la terrible Mega Jet, otro proyecto de consola portátil (más bien portable) que fue, con razón, un absoluto fracaso. Decisión arriesgada sin duda, ya que la matriz en Japón estaba demasiado ocupada con el soporte y promoción de la Saturn, así como al resto de consolas que tenía en mercado en ese momento (Master System, Game Gear, Mega Drive, Sega CD y 32X), lo que derivó en la total indiferencia sobre este proyecto.

Desde el punto de vista técnico, desde luego fue una portátil potentísima, empezando por los 16 bits de su procesador, al igual que la Mega Drive, pero también si se compara con otras consolas portátiles como Lynx (y que desde luego dejaba atrás a la generación de 8 bits como Game Boy y Game Gear). La velocidad del procesador era de 7.67 MHz, también igual que la Mega Drive pero bastante más alto que los 4 MHz de Lynx y Game Boy, y 3.5 de Game Gear. Su RAM era de 156Kb (64Kb VRAM) frente a los 8Kb de Game Boy y Game Gear y los 64Kb de Lynx.

Gráficamente nos encontramos con una pantalla retroiluminada de 3,2″, igual que Game Gear, inferior a las 3,5″ de Lynx, pero bastante mayor que las 2,6″ de Game Boy. La resolución era superior al resto de portátiles ya que era de 320 × 224, frente a los 160 × 144 de Game Gear y Game Boy, y los 160×102 de Lynx. Por supuesto, la pantalla era a color con una paleta de 512 colores y 64 colores simultáneos.

Hasta aquí los aspectos positivos de la consola que son fundamentalmente, los técnicos. Pero, ¿por qué fracasó estrepitosamente esta consola? Dejando a un lado los aspectos que se han comentado antes, es decir, la poca implicación de SEGA y el lanzamiento limitado a EEUU, existieron otras causas de fondo.

En primer lugar, el precio de la consola era muy alto, más incluso que la Game Gear y, por supuesto, mucho más que la Game Boy. Así, Nomad salió al mercado por 180 dólares, frente a los 150 dólares de Game Gear y los 89,90 dólares de la portátil de Nintendo. Por tanto, nos encontramos así como una primera barrera de entrada, el elevado precio por una consola portátil.

Asimismo y, como punto de especial relevancia, la duración de las pilas era ridículo. Nomad necesitaba 6 pilas AA, las cuales daban una autonomía de 2 o 3 horas, incluso menos que la Game Gear. Esta carencia hizo que muchos potenciales compradores fueran totalmente reticentes a dar el paso y comprar la consola, ya que desvirtuaba por completo su función de portátil.

Por último, la Nomad era muy pesada y voluminosa, incluso para la época. Si la comparamos con la Game Gear o, especialmente, con la Game Boy, el tamaño era mucho mayor y no especialmente cómoda para manejar, excesivamente gruesa e incómoda, lo cual sin duda supuso otra desventaja de la consola que desanimó a potenciales compradores frente a otras alternativas.

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