“Le gustaba sentarse a la sombra de un pino y ver cómo los viejos y los niños bajaban por la carretera llevando un haz de leña sobre la espalda. Era agradable el olor acre del queso de cabra, o el contemplar los ondulantes campos de trigo, o el ver cómo las muchachas caminaban erguidas bajo las ánforas que llevaban encima del hombro, marchando suavemente sobre los pies desnudos."
"Conspiración en Atenas" de León Uris
León Uris (Baltimore, USA, 1924 - 2003) fue un novelista estadounidense de origen judío. En 1941, con sólo diecisiete años, se incorporó al Cuerpo de Marines luchando en la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico Sur. En 1950 la revista Esquire le compró un artículo lo que le animaría a escribir su primera novela, "Battle Cry'" (1953), que fue un éxito de ventas. En 1955 publicó la que acabo de leer, "Conspiración en Atenas" ('The Angry Hills' en el idioma original) situada también en el contexto de la IIª Guerra Mundial. Tras ésta se animó a viajar a Israel y concibió "Éxodus", novela publicada en 1958 que lo consagró definitivamente. En 1967, tras algunas obras menores, revalidó su condición de novelista de éxito con "Topaz". Hasta poco antes de su muerte, continuó escribiendo y publicando novelas muy bien recibidas por el público.
Mi comentarioEl norteamericano Mike Morrison acude a Atenas en plena guerra mundial (estamos en 1941) para retirar unos dineros recibidos de una herencia que, entiende, corren peligro en Grecia ante la inminente entrada de los alemanes.
Su gestor griego (Fotis Stergiou) lo cita para las ocho de la tarde de ese mismo día no sin antes pedirle que en su vuelta a América vía Londres lleve con él una carta que le va a entregar. Ese día a la hora convenida Stergiou aparece muy malherido en su despacho por disparos de agentes alemanes que desean lo mismo que Morrison ahora tiene en su poder: un papel con 17 nombres de agentes contrarios a los nazis infiltrados en países y delegaciones alemanas.
Todo esto está sucediendo en plena salida de los ingleses de Grecia que se están viendo azuzados por la rápida conquista que los alemanes están realizando. Morrison se une para escapar de los asesinos de Starigou a una división inglesa. Mike para pasar desapercibido se ha vestido con el uniforme de un inglés abatido. Comienza así un auténtico thriller consistente en esta persecución y la huida de este escritor de novelas y periodista norteamericano que se ha visto implicado en una aventura que no buscaba.
A lo largo del relato nos enteramos de que Morrison está viudo de Ellie, que tiene dos hijos pequeños y que dos mujeres griegas: Eleftheria ("Una bonita muchacha de unos veinte años apareció ante él. Tenía profundos ojos negros y busto erecto y firme; su negro cabello le caía suavemente sobre los morenos y redondos hombros"), que lo atiende en primer lugar y cura de sus heridas; y Lisa Kriakides, mujer de la Resistencia griega, que lo esconde y prepara para huir de Grecia, las dos se enamoran de él, y él de una de ellas.
En toda esta aventura queda evidente que para el autor y sus lectores los griegos son machistas, tienen a sus mujeres dominadas y ninguneadas mientras que los americanos son amantes de sus esposas, galantes e igualitarios ("Sólo había dos camas en la casa y, como era lógico y era costumbre, Mike tuvo prioridad sobre Eleftheria." o "Mike se sorprendió al descubrir el papel relevante que las prostitutas tenían en la sociedad griega. La esposa, generalmente obtenida a causa de un arreglo entre familias, era pronto arrinconada. ").También se observa que entre los griegos hay traidores a su país (Zervos es un ejemplo de ello) mientras que en los norteamericanos aunque en algún momento el lector lo llegue a pensar, tal cosa no sucede jamás; muy al contrario, ellos, como le sucede a Mike y en menor medida al redactor americano Linsey sienten emoción a la vista de la bandera estrellada. Pero por otra parte la manera de vivir de los griegos, pese al atraso en sus costumbres, le parece pintoresco, sosegado y muy agradable.
Estamos, como se ve, ante un best seller, una novela bélica de aventuras con los ingredientes habituales en el género: maniqueísmo buenos (los americanos y los de la Resistencia) versus malos (los alemanes y los colaboracionistas griegos), tópicos asentados (meridionales europeos atrasados y machistas, frente a norteamericanos civilizados y amables); sexo o al menos cierto erotismo, aunque quizás por la época de su publicación bastante contenido y nada explícito.
Lo más destacable aparte del desarrollo del thriller, ciertamente entretenido y electrizante, son las sarcásticas referencias al mundo editorial y a ese escritor mediocre, Michael Morrison, una especie de trasunto del propio León Uris que irónica y reiteradamente en la narración se describe como escritor mediocre de unas pocas novelas de serie B.
- "Se trataba de Michael Morrison, americano, uno de estos escritores que llenan cuartillas con el exclusivo fin de ganar a cambio el pan y la mantequilla y que se hallan en el catálogo de casi todos los editores."
- Aceptó la mediocridad cuando sus propios libros se volvieron mediocres, escritos para un público mediocre.
Cierto es que hay diálogos y situaciones muy del gusto de lectores de novelas consideradas de serie B o por debajo de la calidad literaria universalmente entendida por todos. Un ejemplo podría verse en este diálogo amoroso que bien podría haberse sacado de una típica película hollywoodense de los años 40 ó 50:
—¡Vassili! ¡Vassili! ¡Casi me volví loca!Prueba de que él mismo es el modelo de este Mike Morrison son las palabras que recuerda le dijo en una ocasión uno de sus editores:
—Lisa… Lisa…
Ella le acarició el cabello con la punta de los dedos y apretó su cara contra los labios de Mike.
—Lisa… Lisa… Lisa…
—No, querido, no. No podemos. Aquí no. No es seguro… Pueden venir los de la Gestapo.
Recordó su primera novela, que versaba sobre el gran amor de un hombre. Su editor, con el cinismo de todos los editores, le dijo que el gran amor sólo existía en las novelas. Su editor también le informó de que tan sólo en los libros se encontraban individuos dispuestos a vivir toda la vida con un recuerdo. Mike se daba cuenta de que el editor tenía toda la razón.Efectivamente, León Uris a partir de esta segunda novela escrita como la anterior partiendo de su experiencia en la milicia y en la Guerra abandonaría esta temática bélica enfocando sus relatos hacia otros asuntos como el espionaje o las penalidades vividas por la etnia judía a la que él pertenecía.