Siempre que haya un debate con personas protestantes, más específicamente con los de extracción pentecostal o adventista, que son dos denominaciones caracterizadas por un anticatolicismo bastante radical, nos encontraremos con la falsa acusación de que a la Iglesia católica la fundó el emperador Constantino, por lo cual arguyen que la Iglesia actual no sería la misma que viene desde Cristo y los apóstoles.
Aunque en un futuro haremos un análisis mucho más profundo sobre el origen de la Iglesia y su continuidad histórica ininterrumpida desde el siglo I hasta nuestro días, hoy rebatiremos con datos históricos bastante sencillos de comprender, la falsa teoría de que Constantino fue "el primer Papa" de la Iglesia "romanista", como llaman peyorativamente ciertos protestantes a la Iglesia católica.
Antes que nada, repasemos brevemente qué es el papado. La doctrina cristiana católica, basándose en las Sagradas Escrituras, sostiene que Jesucristo decidió nombrar a un encargado de su Iglesia en la tierra, a quien le entregó las llaves del reino de los cielos como símbolo de autoridad para poder atar y desatar, con cuyas palabras Jesús hizo un paralelismo con la llave de la casa de David que mantenía en su poder el mayordomo del reino, aquel que se nos dice que "abrirá, y no habrá quien pueda cerrar; y cerrará y no habrá quien pueda abrir", que sería entregada a Eliaquim, hijo de Hilcías como se relata en Isaías 22, 20-22, y a quien se presenta como el mayordomo de la casa real en 2 Reyes 18, 18 y en 2 Reyes 18, 37.
Jesucristo es el Rey de Reyes que está sentado sobre el trono de David, y así como la casa real del reino davídico, tenía un mayordomo, con la autoridad para "abrir y cerrar", en el nuevo reinado de Jesucristo el nuevo templo universal que es la Iglesia cuenta con su propio mayordomo, con la autoridad, otorgada por el Rey mismo, para atar y desatar; éste encargado, como lo revela de manera clara la Biblia, fue Pedro, de ahí que la Iglesia sostiene que este apóstol fue el primer Papa de la historia (el primer jefe y responsable de la Iglesia apostólica) y que este cargo recae en todo sucesor ocupante de la silla del obispo de Roma, desde donde se ejerce una primacía sobre el resto de los obispos de la Iglesia universal.
Ahora bien, ¿de dónde surge esta teoría de que Constantino fundó a la Iglesia y fue su primer Papa? Todo esto proviene de una errada lectura de los acontecimientos históricos dados a partir del año 313, cuando el emperador Constantino emitió el Edicto de Milán, un decreto donde se ordenaba poner fin a la persecución de los cristianos en todo el territorio del imperio. Esto no supone, como muchos piensan, que la Iglesia haya pasado a manos del emperador, ni mucho menos.
El Edicto de Milán lo que hizo fue únicamente garantizar a los cristianos la total libertad para practicar su culto y exponer sus enseñanzas. En el momento en que se emite el Edicto, Constantino no se había siquiera bautizado, cosa que hizo ya muy cerca de su muerte, acontecida más de 20 años después, por lo que el emperador ni siquiera era miembro de la Iglesia cuando cuando el "decreto de tolerancia" para los cristianos tuvo lugar.
Otro acontecimiento histórico que genera confusión entre los protestantes, y que asignan como el "nacimiento" de la iglesia católica, es el famoso Concilio de Nicea del año 325, convocado para debatir y llegar a un acuerdo doctrinal que rigiera a toda la Iglesia universal luego de los graves problemas y las fuertes y peligrosas divisiones que se estaban desarrollando en las Iglesias locales por todo el imperio, producto del nacimiento de doctrinas heréticas.
La principal doctrinal que estaba causando problemas e intensos debates era la del "arrianismo", conocida de este modo por su principal defensor, Arrio, un presbítero de Alejandría. Arrio sostenía que Jesús no era Dios, que era solo una creatura que no compartía la sustancia y la naturaleza divina del Padre. Ante la amenaza a la paz interna que estas divisiones estaban provocando, Constantino convoca a que se reúnan los obispos de toda la Iglesia para establecer criterios claros y unitarios sobre este tema. Pero aclaremos, la convocatoria la realiza amparado en su poder de emperador (haber desobedecido a esta convocatoria seguramente habría traído graves consecuencias para la Iglesia), no la hace en calidad de miembro del clero, pues nunca, en ningún momento de su vida, tuvo cargo alguno dentro de la jerarquía eclesiastica consagrada de la Iglesia, por lo que jamás fue obispo de Roma (y tampoco fue presbítero o diácono), y en el año 325 no era ni siquiera un laico bautizado como ya lo mencionamos antes.
En cuanto a lo sucedido propiamente en el Concilio, al final los obispos conciliares condenaron el arrianismo como una enseñanza herética, y como una forma de resolución el Concilio de Nicea elaboró el Credo (la confesión de fe), también conocido como "credo niceno" que resume las verdades de fe en las que ha de creer un cristiano. Ese Credo es el mismo que hasta el día de hoy se confiesa en la misa católica, todas sus enseñanzas son perfectamente cristianas y ellas tienen base y sustento en las Sagradas Escrituras (aunque para esa fecha, aun como tal, no existía oficialmente el canon del Nuevo Testamento que surgió hasta el año 382). El credo es la mejor prueba de que este Concilio no contaminó a la Iglesia con "doctrinas paganas" como piensan los sectores protestantes anticatólicos.
De hecho la inmensa mayoría de los protestantes comparten las creencias expresadas en el Concilio de Nicea, que afirmaron con toda contundencia y sin vacilaciones la divinidad de Cristo. En el Credo niceno se afirma que hay un solo Dios Padre Todopoderoso, un solo Señor, Jesucristo, que nació del Padre antes de todos los siglos (eterno), que fue engrendrado, no creado, y es de la misma naturaleza divina del Padre (es Dios). El Credo afirma también que Cristo se encarnó y murió por nuestros pecados, que resucitó al tercer día, que subió al cielo y que volverá para juzgar a vivos y muertos; se sostiene también la existencia del Espíritu Santo, que recibe, junto al Padre y al Hijo, una misma adoración y gloria. La mayoria de los protestantes creen en todo esto también, ¿así que dónde está la "corrupción pagana" que supuestamente sufrió la Iglesia en Nicea?
En este punto podemos hacer un resumen de lo antes expuesto y ver que, por una parte, Constantino no "creó" una Iglesia, solo dejó de perseguir a una Iglesia que ya existía desde el siglo I, y por la otra, podemos atestiguar que esa Iglesia, luchando contra las herejías, se mantuvo firme en las enseñanzas y la ortodoxia cristiana, no hubo "infiltraciones" doctrinales paganas, no se concedió, ni remotamente, la posibilidad de considerar a otros dioses; el Concilio de Nicea expuso como verdad y dogma de fe la existencia de un solo Dios verdadero, con una sola y única sustancia divina en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¿Qué diferencia había entre esta Iglesia del 325 y la de los primeros 300 años? Doctrinalmente ninguna, la Iglesia se mantuvo fielmente cristiana, por lo que no hay ningún indicio de que haya surgido algo "nuevo" con Constantino. Claro que había una gran diferencia entre poder reunirse libremente, incluso con el apoyo y las facilidades otorgadas por autoridades del imperio que se convirtieron al cristianismo, a hacerlo en la absoluta clandestinidad como se hacia cuando eran perseguidos y se refugiaban en las catacumbas, pero la sustancia de la fe en Cristo como el Cordero de Dios que con su sacrificio nos salva y nos ofrece vida eterna, se mantuvo intacta.
Por último, a modo de prueba histórica, exponemos la lista de todos los Obispos de Roma (Papas), que estuvieron en dicho cargo durante la vida entera de Constantino, en donde podemos observar que éste nunca ocupó la silla papal. Constantino nació en el año 272 y murió en el año 337, habiendo sido emperador desde el año 306 hasta su muerte.
Lista de los Obispos que fueron Papas en el periodo de los 65 años en que Constantino estuvo vivo:
- San Felix I (Fue Obispo de Roma del año 269 al 274).
- San Eutiquiano (del 275 al 283)
- San Cayo (del 283 al 296)
- San Marcelino (del 296 al 304)
- San Marcelo I (del 306 al 309)
- San Eusebio (Fue Obispo de Roma solo durante el 309)
- San Melquiades (del 311 al 314)
- San Silvestre I (del 314 al 335)
- San Marcos (durante el 336)
- San Julio (del 337 -año de la muerte de Constantino- al 352)
Como podemos apreciar, Constantino nunca ocupó el cargo de Obispo de Roma (Papa), no hay ningún "San Constantino" en la lista de los Papas del periodo de su vida. Y ya en este punto permítasenos sumar otro contundente dato que demuestra que Constantino no fundó a la Iglesia católica: El famoso emperador romano no es y nunca ha sido considerado santo por la Iglesia. De hecho no existe una sola edificación, llámese basílica, santuario, parróquia o capilla en todo el mundo en honor a su nombre.
¿No es bastante extraño que el supuesto fundador de una Iglesia con miles de santos, no haya sido considerado jamás uno de ellos? ¿El "fundador" de la religión más grande del planeta no cuenta con un solo templo a su nombre ni ocupó cargo alguno en la propia institución que supuestamente él "fundó"?
Las pruebas son contundentes: Constantino no fundó ninguna Iglesia, solo dejó de perseguir a una que ya tenía tres siglos de existencia.