Constitución, ja, ja, ja,….

Publicado el 07 diciembre 2010 por Javiermadrazo

Constitución Española

Siempre me ha sorprendido, y mucho, el cinismo de quienes rinden homenaje a la Constitución española, al tiempo que la incumplen sistemáticamente, la vacían de contenido, la convierten en papel mojado y vulneran todos los preceptos sociales que en la Carta Magna se recogen. El artículo 35, por ejemplo, reconoce “el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia“.  Una gran mentira de la que puedan dar fe más de cuatro millones de personas sin empleo y un númeo aún mayor de personas que tienen un trabajo precario y reciben un sueldo inferior a 800 euros.

Claro que el artículo 41 establece la obligación de los poderes públicos de garantizar “la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo“.  Es decir, justo lo contrario a lo que ha hecho el Gobierno Zapatero al eliminar la ayuda de 426 euros a las personas sin ingresos, ni recursos de ningún tipo.  Por todo ello, me indignan tanto estos saraos en los que la familia real (¿?) y nuestras instituciones democráticas (¿?) se reúnen para lanzarse parabienes y compartir mentiras,  mientras nos engañan una y otra vez, y nos hablan como si fuéramos idiotas, que creemos en sus proclamas.

La Constitución, como los Estatutos de Autonomía o la propia Declaración de Derechos Humanos. han perdido valor porque los responsables de velar por su cumplimiento son los primeros en traicionarlos.  Ayer mismo, Zapatero elogiaba la Constitución, apelando a la libertad y a la prosperidad que se derivan de su aplicación, al tiempo que destacaba su contribución al desarrollo del estado del bienestar.  ¿Cabe mayor hipocresía?  La respuesta es sí: la Constitución, en su preámbulo, apela a las leyes para promover un “orden económico y social justo“; además, en su título preliminar, artículo 1, señala que “la soberanía nacional reside en el pueblo español“. Ja, ja, ja,…  La soberanía nacional reside hoy en la banca y la patronal, que son quienes mandan, y el orden ecnonómico social y justo es incompatible con el mercado neoliberal y capitalista. Constitución Republica, ya.