a costa del contribuyente
Una vez más Hacienda juega a su capricho con los números y con los contribuyentes para que los cálculos del déficit anual les sean favorables. Para ello no ha dudado en ralentizar todavía más las devoluciones, coincidiendo además con el endurecimiento de las condiciones para solicitar aplazamientos. El resultado es una contabilidad creativa que le permite decir —a base de mentiras— que la recaudación va un 0,9% mejor que el año anterior, cuando la cruda realidad es que se ha hundido un 3%.
Si se analizan todas las cifras para hacer una comparativa real entre el ritmo de devoluciones actual y el del año anterior, se llega a la conclusión de que hasta noviembre de 2013 el acumulado de devoluciones era de 39.849 millones, cuando en las mismas fechas de 2012 eran 42.075 millones. Y si además se añaden los 4.122 millones que debieron imputarse al ejercicio 2012, la diferencia total —hundimiento de la recaudación— alcanza los 6.000 millones.
Lo que está ocurriendo es que, además de las subidas de impuestos y los recortes que estamos sufriendo, la deuda de Hacienda con los ciudadanos aumenta, a la vez que endurecen las condiciones para solicitar aplazamientos, hasta el punto de que, cuando se trate de retenciones, no es que los vaya a denegar, sino que directamente no los va a admitir, lo cual supondrá que si alguien los solicita, automáticamente entrará en recargo.
Y por último, si Hacienda le debe a usted dinero y al mismo tiempo ella se lo debe a usted… no lo compensará como debiera hacerlo, sino que usted tendrá que pagar dentro de plazo y esperar a que ellos decidan cuando le devolverán a usted lo que le deben.
El circulo vicioso ha llegado a tal extremo que más que una contabilidad creativa parece que estemos hablando directamente de estafa estatal. Una gran mentira ante la que estamos completamente indefensos los contribuyentes.
Ramón Cerdá