"Cuando Beth Emhoff regresa a Minneapolis de un viaje de negocios en Hong Kong, lo que pensó que era solo jet-lag se transforma en algo fatal. Dos días después, muere en la sala de urgencias y los doctores le dicen a su impactado y desconsolado esposo que no tienen idea de la causa. Pronto, otros sufren los mismos síntomas misteriosos: tos seca y fiebre, seguidas de ataques y hemorragia cerebrales… y finalmente la muerte. En Minneapolis, Chicago, Londres, París, Tokio y Hong Kong, los números se multiplican con rapidez: un caso se convierte en cuatro, luego dieciséis, luego cientos, miles, a medida que el contagio pasa todas las fronteras, impulsado por las innumerables interacciones humanas que componen el curso de un día cualquiera. Una pandemia mundial estalla.
En los Centros de Control y Prevención de Enfermedades norteamericanos, los investigadores se movilizan para descifrar la clave de un virus biológico único que continúa mutando. A medida que va creciendo el número de víctimas y la gente lucha por protegerse a sí misma y a sus seres queridos en una sociedad en descomposición, un bloguero y activista declara que al público no se le está diciendo la verdad sobre lo que realmente está pasando, y desencadena una epidemia de paranoia y miedo tan infecciosa como el mismo virus."
Esta gran historia coral entrecruza al enorme y talentoso elenco en una carrera por frenar al MEV-1, mostrando diferentes aspectos de la misma situación: mientras los personajes de Laurence Fishburne, Kate Winslet y Marion Cotilliard intentan individualizar el origen del virus (transmitido vía el tacto sobre las superficies), Jennifer Ehle y Elliot Gould intentan encontrar una vacuna, y Matt Damon, John Hawkes y Sanaa Lathan observan como meros mortales los resultados del desastre en la población. El otro cabo resulta el periodista blogger de Jude Law, que actúa como informador conspiracionista de turno, que aduce que el gobierno esconde más cosas de las que anuncia.
Otro detalle que redondea con creces a la película es la banda sonora de Cliff Martinez. Martinez es un asiduo colaborador de Soderbergh, y siendo ésta la primera vez que lo escucho en acción, me sorprendió completamente con una banda de ambiente fría, pulsante, con propiedad y cuerpo, que complemente perfectamente a las imágenes del director. Hay simbiosis, eso se nota y mucho.
Calificación: B+