Contaminación invisible: Electrosmog (Contaminación electromagnética)

Publicado el 11 septiembre 2019 por Carlosgu82

En lo que va de los últimos años el hombre ha comenzado a crear conciencia de lo importante que es el entorno en que vive, preocupándose más de los factores medioambientales que repercuten en la vida del planeta he incluso en la vida de él mismo. Aunque siempre hay eventos y acciones a los que no se les dan gran importancia y que también repercuten en el hombre.

La contaminación del aire, la tierra y los océanos son problemas que podemos solucionar si les ponemos empeño. Pero, por otro lado, existen otros tipos de contaminación debido al exponencial avance tecnológico en el que vivimos no podemos hacer más que aprender a vivir con ello puesto que es este mismo el causante, tal es el caso del electrosmog o contaminación electromagnética.

Aunque no existan estudios ni pruebas definitivas de que el electrosmog tenga un efecto nocivo para la salud del ser humano sí hay teorías que plantean que una exposición prolongada a un campo electromagnético por más pequeño que estos sean; como una conexión wifi o una antena telefónica, pueden afectar el bienestar y la reproducción de los seres vivos.

Si bien las radiaciones ionizantes más fuertes, como es el caso de los Rayos X (5.0 – 50 Exa Hertz) o las terapéuticas que van de 500 a 5 000 EHz las que pueden causar un daño severo al ADN, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, redes moviles o redes wifi, es decir, sus campos electromagnéticos, pueden ser señalados como posibles agentes cancerígenos, para quienes están expuestos en tiempo prolongado.
“Basándonos en la ciencia actual, creemos que una epidemia de cáncer en el futuro es posible como resultado de un uso incontrolado de teléfonos móviles, wifi y distintos dispositivos”, tanto inalámbricos como alambicas, tal es el caso de equipos de cómputo, televisores inteligentes y microondas, afirma David Carpenter, del Instituto de Salud y Medio Ambiente de la universidad de Albany, Estados Unidos.
De ahí que se puedan hacer algunas recomendaciones básicas para poder tener control de la radiación con la que interactuamos día con día. Tener el teléfono movil en modo avión o apagarlo el mayor tiempo posible, preferir los cables a conexiones inalámbricas, reducir el uso de aparatos electrónicos como microondas, aire acondicionado o calderas eléctricas.

Este tipo de contaminación es inevitable dado el avance tecnológico que supone el entorno en el que vivimos, sin embargo, siempre hay posibilidad de adaptarse a ello para que las repercusiones no sean de gravedad.
La intención de este post no es ser causa de histeria colectiva que tú lector te hagas una idea de muerte prematura a causa de la contaminación electromagnética, pues si bien la muerte es inevitable existen probabilidades casi nulas de que sea por esta causa; y haber mantenido una relación constante con niveles altos de este tipo de radiación. La información aquí recopilada es   que aún se están estudiando no hay, todavía, nada cierto en tanto a un daño físico en el ser humano por la contaminación electromagnética.

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