Contemporáneos

Publicado el 18 junio 2013 por Jcbarona

El panorama en el que vivimos es sospechosamente parecido al de la carrera mencionada en el post anterior. Millones de personas pululando por el mundo pero sin más destino esta vez que la supervivencia, la procreación y un discutido “más allá” al final. Si esto fuese una carrera qué buena estrategia sería esa de hacer creer a nuestros contrincantes que no hay una meta que alcanzar… Cuánto llegamos a adaptarnos al medio geográfico, humano y cultural que nos rodea… cuánto cariño llegamos a tomarle a nuestros padres, nuestros hermanos, vecinos, compañeros de estudios y de trabajo a lo largo de la vida.

Aprovecho esta leve reflexión para saludarte quien quiera que seas como contemporáneos que somos; vivos en el mismo momento histórico resultamos compañeros de promoción existencial. No somos los primeros de la clase en ninguna de las materias; política, economía, cultura o deportes… tampoco seremos conocidos por cuestiones delictivas, lo que sería destacar por abajo. Tú y yo somos del montón, ¿pero no te parece fantástico que podamos hablar de ello? Por no parecer tan imprescindibles podremos escaquearnos tanto como queramos, hacer novillos, dedicarnos a cuestiones diversas mucho más entretenidas. Cuéntame lo que haces, qué te preocupa, qué has descubierto. Yo hoy estoy pensando en esto que te cuento: que no me parece cualquier cosa que estés aquí y que si nos damos el tiempo suficiente nos vamos a llevar muy bien. Hasta amigos puede que seamos, o novios, o pareja de esas que se aman y procrean —en sentido literal y figurado— trayendo así a este mundo una o varias pruebas palpables de su amor que seguirán aquí un rato más cuando ellos se vayan.Hemos de tener cuidado, ¿has visto lo rápido que pasa el tiempo?, cuando quieres darte cuenta ya no te quedan fuerzas para casi nada de todo aquello que te habías propuesto hacer, y dicen que abandonas la vida solo… ¿No habrá al final del camino otro “óvulo” que fecundar? irse así, sin más, no le veo la gracia; quizá tampoco me hubiese parecido graciosa la manera de venir a este mundo pero no recuerdo que nadie me pidiera opinión. Ahora es más bien al contrario pues todos invariablemente nos preguntamos alguna vez a dónde se va después de esto o si se va a algún sitio… como si alguien pudiera escucharnos y le interesase nuestro parecer.
Y si fuera necesaria la misma resolución para ir allá que ya hizo falta para venir donde hoy estamos. ¿Nos vemos allí?, ¿pero cómo nos reconoceremos? A partir de ahora mira bien a los ojos del que quieras reconocer y no habrá perdida; estoy convencido de conservar en cualquier parte esta manera de mirar propia de quien parece querer ver más allá.

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