En los últimos tiempos el piloto que más ha exigido a Rossi ha sido Lorenzo, que incluso ha cuestionado que Il Dottore tenga trato de favor en Yamaha. Una situación nueva e incómoda para Rossi, acostumbrado a bregar con rivales de otras motos que no fueran la suya y a tener a compañeros inofensivos y aliados. Ahora, cinco meses después de que el italiano se proclamase campeón por novena vez, dicho duelo continúa siendo el principal titular. Lo es tras el estreno del Mundial de MotoGP en el circuito de Losail, el GP de Qatar, una carrera nocturna de adelantamientos imposibles entre los primeros que ganó Rossi con Lorenzo segundo y Dovizioso tercero tras superar en los últimos metros a Hayden. Una prueba que iba camino de ganar en solitario –una vez más con el método de siempre– Stoner, que se cayó en la sexta vuelta. El mejor debutante fue Spies, campeón del mundo de Superbike, quinto, mientras que Pedrosa acabó como empezó (séptimo), Barberá concluyó 12º y abandonaron Espargaró y Bautista, este último en la última vuelta.
Rossi no empezaba una temporada con victoria desde 2005 y lograrla en Qatar no le resultó “nada fácil”. Il Dottore dijo que su Yamaha ha perdido potencia con respecto a Ducati y Honda y, de hecho, fue la más lenta en velocidad punta (316'8 km/h por los 325'3 de Barberá). Guarismos que obligaron a Rossi a no correr riesgos innecesarios e ir “al 110% en las curvas” para no ser superado por su compatriota Dovizioso, que había adelantado a Hayden. Rossi perdió un par de veces la posición, pero en ambas reaccionó con valentía, autoridad y rapidez.
"Es mucho mejor que algunas victorias"
Dovizioso tuvo que olvidarse de la primera plaza, pues por detrás no paró de incordiarle Hayden. Una disputa que benefició a Lorenzo, que después de protagonizar otra salida mala (bajó de la tercera a la sexta plaza) acabó pletórico. Para el piloto de Yamaha el segundo puesto “es mucho mejor que algunas victorias que he conseguido en solitario”. Declaraciones lógicas porque Lorenzo aún no está recuperado de la fractura en el pulgar derecho que se hizo practicando motocross y que le impidió realizar la mitad de la pretemporada. Y por el propio desarrollo de la prueba, ya que durante gran parte de ella Lorenzo estuvo en territorio de nadie, sin conectar con los primeros y sin que sus perseguidores pudiesen atraparle. En las últimas vueltas redujo distancias y a cuatro del final Lorenzo se acercó por fin a Dovizioso y Hayden, a los que adelantaría a dos giros de la bandera a cuadros con dos pasadas por el interior. La que le hizo a Dovizioso fue por milímetros.
La trayectoria de Lorenzo fue inversamente proporcional a la de Pedrosa, que volvió a demostrar que es, con diferencia, el primer piloto de la parrilla en salir. Partió desde la tercera fila, desde la séptima posición, y llegó cruzó primero la primera curva de la primera vuelta después de hacerse camino por la izquierda con movimientos propios de un futbolista. Con problemas en el chasis de su Honda, Pedrosa perdió rápido la mejor plaza, que no tardó en ocupar Stoner, lanzado hacia un triunfo sencillo que perdió por su ambición de ampliar la ventaja. El australiano había ganado los últimos tres años en Qatar y pretedía que Ducati fuese la única marca en en ganar cinco temporadas consecutivas la prueba inaugural de la máxima categoría. La caída de Stoner cambió el guión esperado e hizo que Rossi sea el primer líder y Lorenzo, su inmediato perseguidor. Continúa el gran duelo de 2009.